El inesperado problema que está poniendo en riesgo la salud de los humanos en el espacio
Al contrario de lo que indica el sentido común, mantener las naves espaciales limpias de microorganismos podría estar afectando la salud de la tripulación en el espacio
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Un equipo de investigadores asegura que el afán por la limpieza de los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) puede afectar seriamente a su salud. En un estudio publicado recientemente, los científicos han comprobado que las instalaciones de la ISS contienen una fauna microbacteriana muchísimo menor que la que hay en los ambientes a los que estamos acostumbrados en la Tierra y que, contrariamente a lo que se podría pensar, esa puede ser la causa de algunas enfermedades de los astronautas a las que todavía no hemos encontrado explicación.
"La idea general es intentar tener el menor número posible de microbios, pero la cuestión es si eso es lo mejor para los viajes espaciales de larga duración", afirma Pieter Dorrestein, investigador de la Universidad de California en San Diego y uno de los autores del estudio publicado en la revista Cell. "Esto también es relevante para lugares en la Tierra, como [estaciones] de investigación, hospitales y submarinos, donde puedes pasar meses o más".
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El espacio es peligroso…
El sueño de todo niño de convertirse en astronauta puede chocar de frente y a toda velocidad con la realidad cuando consigue llegar allí arriba. Una vez que abandonamos nuestro planeta empezamos a correr peligro. Nuestro cuerpo no soporta bien estar en el espacio y surgen problemas de salud cuando pasa largos periodos fuera de la capa protectora que ofrece la atmósfera terrestre.
Se sabe que cuando los astronautas pasan tiempo en el espacio expuestos a la microgravedad y la radiación, aparecen una serie de efectos adversos para su salud. Los experimentos con el astronauta estadounidense Scott Kelly, que pasó un año en la Estación Espacial Internacional (EEI) así lo demuestran. Su cuerpo sufrió una disminución de masa muscular y del tamaño del corazón, alteraciones en su ADN, descalcificación de huesos y alteraciones en su sistema inmunológico.
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Sin embargo, algunas de las enfermedades que presentan los astronautas no se pueden asimilar a la microgravedad o la radiación. Muchos astronautas describen sufrir disfunción inmunitaria y otras afecciones inflamatorias, incluidas las erupciones cutáneas.
…pero también asqueroso
Además, el espacio tampoco es lugar para escrupulosos. Las condiciones en las que viven y trabajan los astronautas en el espacio están lejos de ser ideales. La tripulación tiene que convivir durante meses en habitáculos cerrados que no se han ventilado durante años. También tienen que beber orina reciclada o compartir la ropa interior de sus trajes espaciales.
Según el especialista en soporte vital de la ESA, Christophe Lasseur: "la higiene es siempre una preocupación a bordo de la Estación Espacial Internacional. Los astronautas usan su ropa en días alternos y luego se deshacen de ella quemándola en el interior de las naves espaciales de reentrada. Pero hay algunos objetos y superficies que deben compartirse".
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A esto hay que unir todos los microorganismos que se desprenden de los alimentos o del cuerpo de los humanos durante las actividades del día a día. Así que los astronautas de la ISS se afanan en mantener todo limpio usando aspiradores y productos de limpieza que eviten la proliferación microbacteriana.
La ISS está demasiado limpia
A pesar de lo que se creía hasta ahora, el nuevo estudio demuestra que mantener la ISS tan limpia puede ser perjudicial. Los investigadores colaboraron con astronautas que tomaron muestras de 803 superficies distintas en la Estación Espacial. Las pruebas de laboratorio en la tierra identificaron las especies bacterianas y las sustancias químicas presentes en la ISS. Luego, el equipo creó mapas tridimensionales que ilustran los lugares de la ISS donde se había encontrado cada una de ellas y la posible interacción entre las bacterias y las sustancias químicas.
Los resultados de los análisis han demostrado que la Estación Espacial Internacional tiene una diversidad mucho menor de microbios en comparación con los entornos construidos por humanos en la Tierra. También observaron que de los microorganismos que hay, la mayoría los han llevado los humanos que llegan a la ISS.
"Nos dimos cuenta de que la abundancia de desinfectante en la superficie de la Estación Espacial Internacional está altamente correlacionada con la diversidad del microbioma en diferentes lugares de la ISS", dice Nina Zhao, investigadora de la Universidad California San Diego.
La falta de microbios es mala para la salud
Los resultados de los análisis mostraron que las sustancias químicas de los productos de limpieza estaban omnipresentes en toda la estación. La gran mayoría de la vida que sobrevivió a este genocidio microbiano correspondía a la piel humana, aunque también descubrieron que los distintos módulos albergaban comunidades de microbios particulares que tienen que ver con cómo se usan esas estancias.
Los investigadores aseguran que las zonas de comedor y preparación de alimentos contenían más microbios asociados a los alimentos, mientras que los aseos espaciales contenían más microbios y metabolitos asociados a la orina y las heces. Sin embargo, no se encontraron microbios que suelen estar presentes en la mayoría de las muestras terrestres, es decir, microorganismos ambientales de vida libre que suelen encontrarse en el suelo y el agua.
El equipo cree que incorporar este tipo de microbios y los sustratos en los que viven a la ISS, o a cualquier otra nave espacial que albergue humanos durante largos periodos de tiempo, podría mejorar la salud de los astronautas. Para ello se apoyan en los estudios que demuestran los efectos beneficiosos que tiene la jardinería sobre el sistema inmunitario humano.
“Hay una gran diferencia entre la exposición a la tierra sana de la jardinería y la inmersión en nuestra propia suciedad, que es más o menos lo que ocurre si estamos en un entorno estrictamente cerrado sin ninguna entrada continua de esas fuentes saludables de microbios del exterior”, explica Rob Knight, microbiólogo computacional de la Universidad de California San Diego y coautor del estudio. El siguiente paso para el equipo será identificar con exactitud cuáles son esos microorganismos beneficiosos que hay que llevar en las naves espaciales y cómo tenerlos vivos y contentos.
Un equipo de investigadores asegura que el afán por la limpieza de los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) puede afectar seriamente a su salud. En un estudio publicado recientemente, los científicos han comprobado que las instalaciones de la ISS contienen una fauna microbacteriana muchísimo menor que la que hay en los ambientes a los que estamos acostumbrados en la Tierra y que, contrariamente a lo que se podría pensar, esa puede ser la causa de algunas enfermedades de los astronautas a las que todavía no hemos encontrado explicación.