Es noticia
Detectan un objeto en forma de espiral acechando al límite del sistema solar
  1. Tecnología
  2. Novaceno
Oculto en la oscuridad de la nube de Oort

Detectan un objeto en forma de espiral acechando al límite del sistema solar

Un grupo de internacional de astrónomos han usado una supercomputadora de la NASA para detectar un objeto completamente nuevo e inesperado en la Nube de Oort interior

Foto: Representación de la Nube de Oort.
Representación de la Nube de Oort.

Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un objeto en forma de espiral oculto en los confines del sistema solar. Situada en el interior de la Nube de Oort, la zona que marca la frontera entre nuestro barrio cósmico y el vacío interestelar, su tamaño es gigantesco pero no se puede observar de forma directa con los telescopios actuales al estar envuelta en la más absoluta oscuridad. Los investigadores pudieron inferir su forma gracias a los cálculos de una supercomputadora de la NASA a partir de los datos de objetos conocidos.

La estructura está situada en la parte interior de la Nube Oort, un enjambre de billones de icebergs cósmicos que orbitan más allá de Plutón y de donde salen los cometas y algunos de los asteroides que han impactado contra la Tierra cada varios millones de años, como el que acabó con los dinosaurios. La parte interior de la nube va desde una distancia de 1.000 AU a 10.000 AU.

Foto: Así es el nuevo palacio de Mohammed bin Salman visto desde el espacio. (Maxar)

Bailando en la oscuridad

La espiral detectada tiene un tamaño sobrecogedor: 15.000 unidades astronómicas. El estudio publicado para su revisión por pares en el repositorio científico ArXiV, afirma que "la espiral tiene una larga vida y persiste en la nube interior de Oort hasta el presente" desde poco después de la formación del sistema solar. Su persistencia en el tiempo, aseguran, es producto de su situación, una zona donde los movimientos orbitales son muy lentos y estables. En la nube externa, sin embargo, que va de 20.000 a 100.000 AU, la gravedad de la Vía Láctea arranca periódicamente cuerpos helados —como el cometa Hale-Bopp— enviándolos hacia el sistema solar interior.

Según sus descubridores, es precisamente la marea galáctica, la fuerza gravitatoria combinada de estrellas, gas y materia oscura de la Vía Láctea, la responsable de la formación de esta megaestructura. Esta gravedad galáctica estira y comprime la Nube de Oort, una especie "masaje cósmico" que no es uniforme: "Los ciclos de Kozai [como se denomina a la perturbación de la órbita de objetos celestes por campos gravitatorios más lejanos] producen oscilaciones anticorrelacionadas de excentricidad e inclinación orbital", explican.

placeholder La imagen difusa del objeto.
La imagen difusa del objeto.

El estudio afirma que la estructura se formó en tres fases. Primero hace 4.600 millones de años, cuando planetas gigantes como Neptuno expulsaron cometas hacia la Nube de Oort. En una segunda fase, la marea galáctica inclinó progresivamente las órbitas de estos objetos, 'congelándolos' en posiciones estables cuando se alinearon con el eje imaginario donde se cruzan los planos galáctico y solar.

Después, en una tercera fase, el giro lento del eje orbital de la estructura trenzó las órbitas en dos brazos espirales visibles desde ciertos ángulos.

Invisible para la tecnología actual

"Detectar la espiral directamente es prácticamente imposible con la tecnología actual", admiten los autores. La razón es doble a pesar de que sus brazos abarquen 15.000 AU. Primero, la luz solar es prácticamente inexistente a la distancia en la que se encuentra. Como no llegan los suficientes fotones, no se pueden reflejar para que puedan ser observados por los telescopios actuales como el James Webb.

La otra razón es la dispersión de los elementos que forman la estructura. Están tan esparcidos que la densidad de la espiral es ínfima.

Aunque la tecnología actual no lo permite, quizás en un futuro lejano podremos hacerlo. Como afirma el estudio, "la espiral es de larga duración y persiste en la Nube de Oort interna hasta la época actual" gracias al 'escudo gravitatorio' del Sol y los planetas del sistema solar. Los cambios orbitales tardan eones en completarse, dicen, lo que permitirá que esta espiral sobreviva miles de millones de años más.

Por ahora habrá que seguir estudiándola de forma indirecta, analizando el comportamientos de los cometas más distantes con nuevos instrumentos como el observatorio Vera C. Rubin.

Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un objeto en forma de espiral oculto en los confines del sistema solar. Situada en el interior de la Nube de Oort, la zona que marca la frontera entre nuestro barrio cósmico y el vacío interestelar, su tamaño es gigantesco pero no se puede observar de forma directa con los telescopios actuales al estar envuelta en la más absoluta oscuridad. Los investigadores pudieron inferir su forma gracias a los cálculos de una supercomputadora de la NASA a partir de los datos de objetos conocidos.

Espacio
El redactor recomienda