Enjambres de drones ucranianos cortan el 40% del principal oleoducto ruso, según el Kremlin
Los analistas cifraron en un 10% la reducción de capacidad petrolera rusa debido a la acción de los enjambres de Kiev. Rusia confirma una reducción del 40% del caudal de su oleoducto del Mar Caspio
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Si hace sólo ocho días los expertos afirmaban que los ataques con enjambres de drones ucranianos contra refinerías y depósitos de petróleo habían conseguido eliminar el 10% de la capacidad petrolera rusa, ahora Moscú ha confirmado la seriedad de los ataques. El último ataque realizado contra el Oleoducto del Mar Caspio, el más importante para el entramado energético ruso, ha reducido en un 40% la capacidad de su caudal. Un evento que ha enfurecido a Vladimir Putin hasta tal punto que el dictador ruso ha echado la culpa a ‘occidente’ sin prueba alguna, argumentando que este ataque sólo ha sido posible por la intervención de sus satélites espía.
Los drones ucranianos se cebaron en la estación de bombeo de Kropotkinskaya, ubicada en la región de Krasnodar, por donde pasa todo el crudo para la exportación, según confirmó también el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
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Confirmación rusa
Transneft, el operador estatal de oleoductos de Rusia, apuntó que al menos siete drones cargados con explosivos y metralla impactaron en la instalación, causando "graves daños".
Como apunta Reuters, el viceprimer ministro ruso Alexander Novak declaró en la televisión rusa que los volúmenes de petróleo transportados a través del Oleoducto del Mar Caspio (CPC en sus siglas en inglés) se redujeron entre un 30% y un 40% tras el ataque. "Dañaron equipos de energía, una unidad de turbina de gas y una subestación", afirmó Novak.
Con capacidad para transportar más del 1% del suministro mundial diario de petróleo, el oleoducto CPC es crucial para la exportación de crudo desde los yacimientos de Tengiz en Kazajistán. Es vital para la economía rusa. Según cálculos de la agencia de noticias, un recorte del 30% en los envíos del CPC equivale a aproximadamente 380.000 barriles por día.
El ataque tuvo lugar en vísperas de las conversaciones entre funcionarios estadounidenses y rusos para “conseguir la paz” al margen del país invadido ilegalmente por Moscú. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania —que dice que atacó la infraestructura energética rusa, incluida la estación de bombeo de CPC y la cercana refinería de petróleo de Ilsky: "Las Fuerzas de Defensa de Ucrania se reservan el derecho de atacar instalaciones estratégicas que apoyan la agresión armada de Rusia. Continuarán las operaciones destinadas a desmantelar la infraestructura energética que alimenta la guerra ilegal de Rusia".
Amenazas y acusaciones sin pruebas
Vladimir Putin ha afirmado furioso hace unas horas que Ucrania no podría haber llevado a cabo el ataque sin la coordinación con sus aliados occidentales: "Ataques de este tipo son imposibles sin reconocimiento espacial. Ucrania recibe datos de alta precisión sobre los objetivos sólo de sus aliados occidentales". El incidente afectará a los mercados energéticos mundiales y la restauración de la instalación será un reto debido al uso de equipos occidentales dañados. Con las sanciones occidentales que prohíben el suministro de equipos de petróleo y gas, apuntó el dictador ruso, no podrán repararla fácilmente.
Es un punto más en el argumentario de justificaciones del autócrata para añadir a las que repite Donald Trump. Los accionistas del CPC incluyen a las principales empresas estadounidenses Chevron y ExxonMobil, así como al estado ruso y la empresa rusa Lukoil.
Si hace sólo ocho días los expertos afirmaban que los ataques con enjambres de drones ucranianos contra refinerías y depósitos de petróleo habían conseguido eliminar el 10% de la capacidad petrolera rusa, ahora Moscú ha confirmado la seriedad de los ataques. El último ataque realizado contra el Oleoducto del Mar Caspio, el más importante para el entramado energético ruso, ha reducido en un 40% la capacidad de su caudal. Un evento que ha enfurecido a Vladimir Putin hasta tal punto que el dictador ruso ha echado la culpa a ‘occidente’ sin prueba alguna, argumentando que este ataque sólo ha sido posible por la intervención de sus satélites espía.