La inteligencia artificial que predice cómo el Sol puede destruir la civilización
Científicos han desarrollado un algoritmo de inteligencia artificial capaz de predecir con una precisión sorprendente cuándo se va a producir una tormenta solar potencialmente peligrosa para nuestro planeta
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Para un observador cualquiera, el Sol parece ser una constante que nunca cambia. Pero la realidad es que nuestra estrella es una masa hirviente de plasma, un gas cargado eléctricamente que se ve afectado continuamente por el campo magnético del Sol. La imprevisibilidad de la actividad solar es uno de los desafíos a los que se enfrentan los físicos solares modernos. En concreto, los impactos de las eyecciones de masa coronal son las que provocan mayores niveles de incertidumbre. Pero los algoritmos de aprendizaje automático pueden avisarnos antes de que lleguen y provoquen la caída de los sistemas eléctricos del planeta.
Eso es lo que sugiere un nuevo artículo que asegura que los algoritmos entrenados en décadas de actividad solar pudieron prever todos los signos de mayor actividad en la región llamada AR13664.
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Las eyecciones de masa coronal o CME son explosiones masivas de plasma expulsadas desde la corona del Sol al espacio debido a interrupciones en el campo magnético de nuestra estrella. Estos eventos explosivos a menudo están relacionados con llamaradas y ocurren cuando las líneas del campo magnético se realinean repentinamente, liberando grandes cantidades de energía.
Las CME pueden viajar a velocidades que van desde unos pocos cientos hasta varios miles de kilómetros por segundo, y a veces llegan a la Tierra en cuestión de días, si su trayectoria va en nuestra dirección. Cuando llegan, pueden interactuar con nuestra magnetosfera y desencadenar potentes tormentas geomagnéticas, lo que podría alterar las comunicaciones por satélite, los sistemas GPS y las redes eléctricas. Además, pueden provocar actividad auroral, creando impresionantes auroras boreales y australes.
Predecir con precisión este tipo de eventos y cómo impactan nuestra magnetosfera ha sido uno de los desafíos que enfrentan los astrónomos. En un estudio escrito por un equipo de astrónomos dirigido por Sabrina Guastavino de la Universidad de Génova, aplicaron inteligencia artificial al desafío. Utilizaron la nueva tecnología para predecir los eventos asociados con la tormenta de mayo de 2024, las llamaradas correspondientes de la región designada 13644 y CME. La tormenta resultante desató intensos fenómenos solares, incluida una llamarada clasificada como X8.7.
La magnetosfera de la Tierra
Gracias a esta IA, el equipo pudo analizar las grandes cantidades de datos recopilados previamente y descubrir patrones complejos que no eran fáciles de detectar utilizando técnicas convencionales.
El evento solar de 2024 fue una gran e inusual oportunidad para probar la capacidad de la IA para predecir la actividad solar. El objetivo principal era anticipar la aparición de erupciones solares, cómo cambiaron con el tiempo, la producción de CME y, en última instancia, predecir tormentas geomagnéticas aquí en la Tierra.
La comparación con el evento de mayo de 2024 arrojó resultados impresionantes. Según su artículo, la predicción reveló “una precisión sin precedentes en el pronóstico con una reducción significativa de las incertidumbres con respecto a los métodos tradicionales”. Los resultados de los tiempos de viaje de la CME a la Tierra y el inicio de las tormentas geomagnéticas también fueron tremendamente precisos.
El impacto del estudio es enorme. Los cortes de la red eléctrica, las comunicaciones y los problemas con los satélites pueden ser una catástrofe cuando las CME llegan a la Tierra, por lo que la aplicación del conjunto de herramientas de inteligencia artificial de aprendizaje automático para predecir la actividad solar es un avance emocionante. Para aquellos de nosotros, entusiastas observadores del cielo, también podemos obtener un pronóstico mucho mejor de cuándo y dónde aparecerán las auroras.
Para un observador cualquiera, el Sol parece ser una constante que nunca cambia. Pero la realidad es que nuestra estrella es una masa hirviente de plasma, un gas cargado eléctricamente que se ve afectado continuamente por el campo magnético del Sol. La imprevisibilidad de la actividad solar es uno de los desafíos a los que se enfrentan los físicos solares modernos. En concreto, los impactos de las eyecciones de masa coronal son las que provocan mayores niveles de incertidumbre. Pero los algoritmos de aprendizaje automático pueden avisarnos antes de que lleguen y provoquen la caída de los sistemas eléctricos del planeta.