Ucrania ha construido una fuerza destructora contra Rusia: 30.000 drones bombarderos

El ministro de Industrias Estratégicas ucraniano, Herman Smetanin, ha asegurado durante la visita del Primer Ministro británico, Keir Starmer, que han producido más de 30.000 drones bombarderos en un solo año. Un tipo de dron pesado que está siendo “una pesadilla” para los rusos por su capacidad ofensiva y que es un ejemplo de la capacidad de Ucrania para producir este tipo de drones avanzados en grandes cantidades.

Smetanin y el presidente Volodímir Zelenski acompañaron al primer ministro británico en una reciente visita para conocer a los fabricantes de drones ucranianos y ver los distintos modelos que están en producción.

Entre los modelos expuestos estaba el dron de reconocimiento Hor, el dron bombardero bimotor Avenger en su versión de portaaviones para dos drones FPV y varios helicópteros bombarderos multirrotor. Pero también el octocóptero pesado R-34, que está siendo letal para las fuerzas invasoras rusas.

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"Nuestros enemigos los llaman Baba Yaga porque estos drones se han convertido realmente en una pesadilla para ellos”, asegura Starmer. “Trabajando sobre todo de noche, infligen dolorosos golpes al equipo y al personal enemigos. Ya hay decenas de drones bombarderos en Ucrania, y el año pasado se fabricaron más de 30.000 unidades".

Cómo es el R-34

Smetanin aseguró que los drones pesados como el R-34 son muy eficientes tanto en las misiones de ataque directo como en las de minado a distancia. Aunque también se emplean para labores de logística como medio para entregar munición, medicinas, agua y alimentos allí donde su llegada por tierra es peligrosa.

El R-34 está equipado con una munición guiada con un diseño aerodinámico que le permite una gran maniobrabilidad. Según el medio ucraniano de defensa Militarnyi, la munición puede utilizar guía láser o un sistema óptico de adquisición de objetivos basado en algoritmos llamados de visión artificial.

En principio el R-34 tiene cuatro guías para municiones, aunque el tamaño de la munición mostrada sugiere que la carga útil real será menor, asegura el medio ucraniano. Estas características coinciden con informes previos rusos que aseguran que a principios de agosto de 2024 encontraron un helicóptero ucraniano derribado que llevaba un proyectil modificado con un módulo óptico y timones aerodinámicos de cola.

El informe apunta a que la munición que se encontraron estaba marcada con el nombre BK-3OF y con un número de serie que indica su producción en masa. Los expertos rusos aseguran que se trata de una munición de fragmentación de alto poder explosivo con unas muescas en el cuerpo diseñadas para producir fragmentos uniformes.

China corta el grifo de los componentes

A pesar de estos avances, la industria del dron ucraniana, y la del resto de occidente, está en peligro. El pasado mes de diciembre, China anunció la prohibición de las exportaciones de componentes para la fabricación de drones a Estados Unidos y Europa en respuesta a la prohibición norteamericana de las ventas de memoria avanzada a China.

Estos componentes son los que está usando Ucrania para producir sus drones y son vitales, no solo para atacar de forma extraordinariamente efectiva a los rusos, sino también para defenderse de las ofensivas del Kremlin.

Está previsto que la prohibición comience con el nuevo año, aunque, según Bloomberg, las restricciones ya han reducido la disponibilidad de componentes en el mercado internacional de forma drástica. China, aseguran, ya está limitando la exportación de motores, baterías y controladores de vuelo, piezas esenciales en la fabricación de drones.

Pekín ya anunció una prohibición de la exportación de drones para uso militar en Ucrania y Rusia en julio de 2024. Sin embargo, esta prohibición no tuvo ningún efecto, ya que los ucranianos siguieron encontrando piezas gracias a sus aliados occidentales. Ahora, el golpe a los suministros y materiales clave podría ser definitivo.

Mientras tanto, informes de la UE confirman que empresas chinas fabrican drones de ataque para el ejército ruso, aunque el gobierno de Pekín niega tener conocimiento de estas ventas a Moscú.