Es noticia
EEUU está a punto de perder la superioridad aérea contra China, afirman los expertos
  1. Tecnología
  2. Novaceno
La evidencia es ya incontestable

EEUU está a punto de perder la superioridad aérea contra China, afirman los expertos

Por primera vez, un ex alto cargo de la defensa en EEUU dice que es posible que Pekín les gane una de las principales carreras militares y se haga definitivamente con la superioridad aérea

Foto: Un concepto del NGAD con piloto.
Un concepto del NGAD con piloto.

Hace sólo unos meses, Brendan Mulvaney —director del Instituto de Estudios Aeroespaciales Sobre China de la Fuerza Aérea norteamericana— se reía de Pekín. Mulvaney afirmaba que el país asiático no tendrá un avión de combate de sexta generación hasta “dentro de dos décadas”. Pero el Ejército de Liberación Popular sí que debía estar riéndose a mandíbula batiente escuchándole, mientras le daba los últimos toques a los dos nuevos cazas de combate del futuro que lanzaron en diciembre y han dejado en evidencia el fracaso actual de los EEUU. Ayer, un oficial del Pentágono admitió que China puede derrotarlos estrepitosamente en la carrera por desplegar estos aviones y conseguir la superioridad aérea absoluta.

Como apuntaba el Washington Examiner, “algunos analistas y comentaristas parecen decididos a convencerse a sí mismos de que China no puede haberse adelantado a los Estados Unidos en esta área”. Según el diario conservador norteamericano, muchos de estos analistas han subestimado “persistente y groseramente” el desarrollo técnico del Ejército de Liberación Popular. “Asumen arrogantemente que debido a que Estados Unidos gasta grandes sumas de dinero en la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías militares, China no puede competir al más alto nivel”.

Foto: Lanzacohetes norcoreanos disfrazados de camiones durante un desfile militar en septiembre de 2023. (KCNA)

La superioridad aérea de EEUU pende de un hilo

El oficial de adquisiciones de la USAF Andrew Hunter parece estar de acuerdo. En una entrevista con el medio especializado Breaking Defense, Hunter afirma que China realmente puede adelantarse al despliegue operativo de los cazas de sexta generación. El oficial —que sale ahora de la administración con la llegada de Donald Trump— afirma que la velocidad de desarrollo del gigante asiático es “increíblemente rápida”. A pesar de su confianza en la superioridad técnica del futuro caza estadounidense bajo el programa Next Generation Air Dominance (NGAD), Hunter admitió que China puede llegar primero a la fecha de capacidad operativa inicial.

placeholder El caza furtivo chino Chengdu J-36 durante su primera prueba de vuelo. (Redes Sociales chinas)
El caza furtivo chino Chengdu J-36 durante su primera prueba de vuelo. (Redes Sociales chinas)

El oficial mantiene, sin embargo, algo de esperanza que quizás sea más un reflejo de que necesita estar bien con la industria a la que pertenece más que un análisis objetivo de los hechos que tenemos frente a nosotros. “Ellos podrían ganarnos en ese aspecto. Pero creo que nosotros tendremos mejor capacidad”, aseguró. Según Hunter, las ventajas técnicas de la Fuerza Aérea son significativas. “Nuestro sistema está produciendo buen material", incluso si no siempre llegan a buen término tan rápido como se desea. “Creo que tendremos la mejor capacidad, pero ciertamente no tenemos tiempo que perder", remachó.

Subestimar los progresos de China es un error tan grave como desestimar la fallida trayectoria actual de EEUU

Pero lo cierto es que, como apunta el Washington Examiner, aunque muchos analistas han expresado dudas de que el J-36 sea de hecho un avión de combate de sexta generación, “están equivocados. Lo es.” Señalan los informes de @Rupprecht_A, un analista abierto que está “muy bien considerado por los analistas militares por su cobertura del Ejército Popular de Liberación”. Según Rupprecht, apunta el diario, el J-36 es positivamente un caza de sexta generación. Otro analista experto en la industria militar china coincide, señalando la arquitectura de esta aeronave sorprendente: “El J-36 está en una liga superior por encima de los aviones de quinta generación” [como el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II norteamericanos].

El Pentágono parado y China a toda máquina

El programa NGAD, que ha sido detenido temporalmente por la administración de Joe Biden, se enfrenta a serias dificultades económicas y de definición de prioridades. Según Frank Kendall, secretario de la Fuerza Aérea, el desarrollo del NGAD requeriría más de 20.000 millones de dólares y compite con otras necesidades urgentes dentro del presupuesto de defensa.

Aunque el concepto inicial contempla un caza tripulado como sucesor del F-22, también se estudian opciones más económicas, como un sucesor del F-35 capaz de coordinarse con drones de combate avanzados. Kendall subrayó que la evolución tecnológica no puede desligarse de las limitaciones presupuestarias, una situación que podría condicionar la capacidad de reacción de Estados Unidos frente a los avances de China. “Todavía no estamos listos para prescindir de los aeronaves tripuladas”, puntualizó Kendall, dejando entrever que el equilibrio entre innovación y costes sigue siendo un desafío para el programa NGAD.

placeholder Concepto NGAD (Lockheed Martin)
Concepto NGAD (Lockheed Martin)

Por otro lado, el ritmo de innovación en China parece imparable. Los dos nuevos aviones de combate sin cola son un ejemplo perfecto, como apunta el periodista especializado Tyler Rogoway. Uno de ellos, conocido extraoficialmente como J-36, tiene diseño delta-diamante sin superficies verticales, optimizado para furtividad en todos sus aspectos.

Este modelo puede cumplir un doble rol como caza pesado y bombardero regional, con capacidad para penetrar en territorio enemigo llevando armas de largo alcance. Su configuración con tres motores es especialmente inusual y apunta a la generación de gran potencia eléctrica para sensores avanzados, sistemas de guerra electrónica e incluso armas de energía dirigida. Las características observadas en el J-36, dice, sugieren un enfoque estratégico en la capacidad de operar en entornos altamente peligrosos, como Taiwán o territorios de la OTAN.

placeholder Concepto de caza NGAD. (Collins Aerospace)
Concepto de caza NGAD. (Collins Aerospace)

El otro avión, más pequeño pero también dentro de la categoría de cazas pesados, parece orientado a la superioridad aérea multirol. Con dos motores y características de invisibilidad al radar avanzadas, puede ser un complemento del J-36, ofreciendo mayor maniobrabilidad y eficiencia en operaciones de combate. Aunque su diseño es más compacto, mantiene una significativa capacidad operativa, lo que refuerza la estrategia china de diversificar sus capacidades tácticas.

Ambos modelos representan un salto significativo para la industria aeroespacial de Pekín, que apuesta por integrar inteligencia artificial, sensores de próxima generación y capacidades de mando para enjambres de drones. Esta combinación de innovaciones sugiere una apuesta decidida por consolidar un liderazgo tecnológico militar que, como dice un reciente informe del Pentágono, “responde a sus objetivos estratégicos y planes de largo plazo”. La modernización de su fuerza aérea incluye no solo el desarrollo de nuevos cazas, sino también una mayor capacidad de producción de motores a reacción, reduciendo su dependencia de proveedores extranjeros. El esfuerzo apunta a garantizar la autonomía tecnológica en áreas clave, un aspecto que podría alterar significativamente el equilibrio de poder en el Pacífico.

El dominio americano en el alambre

El decano del Instituto Mitchell para Estudios Aeroespaciales David Deptula advierte que subestimar los progresos de China es un error tan grave como desestimar la fallida trayectoria actual de la Fuerza Aérea de EEUU, “con recortes en presupuesto y un envejecimiento de flotas insostenible”. Para Deptula, la combinación de capacidades avanzadas y producción masiva por parte de China representa un desafío que Estados Unidos no puede ignorar si pretende mantener su ventaja estratégica.

placeholder El 'caza invisible' chino J-20 en pleno vuelo
El 'caza invisible' chino J-20 en pleno vuelo

El argumento final lo apunta Force Index: según Abraham Abrams —un experto líder en programas de cazas de próxima generación china, y autor del libro El caza furtivo chino J-20, el ‘Poderoso Dragón’, y el creciente desafío al dominio aéreo occidental— recuerda que el F-35 tardó quince años en lograr una capacidad operativa inicial limitada, a pesar de reutilizar tecnologías del F-22. Este precedente sugiere que el NGAD no estará operativo hasta cerca de 2040. En China, el J-20 entró en servicio seis años después de su primer vuelo, lo que demuestra la excepcional velocidad de desarrollo de China. Abrams asegura que, durante los últimos 30 años, ha habido una disparidad constante entre China y los Estados Unidos en el desarrollo de aeronaves. Todo parece indicar a que el caza de sexta generación de China probablemente entrará en servicio antes que su homólogo estadounidense.

Hace sólo unos meses, Brendan Mulvaney —director del Instituto de Estudios Aeroespaciales Sobre China de la Fuerza Aérea norteamericana— se reía de Pekín. Mulvaney afirmaba que el país asiático no tendrá un avión de combate de sexta generación hasta “dentro de dos décadas”. Pero el Ejército de Liberación Popular sí que debía estar riéndose a mandíbula batiente escuchándole, mientras le daba los últimos toques a los dos nuevos cazas de combate del futuro que lanzaron en diciembre y han dejado en evidencia el fracaso actual de los EEUU. Ayer, un oficial del Pentágono admitió que China puede derrotarlos estrepitosamente en la carrera por desplegar estos aviones y conseguir la superioridad aérea absoluta.

Defensa Aeronáutica Tecnología militar