El ataque de un avión kamikaze ucraniano demuestra que las defensas rusas son ridículas

Sabíamos que Ucrania está usando avionetas ligeras reconvertidas en drones kamikaze para atacar instalaciones situadas en profundidades del territorio de la Federación Rusa, pero nunca habíamos visto el resultado de un ataque tan de cerca como en este vídeo de un ataque a una estación policial de Grozny, la capital de Chechnya, Rusia. El vídeo demuestra la práctica inexistencia de defensas rusas en estos momentos. Hasta hace poco, sus baterías antiaéreas eran consideradas por algunos como de las mejores del mundo (aunque Mathias Rust ya las ridiculizase en 1987, aterrizando con una simple avioneta en la mismísima Plaza Roja de Moscú). Ahora, brillan por su ausencia.

Una avioneta como la que muestra el vídeo grabado desde escasos metros por varios testigos, hubiera sido destruída nada más cruzar la frontera. Pero esta Aeroprakt A-22 convertida en dron de largo alcance—una ruidosa aeronave claramente visible en el radar—se paseó durante más de 1.000 kilómetros sin un rasguño antes de explotar contra su objetivo.

De hecho, la falta de efectividad de las defensas de Moscú ha hecho que este tipo de avioneta ligera haya pasado a ser parte fundamental de las operaciones aéreas ucranianas dirigidas contra objetivos situados hasta 1.280 kilómetros del frente. Han alcanzado todo tipo de instalaciones, desde una fábrica de drones y una instalación de investigación de misiles a bases navales.

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Avionetas comerciales modificadas

El Aeroprakt A-22, diseñado originalmente como una avioneta ultraligera, es una aeronave de alta maniobrabilidad y bajo coste de operación. Fabricado en Kiev desde la década de 1990, el modelo está construido en metal con alas cubiertas de tela En su configuración estándar, el A-22 puede volar hasta 1.100 kilómetros con una velocidad de crucero de 160 km/h y una altitud máxima de 4.000 metros. Estas características, combinadas con un precio barato, lo convierten en una plataforma ideal para crear un dron kamikaze de bajo costa para este tipo de operaciones militares

La A-22 está originalmente diseñada para llevar hasta dos tripulantes, cuyo peso se ha sustituido por tanques de combustible adicional, un sistema de guiado remoto y una cabeza explosiva. En los vídeos publicados en internet se puede ver que la cabina está cubierta con paneles opacos. En el ala se puede ver también un parche de pintura sobre la posición en la que debería estar su número de registro, lo que indica que Kiev está reciclando avionetas civiles para los ataques.

Contra objetivos de superficie

Como otros drones de larga distancia ucranianos, este kamikaze ligero no está diseñado para penetrar objetivos blindados pero su poder destructivo en instalaciones al aire libre ha resultado efectivo una y otra vez.

Para el resto de objetivos militares fortificados, Ucrania está usando misiles de largo alcance como el ATACMS, de fabricación estadounidense, que puede alcanzar objetivos a 300 kilómetros. Este sistema permite atacar centros de mando y otras posiciones estratégicas desde plataformas como HIMARS o M270.

Ucrania también emplea el Neptune, un misil de crucero desarrollado y fabricado por Kiev que Ucrania que utilizó notoriamente hundiendo el buque insignia ruso Moskva en 2022. El Storm Shadow británico también está siendo especialmente efectivo, alcanzando objetivos como centros de mando bajo tierra a 560 kilómetros de distancia gracias a su cabeza explosiva dual: la primera abre el boquete y la segunda explota dentro del búnker, causando la destrucción de su interior.