El nuevo misil ‘invisible’ de EEUU para destruir la Armada china sin posibilidad de defensa
El Pentágono acaba de hundir dos barcos con su misil antibuque de largo alcance AGM-158C lanzados desde un F-18, un arma diseñada para que sea imposible de interceptar
EEUU ha probado con éxito su nuevo misil indetectable, lanzándolo desde un F-18 para hundir dos barcos. El AGM-158C LRASM es un arma 'invisible' diseñada para enfrentarse a la armada china. Mientras que Pekín está apostando por la velocidad de sus misiles hipersónicos para burlar las defensas de los navíos norteamericanos, Washington cree que su tecnología furtiva será la llave para evitar una posible invasión de Taiwán.
El F/A-18E/F Super Hornet disparó los LRASM (siglas en inglés de Misil Antibuque de Largo Alcance) durante el ejercicio RIMPAC 24, el mayor ejercicio naval internacional del mundo, donde participan fuerzas marítimas de múltiples países para entrenar en operaciones conjuntas y probar nuevas capacidades militares en el océano Pacfício. Los AGM-158C hundieron dos navíos de guerra retirados del servicio, confirmando su capacidad operativa.
Qué es el AGM-158C
Desarrollado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) y fabricado por Lockheed Martin, el AGM-158C LRASM es invisible a los radares navales, lo que hace imposible desarrollar defensas contra él.
Su diseño prácticamente elimina el rebote de emisiones de radar enemigo gracias a materiales especiales y una geometría que minimizan su firma en el espectro electromagnético. El misil también es capaz de identificar y atacar objetivos prioritarios de forma autónoma gracias a su navegación basada en GPS, algoritmos y sensores infrarrojos, sin intervención continua de los operadores.
El LRASM tiene un alcance de más de 370 kilómetros y puede lanzarse desde bombarderos estratégicos B-1B Lancer y cazas como el F-35 Lightning II además del F/A-18E/F Super Hornet utilizado en la prueba. El Pentágono también planea utilizarlo en lanzamientos de superficie, desde plataformas HIMARS y en buques con lanzadores verticales Mk 41 VLS.
El diseño del LRASM también incorpora una ojiva WDU-42/B de 454 kilogramos, optimizada para penetración y fragmentación. Según Lockheed Martin, esto asegura un impacto letal contra barcos de guerra. El motor turbofán Williams F107-WR-105 le permite alcanzar velocidades de hasta 885 km/h mientras maniobra para evitar sistemas de defensa enemigos, utilizando algoritmos de inteligencia artificial para esquivar contramedidas en el caso de que fuera detectado.
Lisbeth Vogelpohl, directora del programa LRASM en Lockheed Martin, afirma que este alcance y tecnología furtiva hacen del misil un arma del siglo XXI para que los pilotos puedan completar sus misiones y regresar a sus bases con seguridad.
Claramente diseñado contra China
EEUU ha desarrollado este armamento para poner cerco a la creciente presencia naval china en el Indo-Pacífico.
Al otro lado de este posible enfrentamiento por el dominio de Taiwán, China apuesta por el desarrollo de misiles hipersónicos, armas capaces de alcanzar velocidades superiores a Mach 5 para evitar su intercepción. También pueden cambiar su trayectoria durante el vuelo, como el misil DF-17, lo que incrementa aún más la defensa. China piensa que estos misiles—a los que llaman 'mataportaviones'—podrán eliminar grupos navales enteros usando cabezas nucleares tácticas, algo que también temen los expertos norteamericanos.
Las fuerzas navales chinas superan en número a las estadounidenses, aunque todavía no lo hayan hecho en capacidad ofensiva. Algunos analistas del Departamento de Defensa de EEUU piensan que un posible enfrentamiento con China será una lucha entre misiles antibuque lanzados desde diferentes plataformas. Otros piensan que el mayor factor será el uso masivo de enjambres de buques de combate.
EEUU ha probado con éxito su nuevo misil indetectable, lanzándolo desde un F-18 para hundir dos barcos. El AGM-158C LRASM es un arma 'invisible' diseñada para enfrentarse a la armada china. Mientras que Pekín está apostando por la velocidad de sus misiles hipersónicos para burlar las defensas de los navíos norteamericanos, Washington cree que su tecnología furtiva será la llave para evitar una posible invasión de Taiwán.