Ucrania toma el control de 88 drones kamikaze rusos y los reenvía a Rusia en un ataque bumerán
Los ingenieros de Kiev afirman haber encontrado la forma de interceptar el control de los drones de fabricación iraní enviados para atacar Ucrania y darles la vuelta para atacar Rusia
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F1b4%2Fd98%2Fe7a%2F1b4d98e7ac01c6437d9b6c11b01ad8ed.jpg)
Ucrania ha encontrado la manera de interceptar los drones Shahed 136 de diseño iraní que Rusia utiliza para atacarlos. Esta vez no los derriba con otros drones ni con aviones soviéticos armados con ametralladoras AK-47 sino que los envía de vuelta en pleno vuelo, usándolos para atacar a los rusos. En un reciente ataque masivo, los ucranianos afirman habese hecho con el control de 95 de los 188 drones Shahed, reenviándolos como si fueran bumeranes para destruir objetivos de las fuerzas de Vladimir Putin.
Rusia ha intensificado el uso de drones Shahed 136 en los últimos meses. Irán diseñó estos drones kamikaze, conocidos como Geran-2 en Rusia, para saturar las defensas enemigas en ataques masivos. Con un alcance de hasta 2.500 kilómetros y una carga explosiva de entre 40 y 50 kilogramos, Rusia utiliza estos drones principalmente para atacar infraestructuras energéticas y objetivos civiles en territorio ucraniano. Cada día, las fuerzas rusas lanzan entre 30 y 80 de estos aparatos desde la región de Tartaristán, según fuentes del Ministerio de Defensa ucraniano.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc0d%2F5d2%2F6f9%2Fc0d5d26f9ffd5a8322778f0b17fd41fa.jpg)
Para hacer frente a este volumen de ataques, las fuerzas ucranianas han recurrido a varios métodos de defensa. El último es el engaño de los circuitos de control del Shahed usando "suplantación" de coordenadas GPS, una técnica que modifica el sistema de posicionamiento de los drones para cambiar su rumbo.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F841%2F81d%2F899%2F84181d8999d5f08344f70d6fefd03b94.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F841%2F81d%2F899%2F84181d8999d5f08344f70d6fefd03b94.jpg)
Los rusos creían que los drones se estaban volviendo locos pero, según una fuente cercana a la inteligencia militar ucraniana citada por Le Monde, "estos drones no son máquinas fuera de control, sino que son enviados intencionalmente de vuelta a Rusia y Bielorrusia". En el ataque del 26 de noviembre, Ucrania logró desviar 95 de los 188 drones lanzados por Rusia, logrando que estos entrasen en espacio aéreo ruso y bielorruso para estrellarse contra objetivos enemigos de Kiev. El dictador bielorruso Alexander Lukashenko confirmó el ataque de fuego amigo, atribuyéndolo a "manos inexpertas" y la guerra electrónica.
Defensa en todos los frentes
Desviar drones hacia territorio enemigo no es la única manera que Ucrania usa para defenderse de los ataques rusos. El país ha recurrido a todo tipo de métodos, desde las baterías aéreas tradicionales a otros métodos no convencionales.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ff7c%2Fe70%2F05a%2Ff7ce7005a9f358c2ea1045b4edd98d3e.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ff7c%2Fe70%2F05a%2Ff7ce7005a9f358c2ea1045b4edd98d3e.jpg)
Uno de ellos es el uso de aviones Yak-52, una aeronave de entrenamiento de la era soviética. Operado por la Patrulla Aérea Civil ucraniana, el avión cuenta con un copiloto armado con una ametralladora AK-47. El método ha demostrado ser sorprendentemente efectivo en la eliminación de drones rusos en general, incluyendo los modelos Zala y Orlan. Fotografías y vídeos compartidos en redes sociales muestran a los Yak-52 derribando a los atacantes aunque estos aviones no fueron concebidos para la guerra. Su robusta construcción y maniobrabilidad les permiten realizar misiones de interceptación a baja velocidad de forma similar a las tácticas aéreas de la Primera Guerra Mundial.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Faa2%2Fb89%2Fe07%2Faa2b89e07fc441a4ad766bbca6490639.jpg)
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Faa2%2Fb89%2Fe07%2Faa2b89e07fc441a4ad766bbca6490639.jpg)
Otra herramienta antidrones del arsenal ucraniano es el interceptor 'Sting', desarrollado por el grupo Wild Hornets. El Sting está específicamente diseñado para interceptar y destruir drones Shahed usando cuatro hélices para alcanzar velocidades superiores a los 160 km/h y operar a altitudes de hasta 3.000 metros. Su cámara, ubicada en la proa, permite que operadores en primera persona los operen desde tierra usando visores de realidad virtual para dirigirlos directamente contra el objetivo. Cargado de explosivos, es significativamente más barato que los drones Shahed: cuestan entres 2.000 y 5.000 euros frente a los 20.000 a 50.000 euros de los drones rusos. "En una guerra de desgaste, aquel que pueda tener más armamento a un coste mucho más barato, tiene más probabilidades de aguantar y ganar", apuntan los Wild Hornets.
Ucrania creó su Fuerza de Sistemas No Tripulados a principios de este año, el primer cuerpo militar del mundo dedicado exclusivamente a la guerra con drones. Esta fuerza ha estado al frente de los desarrollos tecnológicos para interceptar y destruir drones enemigos, así como todo tipo de aeronaves (incluyendo cazas y helicópteros de combate rusos), navíos de guerra e instalaciones industriales y militares.
Ucrania ha encontrado la manera de interceptar los drones Shahed 136 de diseño iraní que Rusia utiliza para atacarlos. Esta vez no los derriba con otros drones ni con aviones soviéticos armados con ametralladoras AK-47 sino que los envía de vuelta en pleno vuelo, usándolos para atacar a los rusos. En un reciente ataque masivo, los ucranianos afirman habese hecho con el control de 95 de los 188 drones Shahed, reenviándolos como si fueran bumeranes para destruir objetivos de las fuerzas de Vladimir Putin.