Los 'manitas' ucranianos están convirtiendo bazucas en poderosas armas antitanque
Los ingenieros ucranianos están quitándole las cabezas explosivas a los nuevos bazucas suecos para instalarlos en sus drones y convertirlos en armas guiadas de precisión antitanque
Nuevas imágenes aparecidas en redes sociales muestran cómo el Ejército ucraniano está desmontando armas antitanque AT4 suecas nuevas y convirtiéndolas en ojivas para sus drones de vista en primera persona (FPV). No es la primera vez que vemos cómo los ingenieros ucranianos adaptan las armas convencionales, algunas de ellas de la época zarista, para adaptarlas a las necesidades de la guerra moderna, pero en este caso se tratan de armas nuevas suministradas probablemente por EEUU que cuestan unos 3.000 dólares por cabeza.
Según explica Roy, el analista del proyecto ucraniano de inteligencia de fuente abierta (OSINT) que publicó las imágenes, la razón es sencilla. “Creo que los ucranianos piensan que las armas no guiadas lanzadas desde el hombro tienen un valor limitado", asegura Roy en declaraciones para Forbes.
El tuneo de drones para la guerra
Ya casi se está convirtiendo en un cliché hablar de la importancia de los drones en la guerra moderna. Los FPV son baratos, alrededor de 500 dólares cada uno, eficaces y pueden lanzar ataques de precisión sin poner en riesgo la vida de los soldados. Su uso está siendo clave en el frente, por eso el gobierno de Kiev está manteniendo un ritmo de fabricación que supera los 1,5 millones de drones este año
Los FPV son básicamente drones de carreras comerciales que se han manipulado para ir armados con ojivas explosivas. No se diseñaron con la guerra en mente por lo que no hay ojivas preparadas para ellos. Los ingenieros ucranianos echaron mano de las ojivas que tenían a disposición, como las antiguas granadas antitanque soviéticas RPG-7, y las acoplaron a los drones.
A pesar de la enorme demanda, no parece que haya escasez de ojivas en Ucrania. Cuentan con talleres como el Steel Hornets que producen enormes cantidades de municiones para drones fabricadas con impresión 3D.
Three screws are unscrewed to disconnect the back cover.
— Roy🇨🇦 (@GrandpaRoy2) November 24, 2024
The grenade with its propellant cartridge is removed from the launcher.
2/5 pic.twitter.com/PLdYiLjfi8
"Sigo viendo muchas cabezas PG-7 en los FPV ucranianos derribados, así que no creo que haya una escasez desesperada", afirma Roy. Más bien se trata de aprovechar mejor los recursos que tienen y la ojiva AT4 de alta calidad, superior a los modelos de fabricación rusa o a las municiones de fabricación casera, se desperdicia en un arma de corto alcance y no guiada, asegura el analista.
Un dron mejor que un bazuca
Los AT4 son una especie de bazucas sin retroceso que se lanzan desde el hombro y que pueden penetrar los blindajes de los carros de combate. Están fabricados por la compañía sueca Saab Bofors Dynamics y se ha convertido en uno de los sistemas de lanzamiento sin sistema de guiado más exitosos del mundo por su simplicidad de manejo y eficacia.
Sin embargo, el Ejército ucraniano prefiere convertirlos en drones. El hecho de que el AT4 sea lanzado unido a estas aeronaves teledirigidas en lugar de con un bazuka lo hace mucho más letal. "El operador [del AT4] está atrapado en el suelo con un campo de visión muy limitado", dice Roy. "Con un FPV, el operador tiene ahora una vista de pájaro del campo de batalla, y nuevas ventajas de persistencia y capacidad para volver a atacar o cambiar de objetivo".
El analista explica que mientras que el operador de un AT4 solo puede atacar el lado del vehículo que tenga enfrente, el piloto del dron puede sobrevolar el objetivo hasta alcanzar el punto más vulnerable. En el caso de los tanques rusos, ese lugar suele estar en la parte trasera de la torreta, donde se almacena la munición, por lo que el impacto de un dron en esa zona suele provocar la destrucción del vehículo. "Un sistema de este tipo es ahora un arma guiada de precisión", señala Roy.
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