China sorprende al mundo con un caza de sexta generación que puede volar al límite del espacio
El Emperador Blanco es un concepto de caza supersónico desarrollado por el conglomerado industrial de defensa chino AVIC dentro de su programa Nantianmen
Este es el sueño de China para dominar los cielos de todo el planeta en un futuro: el Baidi B. No sabemos lo lejos que está ese futuro, pero el avión —también conocido como Emperador Blanco— es un concepto de lo que el conglomerado militar estatal chino AVIC imagina será la futura fuerza aeroespacial del gobierno de Pekín.
Presentado esta semana en el Zhuhai Air Show —que sigue dando varias sorpresas— el Baidi B es un prototipo no funcional basado en tecnologías ahora en fase de investigación, diseñado para inspirar a los ingenieros chinos como parte del Proyecto Nantianmen, una iniciativa del Ministerio de Defensa Nacional de China enfocada en tecnologías avanzadas para el combate aeroespacial. El Baidi B apunta un camino hacia el diseño final de un caza de sexta (¿o séptima?) generación, con capacidad tanto para el vuelo puramente atmosférico como en la parte superior de la atmósfera, donde casi no hay aire. Todo esto según Voice of China, el brazo de la emisora estatal de televisión CCTV.
Un avión de ciencia ficción para crear uno real
El avión parece tener bahías internas de misiles que permiten transportar armamento sin afectar a su perfil de radar, como los F-35 y F-22. El diseño en ala de rombo recuerda a los conceptos de los cazas de sexta generación NGAD norteamericanos, pero es marcadamente más futurista que éstos, con una estética de anime de ciencia ficción. Los volúmenes son suaves, pero extrañamente configurados con varios ángulos enfrentados. Tampoco incluye aletas en la cola, algo que los NGAD eliminan por completo para reducir aún más su perfil de radar, como los bombarderos B-2 y el B-21.
Obviamente, el Baidi B es un concepto muy ambicioso que se enfrenta a desafíos técnicos importantes, especialmente en el desarrollo de motores que puedan operar al límite del espacio y proporcionar el empuje necesario para cruzar la atmósfera. Son ideas que aún se encuentran en una fase especulativa o en pruebas, como el resto del concepto.
Pero ése es precisamente el objetivo del Proyecto Nantianmen, que emula los esfuerzos de las divisiones de desarrollo avanzado como DARPA —la agencia tecnológica del Pentágono— o el grupo de investigación de Lockheed Martin, Skunk Works: mostrar cómo la investigación avanzada actual puede terminar en una solución tecnológica de vanguardia en un producto real.
白帝空天战机,中国把美国科幻电影变成现实,多用途军事功能空天战斗机 ,亮相珠海航展。
— 雁过留声 (@szygls) November 10, 2024
动力与速度:采用组合动力发动机,大气层内速度可达4.8马赫,大气层外极限速度为32.91马赫 。飞行能力:能完成外太空真空环境穿越大气层的飞行,也能实现远距离加离子武器挂载试飞,可在大气层和太空自由往返。… pic.twitter.com/NQPPIYllWz
Por ejemplo, Skunk Works desarrolló el sucesor no tripulado del SR-71 Blackbird como un mero concepto futurista diseñado para volar a velocidad hipersónica en el límite de la atmósfera. Luego, el SR-72 se convirtió en un avión de ficción tripulado, el Darkstar, que apareció en el film Top Gun: Maverick. Ahora, parece que el Darkstar puede estar haciéndose realidad en algún sitio entre los cuarteles generales de Skunk Works en Palmdale, California, y la base Area 51 en el desierto de Nevada. Los chinos sólo están emulando lo que los americanos han hecho desde hace décadas: soñar con el futuro para luego hacerlo realidad.
El esfuerzo norteamericano
Mientras tanto, Washington trabaja en su propio caza de sexta generación, el Next Generation Air Dominance (NGAD), cuyo modelo para la Fuerza Aérea estadounidense se enfrenta a problemas financieros que ponen en duda su futuro y capacidades. Frank Kendall, secretario de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, ha advertido sobre la falta de recursos para financiar el NGAD junto con otros sistemas como el Next Generation Air Refueling System (NGAS) y los drones de combate colaborativo (CCA). "Es difícil imaginar cómo podremos financiar cualquier combinación de estos nuevos diseños", afirmó hace poco Kendall.
Los problemas presupuestarios han llevado a reconsiderar el enfoque del NGAD y buscar alternativas más asequibles, como reducir la carga y construir un sucesor espiritual del F-16 en vez de intentar reinventar el F-35.
Y, aunque el Baidi B no es un avión real, hace unos meses el general Mark D. Kelly, jefe del Comando de Combate Aéreo de Estados Unidos, advirtió que China avanza rápidamente en su respuesta al NGAD. Según Kelly, China está adoptando un enfoque similar al de Estados Unidos, combinando cazas tripulados con plataformas no tripuladas, una estrategia similar a la estadounidense.
Este es el sueño de China para dominar los cielos de todo el planeta en un futuro: el Baidi B. No sabemos lo lejos que está ese futuro, pero el avión —también conocido como Emperador Blanco— es un concepto de lo que el conglomerado militar estatal chino AVIC imagina será la futura fuerza aeroespacial del gobierno de Pekín.