Cómo una película cambió totalmente nuestra visión del futuro: 40 años de 'Terminator'
Más que 'Star Trek' o cualquier otra película de ciencia ficción, 'Terminator' marcó a fuego la visión de un futuro gobernado por la inteligencia artificial en el imaginario global
El 26 de octubre de 2024 marca el 40º aniversario de la película clásica de ciencia ficción dirigida por James Cameron, The Terminator, una obra que popularizó el miedo social a las máquinas con las que no se puede razonar y que “no se detendrán… hasta que estés muerto”, como memorablemente expresa uno de los personajes.
La trama gira en torno a un sistema de inteligencia artificial superinteligente llamado Skynet, que ha tomado el control del mundo al iniciar una guerra nuclear. En medio de la devastación resultante, los supervivientes humanos organizan una resistencia bajo el liderazgo del carismático John Connor.
En respuesta, Skynet envía a un asesino cíborg (interpretado por Arnold Schwarzenegger) al año 1984, antes del nacimiento de Connor, para matar a su futura madre, Sarah. Tal es la importancia de John Connor para la guerra que Skynet apuesta por borrarlo de la historia para asegurar su propia existencia.
Hoy en día, el interés público por la inteligencia artificial quizá sea mayor que nunca. Las empresas que desarrollan IA suelen prometer que sus tecnologías realizarán tareas de manera más rápida y precisa que los humanos. Aseguran que la IA puede detectar patrones en los datos que no son obvios, mejorando la toma de decisiones humanas. Existe una percepción generalizada de que la IA está a punto de transformar todos los ámbitos, desde la guerra hasta la economía.
Los riesgos inmediatos incluyen la introducción de sesgos en algoritmos para la selección de candidatos en procesos de empleo y la amenaza de que la IA generativa desplace a los humanos de ciertos tipos de trabajo, como la programación de software.
Sin embargo, el peligro existencial es lo que suele dominar el debate público, y las seis películas de Terminator han ejercido una influencia desproporcionada en cómo se plantean estos argumentos. De hecho, según algunos, la representación en estas películas de la amenaza que representan las máquinas controladas por IA desvía la atención de los beneficios sustanciales que ofrece esta tecnología.
The Terminator no fue la primera película en abordar los peligros potenciales de la IA. Existen paralelismos entre Skynet y la supercomputadora HAL 9000 de la película de Stanley Kubrick de 1968, 2001: Una odisea del espacio.
También se inspira en la novela de 1818 de Mary Shelley, Frankenstein, y en la obra de teatro R.U.R. de Karel Čapek, de 1921. Ambas historias tratan sobre inventores que pierden el control sobre sus creaciones.
En su estreno, el New York Times la describió en una crítica como “una película de serie B con estilo”. En los años transcurridos desde entonces, se ha reconocido como una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos. En taquilla, recaudó más de 12 veces su modesto presupuesto de $6,4 millones (4,9 millones de libras al tipo de cambio actual).
Lo más novedoso de The Terminator fue, quizás, cómo reimaginó los temores persistentes de un levantamiento de máquinas a través del prisma cultural de la América de los años 80. Al igual que en la película Juegos de guerra (1983), en la que un adolescente casi desencadena la Tercera Guerra Mundial al hackear una supercomputadora militar, Skynet pone de relieve los temores de la Guerra Fría a una aniquilación nuclear, sumados a la ansiedad por el rápido cambio tecnológico.
El 26 de octubre de 2024 marca el 40º aniversario de la película clásica de ciencia ficción dirigida por James Cameron, The Terminator, una obra que popularizó el miedo social a las máquinas con las que no se puede razonar y que “no se detendrán… hasta que estés muerto”, como memorablemente expresa uno de los personajes.