Éste es el tanque del futuro: totalmente silencioso, más rápido, poderoso e 'invisible'
El desarrollo del K3, la próxima generación de carros de combate surcoreanos, ya ha arrancado. Funcionará con pilas de combustible de hidrógeno y, una vez finalizado, será el tanque más avanzado del mundo
Hyundai Rotem, la subsidiaria especializada en defensa del fabricante de automóviles surcoreano, asegura estar desarrollando un carro de combate que sustituye los tradicionales motores diésel por otros de pilas de hidrógeno. El nuevo motor eléctrico no solo propulsará al tanque, sino que evitará que el carro de combate emita demasiado calor, lo que lo hace invisible a los equipos de visión y las armas térmicas enemigas.
El nuevo tanque lleva el nombre de K3 y se está desarrollando en colaboración con la Agencia Coreana para el Desarrollo de la Defensa y otras instituciones nacionales de investigación tecnológica. Esta nueva generación de tanques, aseguran sus creadores, incorporará tecnologías avanzadas, como inteligencia artificial y capacidades furtivas que lo convertirán en uno de los tanques más sofisticados del mundo.
"La nueva generación de carros de combate principales supera todas las capacidades de los carros de combate actuales y proporciona un empleo más eficaz de las misiones con las últimas tecnologías para la guerra del futuro”, explica Hyundai Rotem en su web.
El primer tanque de pila de hidrógeno
El nuevo K3 será la próxima generación de carros de combate de la serie K de Corea del Sur. Su gran novedad es el uso de un motor eléctrico de hidrógeno que permitirá a los nuevos tanques reducir drásticamente el ruido que generan cuando están en movimiento.
Además, al contrario de lo que ocurre con los carros de combate con motores diesel, el uso del hidrógeno minimizará también su huella de calor. Esto, unido a su diseño de perfil bajo y sus reducidas firmas de radar e infrarrojos, lo hacen excepcionalmente difícil de detectar para el enemigo.
Las pilas de hidrógeno también le proporcionarán un ahorro de combustible muy superior y una mayor aceleración y movilidad. El nuevo motor tiene un número reducido de piezas móviles que lo hace más fácil de mantener y le permiten atravesar mejor terrenos escarpados e irregulares, dice Hyundai.
“A medida que cambian las condiciones del campo de batalla, se requieren más cambios en la potencia de fuego, el mando y el control y la capacidad de supervivencia de los carros de combate para que estén más optimizados y creen la máxima sinergia de combate", asegura la compañía.
Un tanque de nueva generación
En cuanto a sus capacidades ofensivas, el K3 contará con un cañón principal de ánima lisa (sin estrías internas) de 130 mm que tiene un alcance de cinco kilómetros. También irá armado como misiles guiados antitanque polivalentes con un alcance de 8 kilómetros con modos avanzados para enfrentamientos tanto en la línea de visión como fuera de ella.
Su torreta puede llevar armas con municiones de 12,7 mm a 30 mm que se podrán operar a control remoto. También dispondrá de un blindaje avanzado con una capa modular de acero, cerámica y materiales compuestos.
El K3 llevará tecnologías defensivas avanzadas, como un sistema de contramedidas infrarrojas para contrarrestar los misiles térmicos, un sistema de protección activa y un dispositivo de interferencia de antidrones.
Además, tendrá un modo de conducción autónoma y contará con drones compañeros que le acompañarán en sus misiones. "El tanque de nueva generación tendrá una mayor capacidad de ataque preventivo gracias a un sistema de control de fuego basado en inteligencia artificial", asegura un responsable de Hyundai Rotem.
Si el desarrollo va según lo previsto, la compañía espera que el K3 entre en producción en 2040, lo que, si nadie más lo remedia, lo convertiría en el primero del mundo.
Hyundai Rotem, la subsidiaria especializada en defensa del fabricante de automóviles surcoreano, asegura estar desarrollando un carro de combate que sustituye los tradicionales motores diésel por otros de pilas de hidrógeno. El nuevo motor eléctrico no solo propulsará al tanque, sino que evitará que el carro de combate emita demasiado calor, lo que lo hace invisible a los equipos de visión y las armas térmicas enemigas.