La respuesta rusa a los drones lanzallamas ucranianos 'Dragón' es igual de terrorífica

Estaba cantado: parece que los rusos han comenzado a desplegar sus propios drones lanzallamas en un intento de replicar la devastadora estrategia que Ucrania introdujo a principios de septiembre. Estos drones, conocidos en Ucrania como 'Dragón', emplean termita, un compuesto incendiario que arde a temperaturas superiores a los 2.980 grados centígrados. Ahora, Rusia ha adaptado esta tecnología y la ha utilizado en el frente oriental, añadiendo una nueva dimensión al uso de drones en la guerra.

Un vídeo publicado por el grupo Vostok —el nombre de la 114ª Brigada de Fusileros Motorizados que ahora utiliza drones militarizados FPV (vista en primera persona en sus siglas inglesas)— muestra un supuesto dron ruso lanzando termita sobre una línea de árboles, presumiblemente sobre trincheras ucranianas. Este hecho no ha sido confirmado por ningún observador independiente todavía pero, de ser cierto, indicaría que Rusia ha podido reproducir este tipo de arma por lo menos en una ocasión, durante el último asalto a la ciudad fortificada de Vuhledar, al este de Ucrania.

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Qué son los drones ‘Dragón’

Ucrania comenzó con estos drones en una ofensiva sin precedentes en el frente oriental durante tres días consecutivos. Los bautizaron como como 'Dragón' o 'Fuego de dragón'. La nueva arma emplea municiones de termita y, según la publicación militar The War Zone, parece estar transformado los campos de batalla con una serie de ataques coordinados de precisión estremecedora, muchos documentados en una oleada de vídeos que las unidades ucranianas están difundiendo desde el frente.

El uso de drones como parte de las operaciones militares ucranianas no es nuevo, pero el 'Dragón' marca una evolución significativa en las capacidades ofensivas ucranianas, diseñada para sacar a los rusos de sus guaridas, eliminar equipos, vehículos y fortificaciones, y luchar una guerra psicológica sin precedentes. El terror que imponen estos vídeos es incluso peor que el efecto físico entre la tropa rusa.

Equipados con termita, un compuesto de óxido de hierro y aluminio que arde a casi 3.000 grados centígrados, estos drones atacan desde el aire, lanzando chispas incandescentes que incendian todo lo que tocan. A diferencia de los lanzallamas tradicionales, que disparan un chorro de líquido inflamado, el ‘Dragón’ utiliza una reacción química para destruir vehículos blindados, estructuras metálicas y, en este caso, cubrir de fuego las trincheras rusas. Si te toca, la termita puede inflingir graves quemaduras y matar pero, incluso sin contacto, puede matar porque consume el oxígeno a su alrededor aunque no tenga la letalidad que las armas termobáricas usadas por Rusia.

Terror absoluto

La termita es especialmente devastadora por su capacidad para destruir todo lo que toca en cuestión de segundos. De ser cierta la información de este vídeo, y suponiendo que los drones se hayan fabricado en grandes cantidades —los ucranianos llevan meses de adelanto en la producción industrial de drones FPV pero el Kremlin está limitado por los bloqueos internacionales— la introducción de esta tecnología por parte de Rusia supondría una escalada física y psicológica para las tropas ucranianas, que ya se enfrentan a condiciones de combate extremas.

Los drones cargados con termita representan una amenaza terrorífica para las fuerzas de Tierra. Una vez desplegada, la única opción para los soldados es huir. Como apunta la revista Forbes, un estudio del ejército de Estados Unidos publicado el año 2000 dice que "los soldados en combate nunca intentan combatir las amenazas térmicas/incendiarias, sino que escapan de ellas lo más rápido posible." El mismo estudio concluye que los soldados tienen entre 3 y 10 segundos para escapar de la lluvia de termita antes de sufrir quemaduras profundas.