Ucrania dice que puede atacar todas las bases militares en la Rusia europea y Siria
Según el Gobierno de Kiev, sus nuevas armas les permiten atacar cualquier base rusa llegando más allá de San Petersburgo, los Urales e incluso Siria, donde ya han golpeado aviones de combate
Es oficial: según un comunicado de Kyrylo Budanov, jefe de la inteligencia militar ucraniana (HUR), Ucrania ha aumentado radicalmente el radio de acción de sus ataques aéreos, llegando tan lejos como los Urales, las bases del norte más allá de San Petersburgo, y hasta bases clave en Siria, desde donde se lanzan los ataque aéreos ordenados por el Kremlin. Según Budanov, las innovaciones en su armamento permiten que Kiev golpee objetivos situados hasta 1.800 kilómetros de distancia, algo que ha sido corroborado por las noticias de ataques admitidos por los propios rusos.
La distancia y el éxito alcanzado, afirma Budanov, ha obligado a Moscú a reubicar sus recursos militares, dando más tiempo a lo ucranianos a recuperarse y prepararse para nuevos ataques. Desafortunadamente, la estrategia plantea un riesgo real de escalada nuclear, al verse Vladimir Putin entre la espada y la pared.
Las innovaciones forzadas ucranianas
Sin embargo, las nuevas armas ucranianas nacen de un esfuerzo forzado por las restricciones impuestas por los aliados occidentales sobre el uso de misiles de largo alcance. Estas restricciones, como afirma The Kiev Post, han dejado a Ucrania sola en su esfuerzo por defenderse y atacar bases rusas, desde donde se lanzan los ataques que devastan sus ciudades. Los occidentales no quieren permitir que Ucrania utilice sus misiles avanzados contra los rusos, ya que esto podría abrir un conflicto mundial aún mayor.
Siempre según Budanov, que publicó estas declaraciones el pasado 7 de septiembre, el nuevo arsenal aire-tierra ucraniano lleva unos meses causando estragos en la infraestructura rusa. “Los aeródromos militares, que son una fuente de constante amenaza para las ciudades ucranianas pacíficas, tiemblan bajo los ataques aéreos [ucranianos]. Toda la infraestructura de Rusia, que trabaja para la guerra, ha sufrido y sufrirá pérdidas", dijo Budanov. El alcance de 1.800 kilómetros les permite llegar a puntos estratégicos de Rusia y más allá.
Desarrollos necesarios para la supervivencia
Este incremento en las capacidades ucranianas no es fortuito. Desde el inicio de la invasión rusa en 2022, Ucrania ha solicitado misiles de largo alcance a sus aliados occidentales, como el sistema ATACMS estadounidense y el misil Storm Shadow británico, ambos con un rango de 300 kilómetros. Estados Unidos y el Reino Unido han impuesto estrictas restricciones sobre el uso de estas armas en territorio ruso temiendo acciones de respuesta de los rusos. De forma efectiva, estas modificaciones limitan su empleo únicamente a la defensa del territorio ucraniano. Ante estas limitaciones, Ucrania está obligada a desarrollar sus propias soluciones.
Budanov ha subrayado esta necesidad en varias ocasiones. Según él, las bases aéreas rusas, que lanzan ataques regulares contra las ciudades ucranianas, deben ser neutralizadas. Sin la posibilidad de atacar con armamento occidental, Ucrania se ha visto obligada a crear drones y misiles capaces de realizar esta tarea. El resultado ha sido una serie de armas de largo alcance que han comenzado a mostrar su eficacia.
Golpes a las bases rusas
Uno de los primeros ejemplos de esta nueva capacidad fue el incendio en la planta militar Uraltransmash en Yekaterinburg el 18 de julio de 2024. Según medios rusos, el incendio fue producto de trabajos de soldadura, pero coincide con una serie de incendios en instalaciones militares en Rusia, lo que sugiere que los ataques ucranianos son los responsables. Uraltransmash es una fábrica clave en la producción de artillería autopropulsada para el ejército ruso, y su vulnerabilidad refuerza la eficacia de la nueva estrategia ucraniana.
Otro incidente significativo ocurrió el 4 de enero de 2024, cuando un bombardero táctico Su-34 fue destruido en el aeródromo de Shagol, en Chelyabinsk. El HUR informó que la causa del incendio aún está bajo investigación, pero la destrucción de un avión de este tipo supone un golpe considerable a la capacidad aérea de la antigua Unión Soviética.
La expansión de la guerra: Siria bajo ataque
Ucrania no solo ha dirigido su ofensiva a territorio ruso. En julio de 2024, el grupo Khimik de la inteligencia militar ucraniana llevó a cabo un ataque exitoso contra la base aérea rusa de Kuweires, al este de Alepo, Siria. Este ataque, que destruyó un complejo móvil de guerra electrónica ruso, es parte de una serie de operaciones destinadas a desmantelar la infraestructura militar rusa en el extranjero.
Según fuentes ucranianas, la base también era utilizada para entrenar y transportar mercenarios hacia Ucrania, lo que hacía de Kuweires un objetivo clave. El Ministerio de Defensa de Ucrania destacó la importancia de estas operaciones, afirmando que “el Palyanitsya ha demostrado ser un arma clave en nuestras manos para alcanzar objetivos estratégicos en territorio enemigo”.
El ataque a Kapustin Yar: un riesgo nuclear
El ataque más significativo de Ucrania en esta nueva etapa ha sido el lanzamiento de drones sobre la base de pruebas de misiles nucleares Kapustin Yar, en la región de Astracán, a finales de julio de 2024. Kapustin Yar es uno de los centros más importantes de Rusia para el desarrollo de misiles balísticos intercontinentales como el Topol-ME. El ataque, captado por imágenes satelitales, mostró marcas de explosiones y daños en varios edificios clave.
Militinaryi, un medio ucraniano, publicó un informe sobre el ataque, afirmando que "los rusos publicaron un vídeo que mostraba los ataques de UAVs golpeando el edificio de la asamblea y el campo de pruebas militares en el distrito de Akhtubinsk". Este ataque ha generado preocupación por una posible escalada nuclear, ya que Moscú ha advertido que no tolerará más ataques contra sus instalaciones estratégicas. Según el medio ruso Astra, nueve UAV impactaron en la unidad militar 15644, afectando el centro de pruebas de misiles de Znamensk, mientras otros drones golpearon la unidad militar 15650 en Akhtubinsk.
El misil-dron Palyanitsya
El arma que está detrás de muchos de estos ataques es el nuevo misil-dron Palyanitsya, desarrollado en tan solo 18 meses por ingenieros ucranianos. Este dispositivo, que combina las capacidades de un misil y un dron para realizar el papel de un misil crucero de muy bajo coste, ha permitido a Ucrania entrar hasta la cocina, destruyendo objetivos en bases aéreas y refinerías. Según Volodymyr Zelensky, el Palyanitsya "tiene el potencial para alterar el curso de la guerra". Fue utilizado por primera vez en combate el 24 de agosto de 2024, y el ataque fue un éxito. Aunque los detalles específicos sobre su alcance y carga útil siguen siendo secretos, se sabe que utiliza un motor turbojet, lo que le permite alcanzar grandes distancias con un bajo coste energético.
La estrategia es buena, como apulta el Presidente Zelensy: "Los ataques a nuestras ciudades pueden detenerse atacando a los portadores de estas armas: los aviones rusos en los aeródromos militares". Lo dificil es encontrar la oportunidad y ejecutar el plan.
Es oficial: según un comunicado de Kyrylo Budanov, jefe de la inteligencia militar ucraniana (HUR), Ucrania ha aumentado radicalmente el radio de acción de sus ataques aéreos, llegando tan lejos como los Urales, las bases del norte más allá de San Petersburgo, y hasta bases clave en Siria, desde donde se lanzan los ataque aéreos ordenados por el Kremlin. Según Budanov, las innovaciones en su armamento permiten que Kiev golpee objetivos situados hasta 1.800 kilómetros de distancia, algo que ha sido corroborado por las noticias de ataques admitidos por los propios rusos.