La máquina china para fabricar diamantes que puedes comprar en Alibaba 'por cuatro euros'

El mundo está lleno de diamantes, trozos de carbono comprimidos hasta su cristalización que no tenían valor hasta que la compañía De Beers vendió al mundo la burra de que eran únicos y preciosos. No sólo el precio de los diamantes está artificialmente inflado y su extracción manchada de esclavitud infantil y sangre, sino que ahora está al alcance de cualquiera dispuesto a pagar por una máquina para fabricarlos en su garage. Estas máquinas para crear estas piedras estaban en manos de gigantes industriales pero ahora están disponibles para su venta literalmente en Alibaba por sólo 200.000 dólares.

La historia de los diamantes fabricados en laboratorio —totalmente indistinguibles de los naturales excepto por la perfección de los primeros, debida a su falta de nitrógeno— se remonta a los años 50, cuando el químico de General Electric Howard Tracy Hall logró sintetizar el primer diamante artificial utilizando un proceso de Alta Presión y Alta Temperatura (HPHT), como apunta Javid Lakha. Desde entonces, la tecnología de producción ha avanzado enormemente.

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Precio de saldo

Ahora hay dos técnicas para fabricar diamantes sintéticos: el proceso HPHT y la Depósito Químico de Vapor (CVD). Ambos métodos requieren equipos especializados que ya se encuentran en plataformas como Alibaba. El precio de una máquina CVD es algo más elevado, llegando a los 450.000 dólares, según el ingeniero John Nagle.

Utilizar una máquina para producir diamantes no es como meter las alitas de pollo en la freidora de aire. Según Lakha, un equipo HPHT necesita “una fuente fiable de grafito de alta calidad, catalizadores metálicos como hierro o cobalto, y sistemas precisos de control de temperatura y presión”. En el caso de las máquinas CVD, se necesitan gases como metano e hidrógeno, y el control preciso de filamentos calientes o microondas para crear las condiciones adecuadas.

En otras palabras: aunque las máquinas están ahora al alcance de cualquiera, sus complejidad técnica hacen que su operación no sea sencilla. "Estos equipos requieren una inversión significativa en materiales, experiencia y sistemas de seguridad para que funcionen de manera eficiente", apuntan Lakha, gestionando con precisión los parámetros de crecimiento y manejando gases a alta presión.

Total perfección

Sin embargo, a pesar de estos retos, la disponibilidad de estos equipos a precios tan baratos indican que la industria del diamante ya no es un monopolio de compañías como De Beers. De hecho, ésta última ha invertido fuertemente en la investigación y desarrollo de diamantes sintéticos a través de su filial Element Six, con la que ha logrado crear diamantes con niveles de pureza impensables hace solo unos años. “Element Six vende diamantes sintéticos para láseres y otras aplicaciones exóticas, con niveles de impureza en el rango de partes por billón”, según afirma Nagle. De hecho, Element Six ha producido ventanas de diamante para láseres de hasta 10 centímetros de diámetro.

La industria de los diamantes naturales también ha visto importantes avances con el uso de sistema de rayos X que examinan rocas antes de romperlas o triturarlas, lo que permite detectar grandes diamantes, con tamaños de hasta 2.500 quilates. Ahora mismo, asegura Nagle, hay un exceso de diamantes demasiado grandes para ser utilizados en joyería convencional.

Toda esta industrialización y máquinas han resultado en una democratización gracias a máquinas industriales fabricadas en la India y China, como estas disponibles en el Alibaba, o las bolsas de diamantes sintéticos al kilo empaquetados en bolsas de plástico de transparente que puedes comprar en las mismas tiendas online. Un diamante sigue siendo para siempre, sí, pero vamos camino de que los regalen con los Corn Flakes.