Un nuevo 'F-16 invisible' puede ser ahora el caza del futuro de EEUU sustituyendo al F-22 y F-35
Con el caza de combate de nueva generación NGAD —un avión pesado y extremadamente caro— contra las cuerdas, el Pentágono está ahora pensando en aviones de sexta generación equivalentes al F-16 Falcon
Estados Unidos está replanteando un nuevo concepto para su caza de sexta generación radicalmente diferente al proyecto NGAD que ahora mismo está en el corredor de la muerte. En vez de una aeronave de combate pesada, el avión del futuro de EEUU puede ser un caza ligero que combina la simplicidad, tamaño y bajo coste del F-16 con los sensores, armamento e invisibilidad del F-22 Raptor y el F-35 Lightning II. Sería un caza que, por su coste, estaría más en línea con la idea moderna de la superioridad aérea basada en enjambres coordinados y, como el NGAD, podría ser pilotado o no.
Como apunta la revista aeronáutica The Aviationist, la sorpresa surgió cuando el Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, el General David W. Allvin, presentó una imagen y la idea de esta posible aeronave en la conferencia Global Air and Space Chiefs Conference de Londres, sólo unos meses después de que el Pentágono anunciara la revisión total —lo que equivale a una cancelación en la práctica— de su costoso programa Next Generation Air Dominance (NGAD) que busca desarrollar un caza de sexta generación para reemplazar al F-22 Raptor.
El concepto de este nuevo avión, basado en la idea de un ‘F-16 invisible’, se centra en producir un caza más asequible y sencillo, pero con la capacidad de evitar la detección por radares enemigos. A diferencia de los modelos más avanzados como el F-35, cuyo precio supera los 80 millones de dólares por unidad, este caza responde a la necesidad del Departamento de Defensa norteamericano de construir una nave mucho más económica, permitiendo su producción en masa y asegurando la superioridad numérica en futuros conflictos, algo vital para prevalecer ante un más que posible futuro conflicto en el Mar de China y Taiwán.
Allvin ofreció una visión de futuro para las fuerzas aéreas en la que se prioriza la adaptabilidad y la capacidad de actualización rápida a través del desarrollo de software, en lugar de depender de plataformas costosas y de larga duración. "La capacidad de actualizar a la velocidad del software, esta es la ventaja que podemos ofrecer sobre nuestros adversarios", afirmó Allvin, subrayando que el enfoque debe ser "sistémico" más que "centrado en la plataforma". Este cambio de paradigma se refleja en la idea de un caza ligero y adaptable que podría ser producido en grandes cantidades y actualizado constantemente.
La herencia del éxito del F-16
El F-16 ha sido uno de los cazas más utilizados y eficaces del planeta, valorado por su versatilidad, bajo coste y capacidad de actualización. Ahora mismo, sin embargo, los analistas norteamericanos coinciden en que el F-16 tendría problemas en un conflicto contra China y la Fuerza Aérea de Estados Unidos reconoce la necesidad de usar un avión que no solo sea asequible, sino también capaz de operar en escenarios donde la detección por radar puede ser letal. Este nuevo proyecto busca llenar ese vacío con una plataforma ligera, rápida y difícil de detectar, sin los elevados costes asociados al NGAD.
La idea de crear un ‘F-16 invisible’ va mano a mano con el creciente papel de los drones autónomos en la aviación militar. Allvin afirma que es de vital importancia que EEUU desarrolle tecnologías que permitan a las fuerzas aéreas adaptarse rápidamente a las nuevas amenazas, incluyendo el uso de enjambres de drones y otros sistemas no tripulados. El futuro de la guerra aérea, apunta, dependerá de la capacidad de las fuerzas armadas para realizar estas integraciones cibernéticas.
Nueva etapa
Mientras, EEUU ha paralizado y ordenado una evaluación exhaustiva del programa NGAD, inicialmente destinado a reemplazar a la flota de F-22 Raptor en la década de 2030. El secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, afirmó el pasado Julio que “la plataforma NGAD requiere una reevaluación total para alinearse con las restricciones presupuestarias”. Según Kendall, el diseño original del NGAD es "un concepto muy caro", y ahora el enfoque se dirige hacia soluciones más económicas que permitan a la Fuerza Aérea mantener su capacidad de combate en un mundo donde las amenazas evolucionan rápidamente.
La cancelación del diseño original del NGAD marca un punto de inflexión en la estrategia de la Fuerza Aérea. Mientras que el Pentágono sigue adelante con el desarrollo de cazas más ligeros y asequibles, también está reconsiderando el papel de los aviones tripulados en favor de tecnologías no tripuladas, como los aviones de combate colaborativos (CCA). Estos sistemas autónomos, controlados por inteligencia artificial, pueden complementar o incluso reemplazar a los cazas tripulados en un futuro próximo, lo que plantea preguntas fundamentales sobre el futuro de la aviación militar.
Estados Unidos está replanteando un nuevo concepto para su caza de sexta generación radicalmente diferente al proyecto NGAD que ahora mismo está en el corredor de la muerte. En vez de una aeronave de combate pesada, el avión del futuro de EEUU puede ser un caza ligero que combina la simplicidad, tamaño y bajo coste del F-16 con los sensores, armamento e invisibilidad del F-22 Raptor y el F-35 Lightning II. Sería un caza que, por su coste, estaría más en línea con la idea moderna de la superioridad aérea basada en enjambres coordinados y, como el NGAD, podría ser pilotado o no.