Los expertos alertan sobre el incremento de los brotes de virus letales
No es 'The last of us', pero tres virólogos alertan sobre la expansión del número de brotes y extensión geográfica de los virus más letales, tanto zoonóticos como los coronavirus, los henipavirus y el Mpox
La Organización Mundial de la Salud confirmó el 13 de febrero de 2023 un brote de la mortal enfermedad por el virus de Marburgo en Guinea Ecuatorial, país de África Central. Hasta la fecha, se han producido 11 muertes presuntamente causadas por el virus, con un caso confirmado. Las autoridades están vigilando actualmente a 48 contactos, cuatro de los cuales han desarrollado síntomas y tres están hospitalizados en el momento de esta publicación. La OMS y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU están ayudando a Guinea Ecuatorial en sus esfuerzos por detener la propagación del brote.
El virus de Marburgo y el virus del Ébola, estrechamente relacionados, pertenecen a la familia de los filovirus y son estructuralmente similares. Ambos virus causan enfermedades graves y la muerte de personas, con tasas de letalidad que oscilan entre el 22% y el 90% dependiendo del brote. Los pacientes infectados por estos virus presentan una amplia gama de síntomas similares, como fiebre, dolores corporales, síntomas gastrointestinales graves como diarrea y vómitos, letargo y a veces hemorragias.
La creciente reaparición de virus zoonóticos, los coronavirus, los henipavirus y el Mpox parecen estar influidos por la invasión humana de hábitats animales y la expansión de las áreas de distribución debida al cambio climático
Somos virólogos que estudiamos los virus de Marburgo, Ébola y otros relacionados. Nuestro laboratorio lleva mucho tiempo interesado en investigar los mecanismos subyacentes de cómo estos virus causan enfermedades en las personas. Saber más sobre cómo se transmite el virus de Marburgo de los animales a los humanos y cómo se propaga entre las personas es esencial para prevenir y limitar futuros brotes.
Enfermedad por el virus de Marburgo
El virus de Marburgo se propaga entre las personas por contacto estrecho solo después de que presenten síntomas. Se transmite a través de fluidos corporales infectados, como la sangre, y no se transmite por el aire. El rastreo de contactos es una potente herramienta para combatir los brotes. El tiempo de incubación, o tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de los síntomas, oscila entre dos y 21 días, y suele ser de entre cinco y 10 días. Esto significa que los contactos deben ser observados durante largos periodos para detectar posibles síntomas.
El virus de Marburgo no puede detectarse antes de que los pacientes presenten síntomas. Una de las principales causas de propagación de la enfermedad por el virus de Marburgo es la transmisión post mortem debida a los procedimientos tradicionales de enterramiento, en los que familiares y amigos suelen tener contacto directo piel con piel con personas fallecidas por la enfermedad.
En la actualidad no existen tratamientos ni vacunas aprobados contra la enfermedad por el virus de Marburgo. Las vacunas candidatas más avanzadas que se están desarrollando utilizan estrategias que han demostrado su eficacia para proteger contra la enfermedad por el virus del Ébola.
Sin tratamientos ni vacunas eficaces, el control de los brotes del virus de Marburgo se basa principalmente en el rastreo de contactos, las pruebas de muestras, el seguimiento de los contactos de los pacientes, las cuarentenas y los intentos de limitar o modificar las actividades de alto riesgo, como las prácticas funerarias tradicionales.
¿Cuáles son las causas de los brotes del virus de Marburgo?
Los brotes del virus de Marburgo tienen una historia inusual.
El primer brote registrado de la enfermedad por el virus de Marburgo se produjo en Europa. En 1967, trabajadores de laboratorio de Marburgo y Fráncfort (Alemania), así como de Belgrado (Yugoslavia, actual Serbia), se infectaron con un patógeno desconocido hasta entonces tras manipular monos infectados que habían sido importados de Uganda. Este brote condujo al descubrimiento del virus de Marburgo.
Identificar el virus solo llevó tres meses, lo que en aquel momento era increíblemente rápido teniendo en cuenta las herramientas de investigación disponibles. A pesar de recibir cuidados intensivos, siete de los 32 pacientes fallecieron. Esta tasa de letalidad del 22% fue relativamente baja en comparación con los brotes posteriores del virus de Marburgo en África, que han tenido una tasa de letalidad acumulada del 86%. Aún no está claro si estas diferencias en la letalidad se deben a la variabilidad en las opciones de atención al paciente o a otros factores, como las distintas cepas víricas.
Posteriormente, se produjeron brotes de enfermedad por el virus de Marburgo en Uganda y Kenia, así como en la República Democrática del Congo y Angola, en África Central. Además del brote actual en Guinea Ecuatorial, los recientes casos de virus de Marburgo en Guinea en 2021 y Ghana en 2022 ponen de relieve que el virus de Marburgo no se limita a África Central.
Existen pruebas fehacientes de que el murciélago frugívoro egipcio, reserva animal natural del virus de Marburgo, podría desempeñar un papel importante en la propagación del virus a las personas. La localización de todos los brotes de virus de Marburgo coincide con el área de distribución natural de estos murciélagos. La gran extensión de los brotes de virus de Marburgo no es sorprendente, dada la ecología del virus. Sin embargo, los mecanismos de propagación zoonótica, o de animal a humano, del virus de Marburgo siguen siendo poco conocidos.
El origen de varios brotes de la enfermedad por el virus de Marburgo está estrechamente relacionado con la actividad humana en cuevas donde se refugian los murciélagos frugívoros egipcios. Más de la mitad de los casos de un brote de 1998 en el noreste de la República Democrática del Congo se dieron entre mineros de oro que habían trabajado en la mina de Goroumbwa. Curiosamente, el final del brote de casi dos años coincidió con la inundación de la cueva y la desaparición de los murciélagos en el mismo mes.
Asimismo, en 2007, cuatro hombres que trabajaban en una mina de oro y plomo en Uganda, donde se sabía que se posaban miles de murciélagos, se infectaron con el virus de Marburgo. En 2008, dos turistas se infectaron por el virus tras visitar la Cueva de la Pitón, en el bosque de Maramagambo (Uganda). Ambas desarrollaron síntomas graves al regresar a sus países de origen: la mujer de los Países Bajos murió y la de Estados Unidos sobrevivió.
El área de distribución geográfica de los murciélagos frugívoros egipcios se extiende a amplias zonas del África subsahariana y el delta del río Nilo, así como a partes de Oriente Medio. Existe la posibilidad de que se produzcan brotes zoonóticos en cualquiera de estas regiones.
Brotes más frecuentes
Aunque los brotes de enfermedad por el virus de Marburgo han sido históricamente esporádicos, su frecuencia ha ido en aumento en los últimos años.
La creciente aparición y reaparición de virus zoonóticos, incluidos los filovirus (como los virus Ébola, Sudán y Marburgo), los coronavirus (causantes del SARS, el MERS y el COVID-19), los henipavirus (como los virus Nipah y Hendra) y el Mpox parecen estar influidos tanto por la invasión humana de hábitats animales anteriormente inalterados como por las alteraciones de las áreas de distribución de los hábitats de la fauna salvaje debidas al cambio climático.
La mayoría de los brotes del virus de Marburgo se han producido en zonas remotas, lo que ha ayudado a contener la propagación de la enfermedad. Sin embargo, la amplia distribución geográfica de los murciélagos frugívoros egipcios que albergan el virus hace temer que futuros brotes de la enfermedad por el virus de Marburgo se produzcan en nuevos lugares y se propaguen a zonas más densamente pobladas, como se vio en el devastador brote del virus del Ébola de 2014 en África Occidental, donde murieron más de 11.300 personas.
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Adam Hume es profesor asistente de investigación de Microbiología, Universidad de Boston. Elke Mühlberger es profesora de Microbiología, Universidad de Boston. Judith Olejnik es investigadora científica sénior, Universidad de Boston. Este artículo ha sido traducido y publicado en Novaceno con licencia Creative Commons. Puede leer el artículo original en inglés aquí.
La Organización Mundial de la Salud confirmó el 13 de febrero de 2023 un brote de la mortal enfermedad por el virus de Marburgo en Guinea Ecuatorial, país de África Central. Hasta la fecha, se han producido 11 muertes presuntamente causadas por el virus, con un caso confirmado. Las autoridades están vigilando actualmente a 48 contactos, cuatro de los cuales han desarrollado síntomas y tres están hospitalizados en el momento de esta publicación. La OMS y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU están ayudando a Guinea Ecuatorial en sus esfuerzos por detener la propagación del brote.