Se acercan los minireactores flotantes que prometen energía más barata y segura
Estos minirreactores nucleares flotantes de sal fundida son más seguros y se pueden desplazar fácilmente. Ahora han recibido la luz verde de la Oficina Americana de Transporte Marítimo
Samsung Heavy Industries (SHI) y la compañía danesa Seaborg Technologies continúan avanzando en el desarrollo de sus minireactores nucleares flotantes. Este sistema, del que hablamos aquí hace tiempo, promete reducir la dependencia de los combustibles fósiles y revolucionar el mercado de la energía. Ahora, la Oficina Americana de Navegación (ABS) ha dado luz verde a su diseño de minicentrales flotantes (CMSR).
La filial de Samsung y Seaborg firmaron en abril del año pasado un memorandum de entendimiento por el que el primero aportará su experiencia como la mayor constructora de barcos del mundo y la otra su diseño de CMSR.
Estas centrales nucleares flotantes son modulares y se pueden equipar con entre dos y ocho reactores de 100 megavatios, dependiendo de la demanda de producción de energía. SMI asegura que estas centrales nucleares flotantes pueden servir no solo como "alternativa para las instalaciones de generación de energía de combustibles fósiles existentes, sino también como una fuente de electricidad y energía térmica para los sistemas de calefacción industrial, la producción de hidrógeno y las instalaciones de desalinización de agua de mar”.
Cómo funcionan
Los reactores de la compañías danesa, en lugar de usar barras de combustible sólido, que necesitan refrigeración constante, mezclan el combustible con una sal líquida que actúa como refrigerante. Para ello emplean una sal de flúor que está en estado sólido hasta que alcanzan los 500 grados Célsius, momento en el que se funde permitiendo disolver uranio en ella.
Esto es clave para la seguridad del sistema. El reactor funciona a una presión cercana a la atmosférica, así que cuando la sal de flúor está líquida fluye por dentro del reactor mezclándose con el uranio y haciendo que este se enfríe. Si el combustible se expone al aire, en lugar de producirse una enorme explosión de vapor radiactivo, como sucede con los reactores nucleares tradicionales, la sal se solidifica con el combustible nuclear dentro y forma una roca.
Al convertirse en sólido y no en vapor, no hay tanto peligro de que la radiación se expanda, explica Seaborg. La piedra de sal de flúor, además, no se disuelve bien en el agua, así que si cayera al mar la radicación seguiría sin extenderse más allá.
Además hay otra capa de seguridad. Según Seaborg, sus CMSR cuentan con un tapón de sal en el fondo que se derrite inmediatamente provocando que el núcleo del reactor se vacíe y el contenido caiga dentro de una serie de tanques de drenaje refrigerados situados debajo. Este sistema, comentan, impide que el uranio se utilice para fabricar armas nucleares, es lo suficientemente pequeño como para caber en un contenedor de transporte y puede funcionar durante 12 años sin tener que cambiar el combustible.
Según la compañía danesa, su sistema podría funcionar además con los residuos radiactivos de otros reactores y podría ser una solución para la gestión de este material de desecho tan problemático.
Listos para 2028
Ahora, la Oficina Americana de Navegación les ha concedido una ‘aprobación en principio’. Esto significa un espaldarazo a las pretensiones de ambas compañías en esta fase temprana de desarrollo que les ayudará a demostrar la viabilidad de su concepto a inversores y organismos regulatorios. Esta aprobación prueba que el concepto propuesto incluye una tecnología nueva que cumple con los estándares de la ABS, así como con el de la industria.
La estimación de SHI es que los CMSRs estarán listos en 2028. Pero para eso tendrán que terminar el diseño al completo. Seaborg, además, está intentando expandir el negocio a países en vías de desarrollo que tengan problemas para asegurar un suministro contínuo de electricidad.
Samsung Heavy Industries (SHI) y la compañía danesa Seaborg Technologies continúan avanzando en el desarrollo de sus minireactores nucleares flotantes. Este sistema, del que hablamos aquí hace tiempo, promete reducir la dependencia de los combustibles fósiles y revolucionar el mercado de la energía. Ahora, la Oficina Americana de Navegación (ABS) ha dado luz verde a su diseño de minicentrales flotantes (CMSR).