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Rusia puede neutralizar la gran ventaja estratégica de Ucrania
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Los satélites de Elon Musk

Rusia puede neutralizar la gran ventaja estratégica de Ucrania

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso acaba de declarar que, si se usan en la guerra de Ucrania, el Ejército ruso podría destruir satélites occidentales con justificación

Foto: Soldados ucranianos abriendo un paquete Starlink. (Newsy)
Soldados ucranianos abriendo un paquete Starlink. (Newsy)

Rusia ha amenazado con la destrucción de satélites occidentales si Kiev los utiliza para atacar al ejército ruso, algo que podría ser una posibilidad real o un nuevo esfuerzo para amedrentar a occidente, en especial a Elon Musk y su compañía SpaceX.

Foto: El nuevo catalizador promete atrapar las emisiones a un precio menor del actual. (JuniperPhoton - Unsplash)

Según apunta el Wall Street Journal, la agencia de noticias rusa TASS afirma que Konstantin Vorontsov — funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú — ha declarado que los satélites "pueden ser un objetivo legítimo para un ataque de represalia" si Ucrania los está utilizando para atacar a Rusia.

Esto incluiría a los satélites espías norteamericanos y de otros países. EEUU utiliza sus satélites para facilitar información de movimientos de tropas rusas. Esta labor de inteligencia es vital para las decisiones estratégicas y tácticas al Ejército de Kiev, como se puede ver en el vídeo bajo estas líneas. Pero es improbable que Rusia se atreva a atacar estas naves, ya que EEUU y la OTAN podrían consideralo un ataque sobre su territorio. Esto les obligaría a entrar directamente en el conflicto o, por lo menos, tomar represalias contra objetivos similares del Ejército ruso. Sería un camino que podría derivar rápidamente en una dramática escalada del conflicto.

Por eso, es probable que Vorontsov se esté refiriendo a los satélites Starlink de Elon Musk. El magnate amenazó recientemente con quitar este servicio a Ucrania a no ser que EEUU pagara la conexión. El Ejército ucraniano utiliza estos satélites para comunicarse y recibir datos entre unidades. Es un flujo de comunicación crucial para sus operaciones militares contra las tropas rusas.

De hecho, sin Starlink, es posible que Ucrania no se encontrara en la posición en la que está en estos momentos. Esta red internet espacial se usa para todo tipo de operaciones clave, desde dirigir los objetivos de la artillería, como las unidades HIMARS, a enviar órdenes y coordinar operaciones de forma constante. Finalmente, Musk dijo que iba a seguir permitiendo el acceso "gratuito" a Kiev (aunque, en realidad, las terminales las pagó en su mayoría el Pentágono).

Rusia tiene el arma para hacerlo sin problemas

No sería la primera vez que el Ejército ruso destruye un satélite. El 15 de noviembre de 2021, Rusia lanzó un misil espacial para destruir su viejo satélite Cosmos 1408 a una altitud de 480 kilómetros. La innecesaria prueba recibió la condena inmediata de la comunidad internacional, especialmente de los EEUU y Europa, que denunciaron que la explosión suponía un serio peligro para las actividades espaciales de todas las naciones del planeta, incluyendo los propios cosmonautas rusos en la Estación Espacial Internacional.

Casi 4.000 naves vitales para la humanidad y más de una docena de astronautas continúan en peligro de ser alcanzados por los más de 1.500 pedazos de metralla que orbitan la Tierra a velocidad hipersónica producto de aquella explosión. Un año después, los resultados de aquel test siguen amenazando la intrastructura espacial que sostiene la civilización. El Kremlin negó que esta prueba de fuerza innecesaria fuera peligrosa, pero el tiempo ha demostrado que eso era otra mentira más del Kremlin, cuyas falsedades han sido ampliamente probadas y documentadas una y otra vez.

El Kremlin afirmó entonces que la acusación era falsa: "Estados Unidos sabe con certeza que los fragmentos emergentes en el momento de la prueba y en términos de parámetros de la órbita no representaron ni plantearán ninguna amenaza para las estaciones orbitales, los satélites y la actividad espacial". Ahora sabemos con certeza que las palabras del Ministerio de Defensa ruso eran completamente falsas.

Las consecuencias secundarias de un ataque

Minutos después de aquella prueba, los astronautas de la ISS tuvieron que refugiarse en sus naves durante seis horas, preparados para la evacuación, por orden de los centros de control en Estados Unidos y la propia Rusia. Después de aquella situación, se han sucedido los incidentes. En enero, la estación espacial china se libró por los pelos de un impacto directo: la metralla pasó a solo a 14,5 metros de la estación a 5,27 kilómetros por segundo. Una distancia que en el espacio es equivalente a una bala pasando a un nanómetro de tu piel.

placeholder La última tripulación llegada este mes a la ISS en una nave Dragon. (SpaceX)
La última tripulación llegada este mes a la ISS en una nave Dragon. (SpaceX)

El penúltimo incidente fue en junio de este año, cuando los propulsores Progress 81 de la ISS se activaron durante cuatro minutos y 34 segundos en una acción evasiva contra uno de los trozos del satélite ruso. Esa fue la tercera vez que la ISS tuvo que cambiar su trayectoria por culpa del desafío de Vladímir Putin a las leyes internacionales que rigen la actividad humana en el espacio. Operadores de satélite han tenido que realizar operaciones similares.

Ahora, cerca del primer aniversario de la prueba militar rusa, la NASA ha vuelto a anunciar una maniobra de emergencia en la ISS para reducir el peligro de colisión con un pedazo del Cosmos: “Esta noche, los propulsores Progress 81 de la Estación Espacial Internacional dispararon durante 5 minutos y 5 segundos en una maniobra evasiva predeterminada (PDAM) para incrementar la distancia de la ISS con la órbita prevista de un fragmento [del satélite ruso] Cosmos 1408”.

placeholder Primera imagen de parte de la nube de metralla creada por la explosión de un satélite soviético Cosmos 1408 causada por un misil ruso A-235 Nudol el 15 de noviembre de 2021. (Cam Key/Numerica Corporation)
Primera imagen de parte de la nube de metralla creada por la explosión de un satélite soviético Cosmos 1408 causada por un misil ruso A-235 Nudol el 15 de noviembre de 2021. (Cam Key/Numerica Corporation)

La nube de desechos metálicos sigue volando a velocidad hipersónica en órbita baja poniendo en peligro futuras misiones.

Si Rusia decide finalmente atacar satélites occidentales, ya sean militares o civiles, los trozos resultantes podrían dar lugar a un juego de carambolas espaciales —el llamado síndrome de Kessler— que podría tener el efecto colateral de derribar parte de la infraestructura espacial global, eventualmente provocando un gran apagón de comunicaciones y servicios fundamentales para el funcionamiento de nuestra sociedad. Estos trozos metálicos también podrían derribar la ISS y otras naves espaciales tripuladas o de carga.

Rusia ha amenazado con la destrucción de satélites occidentales si Kiev los utiliza para atacar al ejército ruso, algo que podría ser una posibilidad real o un nuevo esfuerzo para amedrentar a occidente, en especial a Elon Musk y su compañía SpaceX.

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