EEUU y China aceleran el desarrollo de nuevas armas por la guerra de Ucrania
China y EEUU están usando Ucrania para aprender lecciones y recalibrar su maquinaria militar. Su objetivo: prepararse para una guerra del futuro radicalmente diferente a las actuales
EEUU y China están utilizando la guerra en Ucrania para recalibrar sus tácticas militares en futuros conflictos armados. La defensa ucraniana de bajo coste ha pillado por sorpresa a chinos y americanos, especialmente el uso de los drones, que han demostrado una efectividad sorprendente contra ‘la invasión de tres días’ del ejército ruso.
El peso de este conflicto bélico se está notando a todos los niveles. El pasado dos de junio, por ejemplo, supimos que el ejército estadounidense había retrasado su nueva doctrina militar para “añadir las lecciones de Ucrania”. Según el General del ejército de tierra Paul Funk, este conflicto es una oportunidad para reevaluar sus tácticas e incorporarlas a un manual de operaciones que no se actualiza desde 2018.
"El futuro de la guerra será un coche entre tecnologías y sistemas"
Todo esto a pesar de que los Estados Unidos lleva desarrollando drones como los Gray Eagle capaces de llegar a Moscú — y que planea vender a Ucrania — durante décadas. La tecnología norteamericana está muy por delante de la del resto del mundo, incluyendo China y Rusia, pero el éxito incontestable de los drones baratos como los Bayraktar turcos y modelos comerciales para reconocimiento ha causado un gran impacto en el Pentágono, las agencias de inteligencia y los ‘think tank’ de defensa occidentales.
La amenaza de los drones baratos
Los expertos militares norteamericanos del Instituto de Estudios Aeroespaciales de China, por ejemplo, afirman que EEUU debe incrementar drásticamente los esfuerzos de defensa contra los drones de bajo coste, especialmente los modelos chinos.
Su director, Brendan Mulvaney, declaró a la revista Air Force Magazine que es una de esas cosas que le asustan, incluso sabiendo la potencia de los sistemas de defensa con microondas que el Pentágono está probando. Mulvaney afirma que ahora mismo no cree que occidente esté preparado para defenderse ante enjambres de drones de usar y tirar que pueden saturar sus defensas y sembrar la destrucción en tierra, mar y aire.
"Podremos derribar un montón de drones, pero no sé si esto es aplicable en todas partes y todo el tiempo", dice Mulvaney, añadiendo que “una nación más pequeña podría tener un montón de drones en los que simplemente no hemos pensado”. China está vendiendo drones baratos sin restricciones mientras que otros países, como Irán, también están desarrollando aeronaves al estilo de los Bayraktar o los Gray Eagle con los que poder atacar a sus enemigos (de ahí que Israel esté invirtiendo agresivamente en diferentes soluciones de defensa).
Mientras, el ejército chino continúa desarrollando más drones aprendiendo de las lecciones Ucrania. Como dice Meng Fansong — profesor asociado de la facultad de información y comunicación de la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de Wuhan — en la revista militar Command Control and Simulation, "este conflicto desencadenará sin duda una reacción en cadena en el sector militar y tecnológico. El futuro de la guerra será un choque entre tecnologías y sistemas”.
China reconoce el poder americano
La potencia asiática está ahora desarrollando drones equipados con sistemas tácticos de inteligencia artificial, bandadas de aves de presa coordinadas con conexiones de alta velocidad para predecir el movimiento de unidades enemigas y atacar por su cuenta cuando vean la oportunidad.
Sus planes van mucho más allá de este tipo de guerra de drones masiva, incluyendo drones autónomos que atravesarán las líneas enemigas, usando tecnología de reconocimiento facial, asesinar a políticos y militares de alta graduación enemigos si llegara el caso. Al parecer, el gran número de muertes de altos mandos rusos causadas por el ejército ucraniano es algo que ha fascinado a los mandamases del ejército popular chino tanto o más que la eliminación de soldados y unidades blindadas.
Los chinos también reconocen el poderío de los americanos en este tipo de guerra. Según Meng, "en este conflicto, los militares de [EEUU] han introducido en el algoritmo toda la información del campo de batalla y los objetivos de los ataques. El sistema de inteligencia artificial [americano] determinó los objetivos de ataque y los priorizó según el grado de amenaza". En su estudio, Meng afirma que Ucrania se apoyó en este sistema de inteligencia artificial “para calcular y predecir con antelación la hora de salida, la ubicación, el destino y las fuerzas de escolta del transporte logístico del adversario, y luego enviar el avión no tripulado [Bayraktar] TB-2 para llevar a cabo ataques precisos".
En definitiva, la guerra de videojuego ya está aquí.
EEUU y China están utilizando la guerra en Ucrania para recalibrar sus tácticas militares en futuros conflictos armados. La defensa ucraniana de bajo coste ha pillado por sorpresa a chinos y americanos, especialmente el uso de los drones, que han demostrado una efectividad sorprendente contra ‘la invasión de tres días’ del ejército ruso.