La cama inteligente que puede mejorar tu salud

No sabemos si Eight Sleep Pod — una cama que supuestamente permite que duermas mejor y tengas mejor salud — es el futuro del sueño o un timo como el de las pulseras holográficas o aquellas de bolitas magnéticas que se ponían nuestros abuelos. Lo que sí sabemos es que está haciendo furor entre los inversores de capital riesgo y los fundadores de startups de Silicon Valley. Y que es el último de una serie de gadgets que puede cambiar la medicina para siempre.

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También sabemos que, por lo que dicen sus usuarios y fans acérrimos, debe ser mejor que el sexo, como apunta Fast Company en un artículo que repasa las virtudes de un producto que ya ha atraido 150 millones de dólares de inversión y que aspira a cambiar la manera en que dormimos.

¿Cómo funciona?

El Eight Sleep Pod es una combinación de cama y cubrecama con un precio a partir de 2.500 dólares, dependiendo de la cama (también tienen un cubrecama para cualquier colchón que ofrece las mismas funciones a partir de 1.600 dólares) Cuenta con sensores distribuidos por toda la superficie que miden todo tipo de marcadores biológicos, desde el número de pulsaciones por minuto cuando estás descansando a la variabilidad de ese ritmo y el ritmo respiratorio. También detecta el movimiento de tu cuerpo y los diferentes tipos, como los espasmos o los cambios de orientación.

El sistema, dice la compañía, tiene un sistema de inteligencia artificial que sabe cuando estás despierto o dormido. Y, cuando estás dormido, puede identificar si estás en fase de sueño ligero, profundo o fase REM. Toda esta información es capturada en una aplicación para iOS y Android, claro, que da una puntuación a la calidad de tu sueño de 1 a 100.

El sistema soporta parejas para la monitorización de datos. Sus dos zonas separadas pueden controlar la temperatura — de 12 a 43 grados centígrados — de forma independiente gracias a un sistema de climatización por microcanales de agua. No sólo puedes fijar tu temperatura favorita sino que el sistema la modifica automáticamente durante la noche para optimizar tu sueño, dependiendo de la fase en la que estés, la temperatura y la humedad de la habitación.

La temperatura también varía para ayudar a despertarte de forma natural, mientras la cama vibra suavemente para que la transición sea lo más suave y natural posible.

La monitorización clave para el futuro la salud

Todo el mundo entrevistado por Fast Company dice lo mismo: la calidad de sueño y el bienestar general han subido. Duermen más, más profundo y se sienten mucho mejor durante el día. Quizás esto se deba al efecto placebo después de pagar 3.000 dólares por una cama, pero cualquier cama buena cuesta ese dinero y, para los habitantes de Silicon Valley y sus tarjetas titanio, comprarse uno de estos gadgets es lo mismo que comprarse un colchón de cuartel de segunda mano.

Lo cierto es que últimamente hay una obsesión por la calidad del sueño. Las pulseras de actividad o los teléfonos inteligentes soportan ya un análisis de datos del sueño básicos. Una cama como la Eight Sleep Pod lo único que hace es aumentar el número de sensores y ofrecer funciones como el cambio de temperatura que, objetivamente, afectan al bienestar y en teoría facilitan un sueño óptimo.

Pero los sensores son realmente la clave para nuestra salud. La cantidad masiva de datos biométricos que estamos recogiendo de nosotros mismos y su análisis con sistemas de inteligencia artificial serán claves para alertarnos de posibles enfermedades y prevenirlas antes de que sea demasiado tarde.

Es una nueva aproximación a la salud y la medicina, pasando de la reacción a la enfermedad cuando se manifiesta a predecirla gracias a esos datos y actuar preventivamente antes de que se produzca. Es algo que tendrá un efecto radical en nuestra calidad, en la esperanza de vida y en la economía: prevenir e intervenir de forma temprana rebajará las hospitalizaciones y la complejidad de los tratamientos, lo que traerá un ahorro considerable en el cuidado médico y en el ámbito laboral.