China planea una aerolínea hipersónica para 2045

Los chinos siguen sin dar tregua. Y aunque muchas veces sus propuestas parecen una carta a los Reyes Magos, no podemos menospreciar su extraordinario tesón y capacidad cuando siguen batiendo récords, desde la computadora cuántica más poderosa del planeta a aterrizar en Marte a la primera (cuando ni siquiera Estados Unidos pudo conseguirlo). Ahora quieren tener una ‘aerolínea espacial’ para 2045 y un dron hipersónico en Marte. Toma geroma pastillas de tofu frito.

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China afirma que su flota de naves hipersónicas — que utilizará un diseño de motor ramjet que consume el propio oxígeno de aire como combustible principal — será capaz de unir cualquier punto de la Tierra en un par de horas a unos 6.000 kilómetros por hora. Casi seis veces la velocidad del sonido.

Las primeras pistas sobre estas ambiciones del gigante asiático comenzaron en 2018, pero han ido evolucionando lento pero seguro. A medida que hemos conocido el resultado de más investigaciones, poco a poco, vemos que van abriendo la puerta a este tipo de diseños igual que Rusia (que lleva varios éxitos con su misil hipersónico destructor de portaaviones… o cualquier cosa). Estados Unidos, incomprensiblemente, sigue fallando miserablemente en todas sus pruebas de armas hipersónicas.

Grandes planes de futuro

Según el venerable periódico de Hong Kong South China Morning Post — tristemente convertido en altavoz del gobierno de Pekín en los últimos años — aparte de la aerolínea hipersónica China también quiere fabricar un dron hipersónico para volar en Marte. La agencia espacial china afirma que será una de las claves para la colonización del planeta rojo, aunque tampoco explica exactamente por qué.

El diario asegura que un equipo de científicos chinos liderados por el Profesor Xu Xu — del colegio de aeronáutica de la Universidad de Beihang en Pekín — afirma que es difícil pero en absoluto imposible. Después de todo, los ramjets o scramjets están diseñados para funcionar hasta a 100 kilómetros de altitud, muy por encima del límite de la mesosfera.

A esa altitud hay muy poca densidad de moléculas de gas, como en la atmósfera marciana. En Marte, según los cálculos del profesor, el dron operaría sin problemas, pudiendo mover su cuerpo de 500 kilogramos a cinco veces la velocidad del sonido sobre una distancia de 1.000 kilómetros, ayudado en parte por la baja gravedad del planeta.

El combustible base de esta máquina será el magnesio y su forma — atendiendo a los diseños compartidos en su investigación — será en ala delta. El dron marciano llegará algo más tarde de la flota de naves terrestres, dicen, en algún momento de la década de los 50.

Aerolíneas hipersónicas

En la Tierra, China dice que espera poder trasladar 10.000 pasajeros en vuelos hipersónicos todos los años en sus naves de 145 metros de longitud en menos de 15 años. Este proyecto tiene como padrino una de las luminarias del programa espacial chino, el ingeniero Liu Rui, que está también detrás de las misiones chinas a la Luna y Marte. Su objetivo es construir los primeros motores antes de que acabe esta década.

Las ventajas del vuelo hipersónico son muchas. Aparte de recortar un Pekín-Nueva York de 12 horas y media a menos de dos, a esa altitud de crucero no habrá turbulencias. Como bien apunta Elon Musk para vender las bondades de su idea de bombero — usar cohetes Starship para sustituir a los aviones de largo recorrido — ni te enterarás de que la aeronave se está moviendo. La idea de Musk es que sus Starship sean un día tan baratos que reutilizarlos como hacemos con los aviones sea posible.

Musk logrará este viaje punto a punto en el primer vuelo al espacio de su Starship. Pero una cosa es lograr hacerlo una vez y otra mucho más difícil convertir a estas naves en una línea aérea “convencional”, como si fuera Iberia pero sin su pésimo servicio al cliente. Igual que los chinos, SpaceX tiene un largo camino por delante para materializar su fantástica visión.

Los que tienen un camino un poco más corto son los miembros del ejército chino que, según informa el diario de Hong Kong, por ahora son los únicos con la exclusiva de la tecnología hipersónica “Made in China”.