La loca idea de Elon Musk para relanzar cohetes horas después de su aterrizaje

Elon Musk ha parido otra idea loca para su SpaceX: un método para capturar cohetes y naves espaciales en el aire y prepararlos para su lanzamiento a las pocas horas de volver a la Tierra. Lo llama ‘Mechazilla’.

Mechazilla es una vuelta de tuerca de la tecnología de aterrizaje que ya utilizan los cohetes reutilizables Falcon.

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Pero, en vez de dejar que un cohete o nave se posen sobre el suelo para ponerlo sobre un vehículo y llevarlo a la torre de lanzamiento donde grúas gigantes lo volverían a poner en posición de lanzamiento, este sistema los capturaría en pleno vuelo en la misma torre utilizada para el despegue.

Cómo funciona

La idea de Musk es transformar sus torres de lanzamiento en una especie de Mazinger Z estacionarios, con unos brazos gigantes mecanizados capaces de soportar el peso de estas máquinas.

Después del lanzamiento, el cohete Super Heavy Booster volvería a la misma torre desde la que salío. Ralentizando su velocidad gracias a sus cohetes Raptor y estabilizado por su movimiento y sus estabilizadores en la parte superior, el cohete se alineará con la torre y ralentizará su velocidad hasta quedar suspendido en el aire.

Como muestra el vídeo sobre estas líneas, en ese momento los brazos de Mechazilla agarrarían el SHB para — ayudados por una grúa en la parte superior de la torre — volver a colocarlo sobre la plataforma de lanzamiento de hormigón armado.

La nave Starship sería capturada de la misma manera, como muestra el vídeo bajo estas líneas (una versión actualizada siguiendo los comentarios del propio Musk). Una vez en los brazos de Mechazilla, otro brazo adicional estabilizaría la primera fase antes de colocar el Starship sobre ella.

En ese momento, el equipo de tierra se encargaría de anclar, inspeccionar y preparar el conjunto para un nuevo lanzamiento a las pocas horas.

Volver a lanzar en el menor tiempo posible

Musk llama a sus Mechazillas la “fase 0” de sus cohetes, por la importancia vital que tienen dentro del funcionamiento de las naves de SpaceX.

La idea de Musk siempre ha sido hace que el proceso de reutilizaciñón de las naves esté tan mecanizado y automatizado que los costes operacionales sean mínimos durante toda la vida de estos aparatos (que se estima en unos 20 lanzamientos por nave). En su mundo ideal, Starbase contará con decenas de estas plataformas desde las que despegarán y aterrizarán naves de manera constante en durante la próxima década para así poder colonizar la Luna y Marte.

Es un concepto radical pero posible desde el punto de vista mecánico. Y tan radical como la reutilización de cohetes por la que nadie daba un euro hace pocos años. Habrá que ver si esta vez es capaz de hacerlo realidad otra vez.