Extender la vida de los perros servirá para extender la vida humana

Una nueva compañía californiana está desarrollando dos compuestos para extender la vida de los perros y mantenerlos jóvenes. Su esperanza no es solo ser un éxito y ayudar a millones de amantes de los perros en extender unas vidas, que se acaban demasiado pronto, sino abrir la puerta a terapias que extiendan nuestra vida y nos mantengan jóvenes.

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La compañía se llama Loyal y está liderada por Celine Halioua, que según la revista Bloomberg estaba haciendo su doctorado en Economía de las Terapias Génicas antes de abandonar para irse a trabajar en la fundación Longevity. Allí conoció a una directiva de la fundación llamada Laura Deming, que fue la que puso los recursos para fundar Loyal.

Un negocio de miles de millones

La idea del negocio es sencilla: hay cientos de millones de personas que adoran a sus perros. Esas personas no quieren verlos morir a los 12 o 14 años. Como decía el legendario cómico norteamericano George Carlin, adoptar un perro es adoptar una pequeña tragedia porque, a no ser que estés al final de tu propia vida, siempre vas a sobrevivirle.

Su idea no es solo extender la vida del can, sino mantenerlo joven y a salvo de las típicas enfermedades degenerativas que también afectan a los humanos en la vejez, excepto que los canes las viven de forma acelerada. Enfermedades que suelen acabar en una visita al veterinario primero y a Anubis después.

Por ahora no cuentan cómo lo van a hacer exactamente. Solo dicen que van a comenzar sus experimentos con “dos compuestos con propiedades antienvejecimiento en 2022”. Su objetivo final es vender tratamientos que permitan ampliar la vida de los perros significativamente e incrementar su nivel de calidad de vida. Probablemente serán tratamientos costosos, jugando con el miedo humano a la pérdida de una amistad animal sobre el que quieren construir un negocio millonario.

La fuente de la eterna juventud

Pero esto no termina en los canes ni en esta compañía. El objetivo final es el ser humano, el santo grial —la fuente de la eterna juventud—.

La idea de extender la vida humana y convertir la muerte en una enfermedad crónica no es nueva. Ha habido estudios de terapias para la extensión de la vida que han mostrado serias promesas en animales de laboratorio, pero ninguna de las grandes farmacéuticas se ha lanzado a desarrollarlas para seres humanos. En 2020, la universidad de Tel Aviv afirmó haber encontrado una forma de extender los telómeros, las partes del ADN que limitan el número de divisiones celulares hasta que la célula muere. Según el estudio realizado en humanos, el tratamiento fue capaz de revertir el envejecimiento.

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Pero llevar un tratamiento de cualquier tipo a los humanos cuesta miles de millones de dólares y varias décadas de desarrollo. Sin embargo, el coste de hacer lo mismo con los perros es infinitamente menor. De ahí el repentino interés en Loyal y otros programas como el Dog Aging Project, un estudio científico ahora en curso en los Estados Unidos con 30.000 perros que están tomando dosis bajas de la droga rapamycin, un medicamento actualmente utilizado en dosis mucho más altas para tratar el rechazo a los trasplantes en los humanos, según Bloomberg.

La otra barrera importante es el factor mental. Aunque hay mucha gente que quiere vivir más años y mantenerse joven, otros no parecen estar tan interesados, quizás movidos por el clásico efecto psicológico del “virgencita, virgencita, que me quede como estoy”. Pero, si compañías como Loyal —y otras similares— tienen éxito en su aventura, es posible que la perspectiva de la humanidad cambie y se abra a la idea de este tipo de terapias de extensión de la vida.