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Cinco motores espaciales que nos pueden sacar del sistema solar
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Viajes interestelares

Cinco motores espaciales que nos pueden sacar del sistema solar

Desde los años cincuenta, científicos de todos los países están dándole vueltas a cómo crear un propulsor que nos permita hacer viajes interestelares. En este artículo, vamos a repasar algunos de los más importantes

Foto: Concepto del Proyecto Daedalus por Adran Mann.
Concepto del Proyecto Daedalus por Adran Mann.

Los seres humanos somos exploradores por naturaleza. Miramos las estrellas y no podemos evitar ese comezón por descubrir cosas remotas al que se refería Melville en 'Moby Dick'. Pero para salir del sistema solar apenas nos alcanzan los medios tecnológicos actuales y hay que tirar de teoría y fórmulas matemáticas para encontrar la manera de acortar las enormes distancias que nos separan de las otras estrellas.

Uno de los científicos que lo hacen es Kelvin F. Long, un físico e ingeniero aeroespacial británico, director de la Initiative for Interstellar Studies y autor de libros como ‘Deep Space Propulsion: A Roadmap to the Stars’ ('Propulsión para el espacio profundo: una hoja de ruta hacia las estrellas', en español).

Foto: Putin en un sumergible. (Kremlin)

En este libro, Long plantea un riguroso análisis de las distintas tecnologías que se han propuesto hasta ahora para lograr motores que nos permitan hacer viajes interestelares. En su conferencia para el Space Studies Institute (Instituto de Estudios Espaciales, en español), el investigador hace un pequeño resumen de los principales motores espaciales. Evidentemente, muchas de estas tecnologías están todavía en un plano teórico y requieren un nivel de madurez tecnológica que aún no hemos alcanzado.

Long distingue cuatro tipos de motores que usan los elementos que hay en el espacio: energía, masa, espacio y tiempo. Los motores impulsados por energía, que son los que utilizamos ahora mismo y que empujan las aeronaves hacia arriba al quemar el combustible almacenado dentro de ellas. Esos sistemas, dice Long, pueden ser desde químicos hasta sistemas de fusión o de antimateria.

Los motores impulsados por masa no necesitan llevar el combustible dentro de la nave, sino que esa masa llega desde una fuente de energía externa. Pueden ser impulsores de masa, haces de partículas, láseres o solares.

Los motores impulsados por el espacio no llevan combustible en sus aeronaves y tampoco llega desde fuera, sino que recogen hidrógeno u otros compuestos que se van encontrando en el camino y los usan como fuente de energía.

Los motores impulsados por el tiempo serían los más exóticos para Long, porque son muy teóricos y en algunos casos desafían las leyes de la relatividad. Ejemplos de este tipo de motores serían los de propulsión por distorsión, los agujeros de gusano o los viajes en el tiempo.

No vamos a analizar todos los ejemplos aquí porque sería demasiado extenso y para eso está el libro de Long, pero sí vamos a recordar algunos de los más destacados para ver por dónde van los tiros.

Proyecto Orión

placeholder Concepto del Orión por Callisto Mission.
Concepto del Orión por Callisto Mission.

El Proyecto Orión fue desarrollado en 1958 por Freeman Dyson. La idea era propulsar su motor gracias a una serie de explosiones de bombas nucleares en la parte inferior de la nave. El proyecto se desechó unos años después por la preocupación sobre las posibles consecuencias que las detonaciones nucleares podían tener en la Tierra.

Proyecto Daedalus

placeholder Concepto del Daedalus por el artista Qiao Chen.
Concepto del Daedalus por el artista Qiao Chen.

Fue un proyecto llevado a cabo por la Sociedad Interplanetaria Británica en la década de los setenta para crear una sonda interestelar no tripulada para uso científico. El cohete usaría una mezcla de deuterio y helio-3 para conseguir la fusión necesaria para su propulsión. Las condiciones que se pusieron sus creadores durante su diseño eran que la nave debía utilizar tecnología existente y ser capaz de llegar a su destino dentro de una vida humana.

Hace poco, vimos aquí un estudio que proponía un nuevo motor de fusión que usa los mismos principios que las erupciones solares para impulsar naves espaciales. Se llama el principio de reconexión magnética y es capaz de obtener energía a través de dos isótopos del hidrógeno, el deuterio y tritio.

Propulsor por haces de luz

placeholder Concepto de propulsión por rayo creado por Steve Bowers.
Concepto de propulsión por rayo creado por Steve Bowers.


Este motor teórico utiliza energía emitida por un haz desde fuera de la nave para propulsarse. El haz puede venir de un láser o de microondas y puede ser pulsado o continuo. El físico Robert L. Forward propuso en 1989 un concepto que utilizaba una vela solar para reflejar un rayo láser. Este es un sistema de viaje interestelar ligero que no implica llevar combustible y, como norma general, necesita hacer llegar a la nave un megavatio de potencia por cada kilo de carga.

Radiación de agujero negro

placeholder Concepto de motor de radiación de agujero negro creado por Adrian Mann.
Concepto de motor de radiación de agujero negro creado por Adrian Mann.

Esta idea, propuesta por primera vez por Arthur C. Clarke en su libro 'Tierra imperial', consiste en crear artificialmente un agujero negro y usarlo como fuente de energía para propulsar una aeronave. El concepto es totalmente teórico, pero en 2009 los científicos Louis Crane y Shawn Westmoreland analizaron esta teoría y concluyeron que era posible crear un agujero negro artificial, aunque las consecuencias de su construcción serían totalmente impredecibles.

Propulsor de distorsión

placeholder El prototipo de Warp Drive de la NASA. (Mark Rademaker)
El prototipo de Warp Drive de la NASA. (Mark Rademaker)

Este propulsor teórico fue planteado por primera vez por el astrofísico mexicano Miguel Alcubierre en 1994, y se apoya en las propiedades de expansión y contracción del tejido espacial para alcanzar velocidades superlumínicas.

El gran problema de su teoría es que requeriría de una gran cantidad de energía negativa para impulsarse y a día de hoy no hay evidencia científica de que ese tipo de fenómeno exista. Pero un reciente artículo propone un nuevo enfoque que no requiere el uso de energía negativa. Eso lo haría posible, aunque aún es poco probable que lo veamos hecho realidad.

Para Kelvin F. Long, el único medio factible con la tecnología que tenemos es el motor de fusión, aunque ha habido avances teóricos en otros modelos. El propio Long ha hecho una línea de tiempo con todos los pasos que hay que seguir para que nos convirtamos en una especie capaz de ir más allá de nuestro sistema solar. La fecha que pone es 2111 y, lamentablemente, hasta el propio Long la considera demasiado optimista.

Los seres humanos somos exploradores por naturaleza. Miramos las estrellas y no podemos evitar ese comezón por descubrir cosas remotas al que se refería Melville en 'Moby Dick'. Pero para salir del sistema solar apenas nos alcanzan los medios tecnológicos actuales y hay que tirar de teoría y fórmulas matemáticas para encontrar la manera de acortar las enormes distancias que nos separan de las otras estrellas.

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