Un equipo internacional de investigadores ha identificado la franja de edad en la que el cerebro humano funciona con mayor eficacia. Según un estudio publicado en la revista Intelligence, el rendimiento mental general alcanza su punto más alto a una edad avanzada. Una etapa en la que la experiencia, la gestión emocional y el conocimiento acumulado compensan la reducción de la velocidad cognitiva.
El profesor de psicología Gilles E. Gignac, en un artículo en The Conversation, explica que las capacidades básicas, como la memoria a corto plazo o la velocidad de procesamiento, tienden a disminuir a partir de los 30 años. Sin embargo, otras áreas relacionadas con la inteligencia emocional, la empatía y el razonamiento moral continúan desarrollándose durante décadas. Este equilibrio permite que, en la mediana edad, las personas alcancen un nivel de rendimiento intelectual y emocional más estable y sofisticado.
Perhaps it’s time we stopped treating midlife as a countdown and started recognising it as a peak. @uwanewshttps://t.co/bY2LHcApjm
— The Conversation - Australia + New Zealand (@ConversationEDU) October 14, 2025
El estudio se basó en el análisis de 16 dimensiones psicológicas diferentes, entre ellas los denominados “cinco grandes” rasgos de personalidad: extraversión, estabilidad emocional, apertura a la experiencia, amabilidad y responsabilidad. Los resultados muestran que la conciencia suele alcanzar su punto máximo hacia los 65 años, mientras que la estabilidad emocional sigue fortaleciéndose incluso más allá de los 70.
Una visión más completa del envejecimiento cognitivo
Al combinar las distintas variables, los investigadores observaron que el rendimiento mental global se sitúa en su nivel más alto entre los 55 y 60 años. A partir de los 65 se inicia un descenso gradual, que se acelera al superar los 75. No obstante, los expertos destacan que este proceso no es igual para todos, ya que las diferencias individuales y los hábitos de vida pueden influir de forma determinante.
Este hallazgo sugiere que el envejecimiento no implica una pérdida inevitable de capacidad mental. Por el contrario, las habilidades adquiridas con la experiencia, la reflexión y el control emocional permiten a las personas de mediana edad y mayores rendir mejor en tareas que exigen juicio y toma de decisiones complejas.
Los autores del estudio apuntan que la combinación de madurez emocional y conocimiento favorece el liderazgo en la vida profesional. Por ello, muchos responsables de empresas y cargos públicos suelen encontrarse en la franja de los 50 y 60 años, cuando el cerebro ha alcanzado su equilibrio entre razonamiento, autocontrol y visión estratégica. Como ejemplo, destacan que “la edad no determina la capacidad intelectual, sino la forma en que se aplican las habilidades adquiridas con los años”.
Un equipo internacional de investigadores ha identificado la franja de edad en la que el cerebro humano funciona con mayor eficacia. Según un estudio publicado en la revista Intelligence, el rendimiento mental general alcanza su punto más alto a una edad avanzada. Una etapa en la que la experiencia, la gestión emocional y el conocimiento acumulado compensan la reducción de la velocidad cognitiva.