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Analizan la mandíbula de primates y humanos y descubren que deberías tener más cuidado al cepillarte los dientes
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Analizan la mandíbula de primates y humanos y descubren que deberías tener más cuidado al cepillarte los dientes

Hasta ahora, se creía que un problema bucodental muy frecuente en humanos tenía raíces evolutivas. Sin embargo, un reciente estudio demuestra que su origen está en nuestros hábitos de limpieza

Foto: Un molar de neandertal (Nowaczewska et al.)
Un molar de neandertal (Nowaczewska et al.)

Una investigación reciente ha revelado que ciertos problemas dentales modernos podrían tener su origen en nuestros hábitos de higiene y no en la evolución natural. El estudio, publicado en el American Journal of Biological Anthropology, comparó más de 500 mandíbulas de primates salvajes y humanos fósiles, concluyendo que algunas lesiones bucales son exclusivas del ser humano actual.

Según explican Ian Towle y Luca Fiorenza, investigadores de la Universidad Monash, en un artículo publicado en The Conversation, durante décadas se creyó que las finas ranuras visibles en los dientes fósiles eran fruto del uso de utensilios o palillos con los que nuestros antepasados limpiaban sus encías. No obstante, el nuevo análisis demostró que esas mismas marcas también aparecen en primates que jamás han utilizado herramientas, lo que pone en duda la interpretación tradicional sobre su origen.

El investigador Ian Towle y su equipo analizaron dientes de especies como orangutanes, gorilas, macacos y colobos. Descubrieron que los surcos se formaban de manera natural por el desgaste asociado a la masticación o a la fricción con alimentos duros y abrasivos. “Estas marcas pueden originarse sin necesidad de intervención humana”, explicó el autor principal del estudio.

Una diferencia clave entre humanos y primates

Los científicos también buscaron lesiones de abfracción, profundas hendiduras en forma de “V” que aparecen cerca de las encías y son frecuentes en la población actual. Este tipo de daño suele estar relacionado con el bruxismo, el consumo de bebidas ácidas o el cepillado demasiado fuerte. Sin embargo, ninguna de las especies estudiadas presentaba estas lesiones.

placeholder Un ejemplo claro de abfracción dental (Wikimedia Commons)
Un ejemplo claro de abfracción dental (Wikimedia Commons)

No hallamos ni un solo caso de abfracción entre los primates analizados”, indicaron los investigadores, subrayando que incluso las especies con dietas duras y grandes fuerzas masticatorias carecen de este problema. La conclusión apunta a que las lesiones son consecuencia directa de los hábitos modernos de cuidado dental, más que de una causa evolutiva.

La evolución de la dentición y los hábitos actuales

Los resultados abren un nuevo campo dentro de la odontología evolutiva, que busca comprender las patologías orales modernas a partir del pasado biológico. Los científicos sostienen que, a diferencia de otros primates, los humanos sufrimos un desgaste asociado a la alimentación procesada, el consumo de productos ácidos y las prácticas de higiene dental intensiva.

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Los dientes conservan información esencial sobre la dieta y la salud de las especies. En el caso humano, la presencia de lesiones inexistentes en la naturaleza refleja el impacto de un estilo de vida artificial. La investigación también sugiere que algunos problemas actuales, como las muelas del juicio impactadas o los dientes desalineados, podrían ser consecuencia directa de la evolución cultural y tecnológica.

Un recordatorio sobre la importancia del cepillado correcto

Los expertos advierten que una higiene bucal excesiva o un cepillado realizado con demasiada fuerza puede ser perjudicial. Aunque mantener una boca limpia es esencial, hacerlo de forma inadecuada puede provocar un deterioro que ninguna otra especie sufre. “Los primates no presentan este tipo de daño a pesar de sus dietas duras”, recuerdan los autores.

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El estudio demuestra que lo que antes se interpretaba como un signo de inteligencia humana (las supuestas marcas de palillos) podría ser simplemente el resultado del uso natural de los dientes. Paradójicamente, las lesiones actuales reflejan un exceso de cuidado. En palabras de los investigadores, “cepillar con fuerza no significa cepillar mejor”.

Una investigación reciente ha revelado que ciertos problemas dentales modernos podrían tener su origen en nuestros hábitos de higiene y no en la evolución natural. El estudio, publicado en el American Journal of Biological Anthropology, comparó más de 500 mandíbulas de primates salvajes y humanos fósiles, concluyendo que algunas lesiones bucales son exclusivas del ser humano actual.

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