Tus ojos te engañan: lo que ves ahora ocurrió hace 15 segundos, revela un experimento que puedes hacer tú mismo
Los autores del estudio definieron este proceso como una ventaja evolutiva. A través de él quisieron demostrar que el cerebro necesita tiempo para procesar la información ocular
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Lo que creemos ver en tiempo real podría ser una construcción del pasado reciente. Una investigación publicada en Science Advances y llevada a cabo por la Universidad de Aberdeen y la Universidad de California ha demostrado que el cerebro humano no interpreta cada imagen de forma independiente, sino que agrupa la información visual de los últimos 15 segundos para ofrecer una percepción más estable y coherente del entorno.
Este fenómeno, denominado dependencia serial, actúa como un mecanismo de suavizado que impide que percibamos cada pequeño cambio en la escena. Así, la mente prefiere mostrar una imagen promedio de lo observado, manteniéndonos anclados al pasado inmediato sin que seamos conscientes de ello.
Your Eyes Are Tricking You. Everything You See Is From 15 Seconds in the Past, Research Suggests https://t.co/oVTccfJdYs
— Popular Mechanics (@PopMech) July 3, 2025
De esta forma, la estabilidad visual que experimentamos no es un reflejo exacto de la realidad, sino el resultado de un proceso cognitivo que filtra las variaciones sutiles del entorno para facilitar la comprensión visual y evitar una sobrecarga sensorial constante. Este mecanismo, así como el experimento mediante el cual lo demostraron, fue explicado en detalle en un artículo publicado en The Conversation por Mauro Manassi y David Whitney.
Un experimento revelador
Los autores del estudio desarrollaron una prueba que permite observar este efecto de forma práctica. Los participantes veían un rostro que cambiaba progresivamente, envejeciendo o rejuveneciendo con lentitud. A pesar de esta transformación constante, la mayoría no detectaba con precisión el estado actual de la imagen, ya que su percepción permanecía anclada a fotogramas anteriores. Tú también puedes probar a hacer el ejercicio con el siguiente vídeo.
El experimento incluyó interrupciones de hasta 15 segundos entre las imágenes y, aun así, el efecto de retardo persistía. Esto sugiere que el cerebro mantiene una imagen visual compuesta del pasado durante más de lo que se pensaba, priorizando la estabilidad frente a la precisión temporal. En el artículo citado anteriormente, los autores explicaron: "En lugar de analizar cada instante visual por separado, en un momento dado percibimos un promedio de lo que hemos visto en los últimos 15 segundos".
Otra forma de comprobarlo por ti mismo
Para ilustrar esta ilusión perceptiva, los investigadores proponen un ejercicio sencillo. Basta con abrir la cámara del móvil, iniciar una grabación y usar la pantalla como visor mientras se camina. Lo que se observa es una imagen vibrante, confusa y desorganizada, que representa cómo se vería el mundo sin la corrección automática del cerebro.
Este contraste entre la imagen real en pantalla y lo que percibimos al mirar directamente pone de manifiesto el esfuerzo constante del sistema visual para mantener una percepción coherente, aunque no totalmente fiel al momento presente.
Una estrategia evolutiva eficaz
La dependencia serial se suma a otros fenómenos como la ceguera al cambio y la ceguera inatencional, todos relacionados con la capacidad del cerebro para ignorar alteraciones que considera poco relevantes. Este tipo de mecanismos ha sido fundamental para permitir al ser humano interpretar un mundo lleno de estímulos fluctuantes.
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Este tipo de ilusión no solo es útil para comprender cómo funciona la mente, sino que también ha inspirado soluciones tecnológicas. De hecho, algunos softwares de estabilización de imagen en teléfonos móviles se basan en principios similares para reducir las vibraciones en vídeos caseros.
La conclusión del estudio cuestiona una de nuestras creencias más básicas: la de que vemos el mundo tal y como ocurre. En realidad, nuestra percepción está construida a partir de retazos recientes, cuidadosamente seleccionados y combinados por el cerebro para mantener la ilusión de continuidad.
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Lo que creemos ver en tiempo real podría ser una construcción del pasado reciente. Una investigación publicada en Science Advances y llevada a cabo por la Universidad de Aberdeen y la Universidad de California ha demostrado que el cerebro humano no interpreta cada imagen de forma independiente, sino que agrupa la información visual de los últimos 15 segundos para ofrecer una percepción más estable y coherente del entorno.