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El Perseverance de la NASA se adentra en el 'Cocodrilo' de Marte y le da "un mordisco"
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El 'Krokodillen'

El Perseverance de la NASA se adentra en el 'Cocodrilo' de Marte y le da "un mordisco"

Se trata de uno de los momentos más esperados de la misión. Se estima que en este lugar hay minerales del Marte primitivo que ayudarán a saber si el planeta rojo albergó vida

Foto: Una foto capturada por el Perseverance junto al 'Krokodillen' (NASA/JPL-Caltech)
Una foto capturada por el Perseverance junto al 'Krokodillen' (NASA/JPL-Caltech)

El equipo científico de la NASA que dirige la misión del rover Perseverance ha comenzado a examinar un terreno marciano de alto interés denominado Krokodillen (en español, “Cocodrilo”), ubicado en una ladera del cráter Jezero. La zona, de aproximadamente treinta hectáreas, se caracteriza por una gran variedad de afloramientos rocosos y representa un límite geológico clave entre las rocas más antiguas del borde del cráter y las planicies exteriores.

Este nuevo entorno ha captado la atención de los investigadores por contener arcillas y carbonatos, minerales que se forman en presencia de agua líquida. Estas formaciones podrían ofrecer información esencial sobre las condiciones habitables de Marte durante su etapa más remota, el periodo Noachiano. Se trata de uno de los enclaves más antiguos analizados hasta ahora por el rover.

Durante la actual campaña, el vehículo ha extraído una nueva muestra, denominada “Bell Island”, que los científicos han comparado con "darle un mordisco" al terreno y que incluye pequeñas esferas minerales. Por primera vez, esta muestra se mantiene sin sellar, siguiendo una estrategia que permite reemplazarla si se identifican materiales más prometedores a lo largo del recorrido. Este cambio representa un avance logístico en la planificación de la misión.

“El entorno dentro del rover cumplía normas de limpieza muy estrictas en su fabricación”, señaló Katie Stack Morgan, científica del Laboratorio de Propulsión a Chorro. “El tubo está orientado de forma que resulta poco probable que entre material ajeno durante las siguientes actividades, como nuevas perforaciones o desplazamientos”.

Solo quedan siete tubos de muestra

Además de arcillas, los análisis previos indican la posible presencia de olivino y carbonatos. Mientras que el primero es un mineral típico de origen volcánico, los segundos suelen formarse por la interacción entre dióxido de carbono disuelto y rocas en ambientes acuosos. En la Tierra, los carbonatos son conocidos por su capacidad para conservar restos microscópicos de vida y registrar condiciones climáticas pasadas.

“Si localizamos una posible biofirma aquí, sería muy anterior a la que hallamos en 2024 en Cheyava Falls”, declaró Ken Farley, científico adjunto del proyecto. “Las rocas de Krokodillen se formaron antes del impacto que creó el cráter Jezero. Nos ofrecen una ventana directa al Marte primitivo”.

Foto: El objeto, con el rastro que deja tras de sí (NASA/JPL-Caltech/Universidad de Arizona)

Desde su llegada en febrero de 2021, Perseverance ha recolectado 26 núcleos de roca, de los cuales veinticinco han sido sellados. La reciente modificación del protocolo responde al hecho de que el rover dispone únicamente de siete tubos vacíos, lo que obliga a tomar decisiones más estratégicas sobre qué materiales conservar y cuáles sustituir si se descubre algo de mayor relevancia científica.

“Cada tubo lleno narra una historia única y fascinante sobre la evolución de Marte”, afirmó Stack Morgan. “Queremos mantener abiertas todas las posibilidades a medida que nos adentramos en terrenos inexplorados”.

El equipo científico de la NASA que dirige la misión del rover Perseverance ha comenzado a examinar un terreno marciano de alto interés denominado Krokodillen (en español, “Cocodrilo”), ubicado en una ladera del cráter Jezero. La zona, de aproximadamente treinta hectáreas, se caracteriza por una gran variedad de afloramientos rocosos y representa un límite geológico clave entre las rocas más antiguas del borde del cráter y las planicies exteriores.

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