Encuentran una piedra de ámbar y descubren que los dinosaurios sobrevivieron a un evento catastrófico
La piedra ha conseguido guardar en su interior las señales que indican que este suceso ocurrió. Los investigadores aseguran que determinarlo no fue una tarea sencilla
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F75f%2Fe01%2F920%2F75fe01920a2b031699818b7327341f89.jpg)
- Un fósil con 150 millones de años le dice a la ciencia que él fue el primer dinosaurio que pudo volar
- Simulan el movimiento de los dinosaurios y ponen nombre y apellidos al más rápido de todos
Un análisis científico en Hokkaido ha permitido identificar un fenómeno destructivo ocurrido hace 115 millones de años gracias a la estructura interna de ámbar fosilizado. El hallazgo, que se puede encontrar publicado en la revista Nature, aporta nuevas claves sobre los desastres naturales que afectaron a la Tierra durante el Cretácico.
Un grupo de paleontólogos ha encontrado en la cantera de Shimonakagawa, al norte de Hokkaido, una serie de muestras de ámbar deformado que, según concluyen, solo podrían haberse originado tras un episodio de transporte violento desde tierra firme hasta el fondo del océano. Las resinas fósiles, que datan de entre 114 y 116 millones de años, revelan una estructura que contradice las formas típicas asociadas a procesos lentos o exposición al aire.
A new study suggests amber may preserve the natural hazards of the past, in the form of amber warped by an ancient tsunami sweeping through a coastal forest. https://t.co/CWBoRjzk9U
— News from Science (@NewsfromScience) May 15, 2025
Los investigadores observaron que el ámbar presentaba unas formas similares a las flame structures, una configuración típica de sedimentos blandos alterados antes de consolidarse. Este detalle sugiere que el material vegetal fue arrastrado bruscamente sin secarse, como ocurriría tras un tsunami, y no por una tormenta o el paso del tiempo.
El equipo empleó técnicas de fluorescencia ultravioleta para estudiar el interior de las muestras, permitiendo una observación precisa de sus deformaciones. “Identificar tsunamis es generalmente complicado”, explicó la investigadora Aya Kubota, de la Universidad Chuo de Tokio. “Al combinar observaciones de campo con el análisis del ámbar, llegamos a la conclusión de que la causa más probable fue un tsunami”.
Restos enterrados bajo el mar refuerzan la hipótesis
Además del ámbar, el equipo halló troncos de grandes dimensiones en el lecho marino, junto a fragmentos de lodo arrancados y señales de un deslizamiento de tierra que habría sido causado por un seísmo. Ninguno de estos elementos habría podido acumularse de forma natural si no fuera por un evento catastrófico repentino.
Esta interpretación descarta la acción de oleajes severos, ya que estos no afectan al fondo marino con la intensidad necesaria para producir estos cambios. Las evidencias sugieren que una ola de gran magnitud arrastró una gran cantidad de restos vegetales hacia el mar, donde quedaron sepultados bajo capas de sedimento.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc65%2Fb96%2F3d4%2Fc65b963d480baa96208593e91563126f.jpg)
El hallazgo permite avanzar en una nueva línea de investigación conocida como sedimentología del ámbar, que plantea el uso de estas resinas fósiles como registro geológico de procesos extremos, y no solo como fuente de estudio de insectos o restos biológicos atrapados en su interior.
Según Kubota, “la resina ofrece una fotografía rara y extremadamente sensible de los procesos de depósito”. Esta perspectiva refuerza la idea de que el ámbar puede aportar datos valiosos para comprender los mecanismos de sedimentación en épocas tan remotas como la del Cretácico Inferior, cuando aún habitaban los dinosaurios.
- Un fósil con 150 millones de años le dice a la ciencia que él fue el primer dinosaurio que pudo volar
- Simulan el movimiento de los dinosaurios y ponen nombre y apellidos al más rápido de todos
Un análisis científico en Hokkaido ha permitido identificar un fenómeno destructivo ocurrido hace 115 millones de años gracias a la estructura interna de ámbar fosilizado. El hallazgo, que se puede encontrar publicado en la revista Nature, aporta nuevas claves sobre los desastres naturales que afectaron a la Tierra durante el Cretácico.