Estudian un meteorito caído en la Antártida y descubren que podría tener el 'secreto' de la vida
Un nuevo artículo de investigación sugiere que este meteorito pudo contener hidrógeno suficiente como para facilitar la formación de agua en la Tierra y, con ella, la vida
Así es el meteorito recuperado en la Antártida (ANSMET/University of Utah/Case Western Reserve University)
Un meteorito recuperado en la Antártida hace más de una década podría ofrecer respuestas clave sobre el origen de la vida en la Tierra. De hecho, su composición química plantea que el planeta habría tenido los ingredientes necesarios para formar agua desde su nacimiento.
Durante años, la comunidad científica ha sostenido que el agua llegó a la Tierra a través de impactos de cuerpos celestes, como cometas o asteroides. Esta hipótesis se basaba en que los materiales con los que se formó el planeta eran, en apariencia, secos. Sin embargo, una nueva investigación publicada en la revista Icarus sugiere que la presencia de hidrógeno en meteoritos primitivos podría haber sido suficiente para generar agua sin necesidad de fuentes externas.
A meteorite found in Antarctica in 2012 suggests Earth may have formed with the materials needed to make water, a new study hints. https://t.co/k6yvpOpasu
El objeto analizado pertenece a una clase de meteoritos conocidos como condritas enstatitas, similares a los materiales de los que se formó la Tierra. Aunque estas rocas no contienen agua como tal, sí conservan hidrógeno en su interior. Mediante una técnica avanzada de espectroscopia, los investigadores descubrieron hidrógeno combinado con azufre, en forma de sulfuro de hidrógeno, en las capas más finas del meteorito hallado en 2012.
Una hipótesis que cambia el foco del debate
Según explicó James Bryson, científico planetario de la Universidad de Oxford y coautor del estudio, “la abundancia de hidrógeno indica que la Tierra podría haberlo contenido desde su formación”. El hallazgo apunta a que el agua no tendría necesariamente un origen externo, sino que podría haberse generado en el propio planeta a partir de reacciones entre hidrógeno y oxígeno.
Esta conclusión plantea una nueva vía de reflexión sobre la aparición de condiciones habitables. Si los planetas rocosos pueden formarse con suficiente hidrógeno para crear agua, la posibilidad de encontrar entornos propicios para la vida en otros sistemas solares sería más común de lo que se creía hasta ahora.
No obstante, el estudio también ha suscitado escepticismo. Conel Alexander, experto en meteoritos del Carnegie Institution for Science, ha advertido de un posible inconveniente: “Cuando estos meteoritos entran en contacto con el agua y el oxígeno de la Tierra, comienzan a reaccionar con rapidez”. A su juicio, el hidrógeno encontrado podría no ser original, sino resultado del contacto del meteorito con el hielo antártico antes de ser recogido.
Para minimizar ese riesgo, los científicos evitaron examinar zonas que mostraban señales de alteración por el agua. Aun así, el propio Alexander sugiere que lo ideal sería contar con una muestra recién caída, almacenada de inmediato en un entorno libre de humedad y oxígeno. “Lo perfecto sería que una condrita enstatita cayera a la Tierra, la recogiésemos en el acto y la mantuviésemos en un ambiente sin agua ni oxígeno”, indicó.
Un meteorito recuperado en la Antártida hace más de una década podría ofrecer respuestas clave sobre el origen de la vida en la Tierra. De hecho, su composición química plantea que el planeta habría tenido los ingredientes necesarios para formar agua desde su nacimiento.