Exploran una fosa del Pacífico y encuentran al 'dios del inframundo' a 6.000 metros de profundidad

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Un nuevo estudio ha revelado la existencia de Haploniscus hades, una especie de isópodo abisal identificada en la fosa de Kuriles-Kamchatka, una de las zonas más profundas y extremas del océano Pacífico. El hallazgo, publicado en Zoosystematics and Evolution, destaca por su simbolismo mitológico y su relevancia científica.

Durante décadas, estos crustáceos habían sido clasificados erróneamente bajo el nombre de Haploniscus belyaevi, descrito en 1963. Sin embargo, un análisis genético detallado (el primero de su tipo en esta familia) ha permitido discernir que se trata de un complejo de seis especies diferentes, entre ellas la recientemente bautizada como H. hades.

El nombre elegido para esta nueva especie no es fortuito. Los investigadores consideraron su hábitat, situado a más de 6.000 metros de profundidad, y su capacidad de ocultar los apéndices traseros, un rasgo que evocó el famoso casco del dios Hades, el cual era capaz de hacer invisible a cualquiera que lo portase. Estas adaptaciones le habían permitido pasar desapercibida hasta ahora.

La investigación también ha descrito otras especies hermanas, como Haploniscus apaticus, inspirada en la diosa Ápate por su escaso dimorfismo sexual; Haploniscus erebus y Haploniscus nyx, asociadas respectivamente a la oscuridad y la noche; y Haploniscus kerberos, cuyo nombre alude al guardián mitológico del inframundo y cuya distribución se limita a los llanos abisales cercanos.

El poder de la genética en la taxonomía marina

Gracias a los avances en genómica, el equipo ha podido analizar con precisión las diferencias morfológicas entre especies que, a simple vista, resultaban casi idénticas. Las ilustraciones incluidas en el estudio muestran comparativas entre ejemplares macho y hembra, fundamentales para su correcta clasificación.

Estos hallazgos suponen un avance significativo en el conocimiento de la biodiversidad abisal, una de las menos exploradas del planeta. Según los autores, “este tipo de estudios revela la complejidad oculta bajo la superficie marina y permite redefinir límites taxonómicos en grupos poco estudiados”

Además del interés científico, la elección de nombres provenientes de la mitología griega añade una dimensión narrativa al descubrimiento. Para los investigadores, estas criaturas diminutas (de apenas unos milímetros) habitan un mundo tan ajeno y misterioso que “las referencias al inframundo no son exageradas, sino casi literales”.

La fosa donde se ha realizado este descubrimiento sigue siendo uno de los entornos más inaccesibles del planeta. No obstante, la aplicación de tecnologías avanzadas de secuenciación genética abre nuevas vías para seguir identificando especies aún desconocidas, ocultas entre los sedimentos de las profundidades oceánicas.