La NASA se encuentra con una extraña roca en Marte y dicta sentencia: “proviene de otro lugar”
La roca fue encontrada por el rover Perseverance, que continúa su labor de exploración en el cráter Jezero. Es parecida a otras encontradas por el rover Curiosity en el cráter Gale
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Una roca de color oscuro y forma angulosa ha captado la atención de la NASA tras ser detectada por el rover Perseverance en el cráter Jezero, un enclave estratégico para reconstruir la historia geológica de Marte. Al parecer, su aspecto y ubicación no concuerdan con el entorno.
El hallazgo tuvo lugar en una zona denominada ‘Port Anson’, a los pies de ‘Witch Hazel Hill’, donde los científicos habían identificado desde la órbita una frontera entre materiales claros y oscuros. Fue allí donde aparecieron varias rocas fuera de contexto, conocidas como float rocks ("rocas flotantes"), que habrían sido arrastradas desde otros puntos del planeta.
Origins Uncertain: ‘Skull Hill’ Rock: Written by Margaret Deahn, Ph.D. Student at Purdue University Last week, NASA’s Mars 2020 rover continued its journey down lower ‘Witch Hazel Hill’ on the Jezero crater rim. The rover stopped along a boundary visible… https://t.co/Xci8pELO8l pic.twitter.com/q3wCGOzMAu
— Elysia Segal (@elysiasegal) April 17, 2025
Entre esos fragmentos, uno sobresalía por su forma y tonalidad: Skull Hill (“Colina de Calavera”, en español). Esta roca, con cavidades visibles y esferas diminutas incrustadas en el regolito, parecía a primera vista un posible meteorito, similar a los detectados en el cráter Gale por la misión Curiosity.
No obstante, los primeros análisis de composición realizados por los instrumentos del rover (especialmente el sistema SuperCam) han descartado esa hipótesis. El contenido de hierro y níquel no se corresponde con el de los meteoritos conocidos, por lo que el equipo estudia ahora otras posibilidades.
La hipótesis volcánica gana terreno
Los expertos apuntan a que Skull Hill podría tratarse de una roca ígnea, formada por el enfriamiento de magma y desplazada posteriormente por un impacto o por erosión. Este tipo de formaciones pueden contener minerales oscuros como olivino, piroxeno, biotita o anfíbol, comunes tanto en la Tierra como en Marte.
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“Esta roca contrasta con el entorno y podría darnos pistas sobre procesos geológicos remotos”, explicó Margaret Deahn, doctoranda de la Universidad de Purdue. “Su tonalidad oscura y los granos visibles en el regolito son indicios valiosos”, añadió la investigadora en una entrada oficial del organismo estadounidense.
La NASA ha confirmado que continuará analizando este y otros fragmentos similares para reconstruir su posible recorrido. Cada muestra, especialmente si está fuera de lugar, puede arrojar información sobre los procesos volcánicos y de impacto que han moldeado Marte a lo largo de millones de años.
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