Un hombre ebrio camina descalzo y aprende (por las malas) el peligro del cambio climático

• Científicos españoles estudian las olas de calor en el Mediterráneo y hacen saltar las alarmas por este motivo
• Las olas de calor del verano causarán un nuevo problema. Y en España lo sufriremos especialmente

Una caminata breve, una temperatura extrema y una advertencia urgente sobre los efectos del calentamiento global. El New England Journal of Medicine documenta el caso clínico de un hombre que sufrió graves quemaduras al caminar descalzo sobre asfalto abrasador.

Durante una ola de calor histórica en el noroeste de Estados Unidos, un hombre de 56 años, en evidente estado de embriaguez, recorrió sin calzado un tramo de calle expuesto al sol. En apenas sesenta segundos, el contacto con el pavimento, cuya temperatura se estimaba muy superior a los 40 °C del ambiente, le provocó quemaduras de segundo grado en las plantas de los pies y los talones.

El asfalto, que absorbe hasta el 95 % de la radiación solar, puede alcanzar temperaturas que superan en 60 °C las del aire. Esta propiedad convierte a una superficie común en una amenaza seria durante episodios de calor extremo, cuya frecuencia va en aumento como consecuencia del cambio climático.

Una quemadura invisible que se multiplica

Tras llegar a un centro especializado, el paciente presentaba lesiones abiertas, dolor intenso y ampollas. Fue tratado con analgésicos, antibióticos tópicos y vendajes antimicrobianos. Aunque la recuperación fue favorable, el caso se ha convertido en un símbolo de los nuevos riesgos térmicos derivados del calentamiento global.

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Jeremy Hess, especialista en medicina de urgencias y salud ambiental global en la Universidad de Washington, firmó el estudio y advirtió: “Los eventos de calor extremo aumentan el riesgo de quemaduras por contacto con superficies calientes del entorno”. Según el experto, las personas sin hogar, los niños, los ancianos y quienes tienen adicciones están especialmente expuestos.

El fenómeno no es aislado. Según cifras recogidas por publicaciones médicas y medios estadounidenses, centros de quemados del suroeste han registrado un incremento notable de ingresos por lesiones similares. En algunos casos, se han producido fallos multiorgánicos cuando las víctimas perdieron la conciencia y permanecieron sobre el pavimento caliente durante minutos.

El suelo urbano también quema

El informe apunta a un cambio de paradigma en la forma en que concebimos el riesgo ambiental. Ya no se trata solo de evitar insolaciones: la infraestructura urbana, bajo calor extremo, se transforma en un peligro directo para el cuerpo humano.

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Caminar descalzo durante un episodio de calor intenso puede parecer una imprudencia aislada, pero este caso pone de manifiesto que los efectos de la crisis climática se filtran en lo cotidiano. El suelo que pisamos puede convertirse, sin previo aviso, en una superficie capaz de provocar daños físicos severos en cuestión de segundos.