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Ni verdes ni azules: los océanos del futuro tendrán un color muy distinto al actual
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No se parecerán en nada

Ni verdes ni azules: los océanos del futuro tendrán un color muy distinto al actual

Según la ciencia, los océanos no siempre se han visto azules a nuestros ojos. De igual modo, en el futuro tampoco lo serán, lo cual se deberá a motivos estrictamente naturales

Foto: Diversos procesos naturales harán que los océanos modifiquen su tonalidad (Freepik)
Diversos procesos naturales harán que los océanos modifiquen su tonalidad (Freepik)

Los océanos no siempre fueron azules y, según los científicos, tampoco lo serán en el futuro. Investigaciones recientes han revelado que el aspecto de las aguas marinas ha cambiado varias veces a lo largo de la historia de la Tierra y que podría volver a transformarse debido a procesos químicos y biológicos a gran escala.

Un estudio publicado en Nature y desarrollado por un equipo de investigadores japoneses demostró de forma convincente que, hace miles de millones de años, el mar tenía una intensa tonalidad verde por la elevada presencia de hierro disuelto y la escasez de oxígeno en la atmósfera. Este entorno favorecía la aparición de microorganismos capaces de realizar la fotosíntesis sin oxígeno.

El color original del océano

Durante el eón Arcaico, el océano albergaba formas de vida simples como las cianobacterias, que utilizaban pigmentos especiales para aprovechar la luz solar. Uno de estos compuestos, la ficoeritrobilina, resultó clave en ambientes acuáticos ricos en luz verde, como los que rodean actualmente a la isla volcánica de Iwo Jima.

Foto: La NASA comparte imágenes de su satélite PACE y desvela el verdadero color de los océanos (X/@NASAEarth)

Estas bacterias contribuyeron al surgimiento del oxígeno en la atmósfera a través de la fotosíntesis. El exceso de oxígeno reaccionó con el hierro presente en el mar, dando lugar a lo que se conoce como el Gran Evento de Oxidación. La prueba de este proceso ha quedado registrada en las formaciones de hierro bandeado, que muestran el paso de un mundo sin oxígeno a otro donde este gas se hizo dominante.

Un futuro teñido de púrpura o rojo

Según explica Cédric M. John, profesor en la Universidad Queen Mary de London, en un artículo publicado en The Conversation, los océanos del futuro podrían adquirir tonalidades completamente distintas. Un aumento de la actividad volcánica, por ejemplo, provocaría una acumulación de compuestos de azufre que permitirían la proliferación de bacterias púrpuras. Estas especies prosperan en condiciones sin oxígeno y alterarían el color del mar.

Otro escenario contempla la aparición de océanos rojizos, una posibilidad asociada a la formación de hierro oxidado en ambientes cálidos y húmedos. También podría producirse por el crecimiento masivo de algas relacionadas con las conocidas mareas rojas, habituales en zonas con exceso de nutrientes, como las aguas cercanas a grandes ciudades.

Por su parte, el envejecimiento del Sol podría intensificar estos cambios. A medida que su luminosidad aumente, los mares perderían parte de su volumen por evaporación, y el exceso de radiación ultravioleta reduciría la cantidad de fitoplancton. Esto facilitaría el dominio de bacterias adaptadas a condiciones extremas y reduciría la presencia del azul en las aguas.

Si se mantienen estas previsiones, el color del océano podría evolucionar hacia el púrpura, el marrón o incluso el verde en determinadas zonas costeras. Lo que hoy nos parece una característica permanente del planeta es, en realidad, el resultado de una combinación cambiante de elementos químicos, formas de vida y radiación solar.

Los océanos no siempre fueron azules y, según los científicos, tampoco lo serán en el futuro. Investigaciones recientes han revelado que el aspecto de las aguas marinas ha cambiado varias veces a lo largo de la historia de la Tierra y que podría volver a transformarse debido a procesos químicos y biológicos a gran escala.

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