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Realizan la autopsia a un bebé mamut y descubren 'secretos' de hace 130.000 años
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Apodada 'Yana'

Realizan la autopsia a un bebé mamut y descubren 'secretos' de hace 130.000 años

Los investigadores pudieron encontrar bacterias milenarias e, incluso, restos de la última comida que ingirió. Los humanos no tuvieron nada que ver con su fallecimiento

Foto: Un fotograma de la realización de la necropsia (YouTube/AFP)
Un fotograma de la realización de la necropsia (YouTube/AFP)

Un equipo de científicos rusos ha llevado a cabo la necropsia de un mamut lanudo juvenil en un estado de conservación sin precedentes. Su cuerpo, hallado en el permafrost siberiano a finales de 2024, conserva órganos, piel y contenido intestinal, lo que permitirá reconstruir aspectos clave del ecosistema prehistórico.

Apodada Yana, esta cría de mamut murió hace más de 130.000 años, pero sus tejidos blandos, colmillos de leche y fragmentos del aparato digestivo permanecen casi intactos. La disección se realizó en el Museo del Mamut de la Universidad Federal del Noreste, en Yakutsk, y ha sido descrita como una “oportunidad única para mirar al pasado de nuestro planeta”.

La excelente conservación de Yana se debe a que su cadáver permaneció atrapado en el permafrost de Siberia durante más de un milenio. El calentamiento global ha comenzado a derretir estas capas heladas, dejando al descubierto restos de fauna prehistórica como este ejemplar.

Eso sí, los científicos han confirmado que Yana murió mucho antes de que los Homo sapiens alcanzaran Siberia. La datación por capas del terreno apunta a que falleció más de 100.000 años antes de la presencia humana en la región. Su pequeño tamaño y la presencia de colmillos de leche indican que no superaba el año de vida.

Un hallazgo que abre nuevas vías de investigación

El análisis del cuerpo ha permitido identificar partes del estómago y del colon, lo que ofrece a los científicos la posibilidad de extraer muestras del alimento ingerido y estudiar la flora y fauna del entorno en el que vivió. “Pudimos ver que muchos órganos y tejidos están muy bien preservados”, explicó Artemiy Goncharov a France24.

Además de tejidos, los investigadores han recogido material genético y bacteriano, con el fin de analizar la microbiota presente en su cuerpo y estudiar su evolución. El proyecto incluye el estudio de esporas vegetales que podrían proporcionar información sobre el clima y la biodiversidad de hace más de 100.000 años.

Foto: Así podría ser el mamut lanudo al que corresponden los huesos

Durante la necropsia, los expertos trabajaron con instrumental quirúrgico y equipos de protección para evitar la contaminación. El olor del cuerpo fue descrito como una mezcla de “tierra fermentada y carne en descomposición”, reflejo del prolongado enterramiento en el subsuelo helado.

La exposición del cadáver se produjo cuando la parte delantera del cuerpo comenzó a deslizarse por un acantilado, mientras las extremidades traseras seguían incrustadas en el terreno congelado. Esta circunstancia ha despertado el interés de expertos en riesgos epidemiológicos, que advierten sobre posibles microorganismos patógenos preservados en el permafrost.

Un equipo de científicos rusos ha llevado a cabo la necropsia de un mamut lanudo juvenil en un estado de conservación sin precedentes. Su cuerpo, hallado en el permafrost siberiano a finales de 2024, conserva órganos, piel y contenido intestinal, lo que permitirá reconstruir aspectos clave del ecosistema prehistórico.

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