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“Son como agujeros de gusano”: el misterio de los ríos que no deberían existir ha sido resuelto
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“Son como agujeros de gusano”: el misterio de los ríos que no deberían existir ha sido resuelto

Estos cauces fluviales llevan décadas siendo estudiados por contradecir las reglas básicas del flujo del agua. Dos investigadores han logrado explicar el fenómeno

Foto: Imagen satelital de uno de los ríos (Coordenação-Geral de Observação da Terra/INPE)
Imagen satelital de uno de los ríos (Coordenação-Geral de Observação da Terra/INPE)

Varios ríos del continente americano han despertado el interés de la comunidad científica por comportarse de forma contraria a lo que dictan las reglas más básicas del flujo del agua. Un reciente análisis ha arrojado luz sobre cómo es posible que estos cursos fluviales existan sin respetar el principio de drenaje unidireccional.

Según un estudio firmado por Scott W. Sowby y Donald I. Siegel, hay al menos nueve sistemas acuáticos entre América del Norte y del Sur que rompen el patrón clásico de cuenca cerrada. Lo habitual es que los ríos sigan una única dirección y desemboquen en un océano, mar o lago terminal, pero estos casos presentan bifurcaciones permanentes o cauces que desafían la pendiente natural del terreno.

Un vínculo fluvial entre las mayores cuencas del continente

El caso más citado por los investigadores es el del río Casiquiare, que actúa como una especie de conexión directa entre la cuenca del Orinoco y la cuenca del Amazonas. Esta vía acuática nace como un ramal del Orinoco y termina por verter su caudal en el Amazonas a través del río Negro. A pesar de atravesar una zona prácticamente llana, con una inclinación inferior al 0,009 %, su capacidad de transporte es significativa.

Para describirlo, los científicos utilizan una metáfora sorprendente: “Es el equivalente hidrológico de un agujero de gusano entre dos galaxias”. Este fenómeno es el resultado de una captura fluvial incompleta y sigue siendo objeto de estudio por su rareza y complejidad.

Otro ejemplo llamativo es el río Wayambo, ubicado en Surinam, donde el flujo del agua puede dirigirse tanto al este como al oeste, en función de las precipitaciones o del manejo humano mediante esclusas. Esta dualidad ha generado preocupaciones ambientales, dado que en la zona existen explotaciones de oro, bauxita y petróleo, lo que complica la predicción del comportamiento de posibles contaminantes.

Ríos que no tienen una única dirección

El estudio también resalta la singularidad del río Echimamish, situado en una zona remota de Canadá. Su nombre proviene de la lengua cree y puede traducirse como “agua que fluye en ambas direcciones”. Se trata de un canal natural que une el río Hayes con el río Nelson, aunque su dirección exacta de flujo continúa siendo objeto de debate.

Este tramo fluvial presenta una topografía extremadamente plana, salpicada por diques naturales construidos por castores. Algunas observaciones apuntan a que el agua se desplaza desde un punto intermedio hacia los dos extremos, lo que lo convierte en uno de los ejemplos más desconcertantes de la hidrología continental.

Foto: El gran agujero azul de Belice.

Además de los casos ya mencionados, el análisis identifica otros seis sistemas acuáticos que no se comportan como se esperaría. Se han documentado lagos con desagües múltiples, arroyos que alimentan cuencas distintas y cauces con trayectorias impredecibles.

Para Sowby y Siegel, estas excepciones “obligan a repensar la manera en que definimos y entendemos las cuencas hidrográficas”. Aunque tradicionalmente se han concebido como sistemas cerrados que siguen el principio de menor resistencia y pendiente descendente, estos ejemplos prueban que factores geológicos, ecológicos y humanos pueden alterar el curso del agua de formas complejas y poco estudiadas.

Varios ríos del continente americano han despertado el interés de la comunidad científica por comportarse de forma contraria a lo que dictan las reglas más básicas del flujo del agua. Un reciente análisis ha arrojado luz sobre cómo es posible que estos cursos fluviales existan sin respetar el principio de drenaje unidireccional.

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