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Este viernes, la Luna se teñirá de 'sangre': será el resultado de un curioso fenómeno
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La dispersión de Rayleigh

Este viernes, la Luna se teñirá de 'sangre': será el resultado de un curioso fenómeno

Un eclipse lunar hará que el único satélite de la Tierra sea percibido en un intenso tono rojizo. La influencia de la atmósfera terrestre es clave para comprender por qué sucede

Foto: Una 'luna de sangre' vista desde Guadalajara, México (EFE/Francisco Guasco)
Una 'luna de sangre' vista desde Guadalajara, México (EFE/Francisco Guasco)

El eclipse lunar total que se producirá en la próxima madrugada del jueves 13 al viernes 14 de marzo estará unido a un espectáculo único en el cielo nocturno. En concreto, el satélite adquirirá un tono rojizo muy característico que ha cautivado a la humanidad durante siglos y que recibe el sobrenombre de luna de sangre. Un fenómeno provocado por un complejo juego de luces y sombras en el que varios factores juegan un papel clave.

El primero de ellos es la atmósfera terrestre. Cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, bloquea la luz solar directa que normalmente la ilumina. Sin embargo, la atmósfera de nuestro planeta desvía y filtra parte de la luz, permitiendo que ciertas longitudes de onda lleguen hasta la superficie lunar. Este proceso se conoce como dispersión de Rayleigh.

Foto: Dos mujeres observando el cielo nocturno (EFE/Lukas Coch)

Las longitudes de onda más cortas, como el azul y el violeta, son dispersadas en distintas direcciones, mientras que las más largas, como el rojo y el naranja, logran atravesar la atmósfera con mayor facilidad. Como resultado, la luz que alcanza la Luna en un eclipse total está dominada por tonos rojizos, otorgándole su característico color cobrizo.

Factores que modifican el color de la Luna

No todos los eclipses lunares presentan la misma intensidad de rojo. La tonalidad depende en gran medida de las condiciones atmosféricas en la Tierra. Erupciones volcánicas, incendios forestales o altos niveles de contaminación pueden incrementar la cantidad de partículas en suspensión, intensificando el color rojo o volviéndolo más oscuro.

Foto: El chorro gigante de energía fotografiado desde la ISS (NASA)

Si la atmósfera está más limpia, la Luna puede adquirir un tono más claro, con matices cobrizos menos pronunciados. En un escenario sin atmósfera, la Luna desaparecería por completo de la vista durante un eclipse total, ya que ninguna luz refractada llegaría hasta su superficie.

Los eclipses lunares pueden verse sin necesidad de telescopios ni equipos especiales, a diferencia de los eclipses solares. Para disfrutar mejor del fenómeno, es recomendable buscar un lugar alejado de la contaminación lumínica y con un horizonte despejado.

El eclipse lunar total que se producirá en la próxima madrugada del jueves 13 al viernes 14 de marzo estará unido a un espectáculo único en el cielo nocturno. En concreto, el satélite adquirirá un tono rojizo muy característico que ha cautivado a la humanidad durante siglos y que recibe el sobrenombre de luna de sangre. Un fenómeno provocado por un complejo juego de luces y sombras en el que varios factores juegan un papel clave.

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