Este hallazgo cambia la prehistoria humana: herramientas de hueso de hace 1,5 M de años
Investigadores españoles publican en 'Nature' un artículo revolucionario: nuestros antepasados hacían herramientas óseas un millón de años antes de lo que se pensaba
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Algunos descubrimientos extraordinarios obligan a reescribir los libros de texto. La revista Nature acaba de publicar uno de ellos y está protagonizado por científicos españoles. Siempre nos habían contado que uno de los momentos más importantes en la evolución humana fue el periodo Achelense, porque dio paso a una nueva tecnología vinculada a la especie Homo erectus: nuestros antepasados, que solo habían fabricado herramientas sencillas golpeando una roca contra otra, pasaron a elaborar hachas y utensilios más sofisticados hace 1,7 millones de años, pero siguieron siendo de piedra durante más de un millón de años. Sin embargo, un hallazgo sin precedentes en la Garganta de Olduvai (Tanzania) revela ahora que, al mismo tiempo, los humanos de aquella época ya fabricaban herramientas de hueso de forma sistemática.
Las implicaciones de esta investigación son tan importantes que ponen patas arriba toda nuestra prehistoria. Hasta la fecha, las herramientas de hueso más antiguas databan de hace 400.000 años y fueron localizadas en yacimientos europeos, mientras que las halladas ahora en Tanzania son de hace 1,5 millones de años, más de un millón de años antes. Los utensilios tallados en material óseo ni siquiera eran comunes entre los neandertales, una especie humana mucho más evolucionada y cercana a nosotros, pero sin duda revelan grandes capacidades cognitivas, una transmisión cultural y unas cualidades para la innovación insospechadas en Homo erectus o en cualquiera de las especies humanas coetáneas.
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El descubrimiento del equipo dirigido por Ignacio de la Torre, jefe del Laboratorio de Arqueología del Pleistoceno del Instituto de Historia-CSIC (con sede en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales de Madrid), incluye 27 herramientas talladas a partir de huesos largos de hipopótamos y elefantes. “Siempre se ha pensado que el Achelense se caracterizaba, casi de manera exclusiva, por la invención de las hachas de mano de piedra y nuestro descubrimiento muestra que las innovaciones de este periodo incluyen también el comienzo del trabajo en hueso de forma sistemática”, explica en declaraciones a El Confidencial.
¿Obra de Homo erectus?
En el yacimiento denominado Complejo T69 también se han encontrado herramientas líticas y restos de animales consumidos por los humanos, pero no hay restos humanos asociados que demuestren de manera directa quiénes fueron los fabricantes de los utensilios de hueso hallados. Sin embargo, la cronología de la zona solo deja dos alternativas: Homo erectus u otro homínido, del género Paranthropus. El segundo “está más lejos evolutivamente de nosotros, es como un primo lejano”, mientras que el primero “está directamente relacionado con nuestra estirpe, con Homo sapiens”. Por lo tanto, “desde el punto de vista biológico y cognitivo, Homo erectus era una especie mucho más avanzada”, así que los científicos asumen que debió ser el autor de estas herramientas, hasta ahora desconocidas.
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En cualquier caso, el hallazgo “fue una sorpresa mayúscula”, admite el experto, que lidera el Proyecto Arqueológico de la Garganta de Olduvai (OGAP) junto a Jackson Njau, de la Universidad de Indiana (EEUU). La erosión de esta zona de Tanzania, debida a las lluvias, deja cada año en superficie restos que pueden ser interesantes. Los investigadores se fijaron hace 10 años en uno de los enclaves que parecía albergar artefactos de piedra y restos de animales. Las primeras campañas de excavación no revelaron nada extraordinario, pero en 2018 “ya apareció una herramienta claramente realizada en hueso y nos dimos cuenta de la importancia del yacimiento”. A partir de ese momento, realizaron un trabajo a mayor escala hasta descubrir, en años posteriores, una colección extraordinaria.
La producción de herramientas de piedra se remonta a hace 3,3 millones de años. Por el contrario, hasta ahora, solo se habían encontrado herramientas de hueso de manera muy esporádica y fuera de contexto, sin conocer exactamente su cronología. La primera evidencia de un trabajo sistemático era bastante cercana en el tiempo. “La tecnología en hueso siempre se ha considerado propia de nuestra especie, Homo sapiens”, que surgió hace entre 200.000 y 300.000 años. No obstante, en Italia ya habían aparecido este tipo de utensilios vinculados a los últimos humanos arcaicos, aquellos que evolutivamente nos antecedieron.
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Una cultura capaz de innovar
El hecho de que encontremos evidencias de ese mismo trabajo tanto tiempo antes implica que debemos “reconsiderar las capacidades cognitivas y las habilidades tecnológicas de homínidos mucho más antiguos”. Además, “tenemos que pensar que los humanos modernos estamos acostumbrados a innovaciones a diario, pero en el Paleolítico antiguo la innovación es muy rara, hay yacimientos separados por un millón de años sin ningún tipo de cambio, con herramientas exactamente iguales”. En ese sentido, este descubrimiento evidencia que los humanos de hace 1,5 millones de años eran capaces de aplicar los conocimientos técnicos que desarrollaban en la piedra a otras materias primas.
En definitiva, su cultura era más compleja de lo que se pensaba, aunque esto no significa que se pareciera a la nuestra. “Las herramientas que hemos encontrado implican que estos seres humanos seleccionaban especies animales muy concretas y bastante grandes, como hipopótamos o elefantes, y les interesaban los huesos largos de las patas, así que tenían cierto conocimiento anatómico de los animales, lo cual es muy interesante”, relata Ignacio de la Torre. Con los huesos, hacían herramientas similares a las de piedra que funcionarían como hachas y cuchillos. “No es lo mismo usar un hueso para una actividad que trabajarlo para darle una forma y una utilidad concreta”, apunta el investigador del CSIC.
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Además, disponer de herramientas de hueso pudo abrirles nuevos horizontes. “Cuando dependes tecnológicamente de la piedra, necesitas encontrar rocas en el paisaje por el que te desplazas para poder fabricarlas, porque si llevas las que tienes, pesan mucho”, apunta el experto del CSIC. Haber descubierto que tenían la suficiente “flexibilidad mental y tecnológica” como para trabajar en hueso es extraordinario, sobre todo porque les ofrecía nuevas posibilidades.
Los animales eran un peligro, ya que hay evidencias de que los seres humanos eran presa de otros carnívoros. Por supuesto, eran un competidor por los recursos, porque los homínidos de aquella época se disputaban los restos de animales muertos con los buitres o las hienas. Y, obviamente, también eran una fuente de alimento. Sin embargo, ahora sabemos que también eran “una fuente de materias primas”. Ese salto es espectacular y, probablemente, tuvo implicaciones para nuestra evolución y nuestra dispersión por el planeta.
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Por parte española, además de los investigadores del CSIC, firman el artículo de Nature científicos del Centro Nacional de la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos y de la Universidad Autónoma de Barcelona. A nivel internacional, también participan autores de EEUU, Francia, Reino Unido y Noruega. A partir de ahora, todos se enfrentan a un importante reto, ya que este hallazgo genera nuevas expectativas con respecto a lo que se puede encontrar en Tanzania. “Hay sedimentos de mayor antigüedad, así que trataremos de buscar herramientas de hueso aún más antiguas”, señala Ignacio de la Torre.
No obstante, queda en el aire una pregunta aún más interesante: ¿por qué hay un millón de años de diferencia entre estos yacimientos de Tanzania y los que se consideraban hasta ahora como los primeros con herramientas de hueso? Responderla será el gran desafío para los próximos años. No obstante, por sus características geológicas, la Garganta de Olduvai permite conservar los huesos de manera excepcional. Hace millones de años, era un lugar con unas condiciones óptimas para la vida y ahora está en pleno Parque Nacional Serengueti, protegido para que la ciencia siga iluminando nuestro pasado.
Algunos descubrimientos extraordinarios obligan a reescribir los libros de texto. La revista Nature acaba de publicar uno de ellos y está protagonizado por científicos españoles. Siempre nos habían contado que uno de los momentos más importantes en la evolución humana fue el periodo Achelense, porque dio paso a una nueva tecnología vinculada a la especie Homo erectus: nuestros antepasados, que solo habían fabricado herramientas sencillas golpeando una roca contra otra, pasaron a elaborar hachas y utensilios más sofisticados hace 1,7 millones de años, pero siguieron siendo de piedra durante más de un millón de años. Sin embargo, un hallazgo sin precedentes en la Garganta de Olduvai (Tanzania) revela ahora que, al mismo tiempo, los humanos de aquella época ya fabricaban herramientas de hueso de forma sistemática.