Es noticia
Un estudio lo deja claro: los coches liberan algo mucho más tóxico que los gases de combustión
  1. Tecnología
  2. Ciencia
Generan problemas respiratorios

Un estudio lo deja claro: los coches liberan algo mucho más tóxico que los gases de combustión

El estudio ha descubierto un componente que libera partículas capaces de generar afecciones muy graves en el sistema respiratorio. Más que los gases del diésel y la gasolina

Foto: Siempre habíamos pensado que el mayor peligro de los coches estaba aquí (Pixabay)
Siempre habíamos pensado que el mayor peligro de los coches estaba aquí (Pixabay)

La contaminación generada por el tráfico ha sido un problema recurrente en los entornos urbanos, pero un reciente estudio ha revelado que los coches desprenden una sustancia todavía más perjudicial para la salud que los gases de la combustión. Así lo aseguran James Parking y Matt Loxham, investigadores de la Universidad de Southampton, en un artículo publicado en el medio The Conversation.

En concreto, en su estudio los investigadores hacen referencia a las partículas de polvo generadas por los sistemas de frenado de los vehículos que circulan por las carreteras, por lo que se trata de un problema que también afecta a los coches eléctricos. Los resultados indican que pueden generar un daño mayor en las células pulmonares que los gases de escape de los automóviles diésel y gasolina, lo que favorecería la aparición de enfermedades como el asma, la fibrosis pulmonar y algunos tipos de cáncer de pulmón.

El principal causante de este problema es el cobre presente en muchas pastillas de freno, que además de liberarse a la atmósfera, es inhalado por los ciudadanos. Los investigadores advierten de que las regulaciones actuales se centran demasiado en los gases de escape y dejan a un lado estas partículas, que están ocasionando afecciones de salud graves y comprobables.

Un problema todavía mayor con el coche eléctrico

Con la llegada de los vehículos eléctricos, se esperaba una disminución de la contaminación del tráfico. Sin embargo, al ser más pesados, estos automóviles pueden generar más polvo de frenos y desgaste de neumáticos, lo que agrava el problema. Algunos modelos incorporan sistemas de frenado regenerativo para minimizar este impacto, pero la fricción sigue siendo necesaria en determinadas situaciones.

Foto: Probablemente, nunca veamos el SU7 en España (Reuters/Tingshu Wang)

Ante esta problemática, la normativa Euro 7, cuya entrada en vigor está prevista para 2026, establecerá por primera vez límites a las emisiones de polvo de frenos. Una medida que podría impulsar el desarrollo de nuevos materiales menos contaminantes y sistemas de filtrado más eficientes. De este modo, la Unión Europea seguirá los pasos de ciertos estados norteamericanos, como California y Washington, que ya han implementado regulaciones para limitar el uso de cobre en estos elementos mecánicos.

La contaminación generada por el tráfico ha sido un problema recurrente en los entornos urbanos, pero un reciente estudio ha revelado que los coches desprenden una sustancia todavía más perjudicial para la salud que los gases de la combustión. Así lo aseguran James Parking y Matt Loxham, investigadores de la Universidad de Southampton, en un artículo publicado en el medio The Conversation.

Coches eléctricos Industria automóvil Ciencia
El redactor recomienda