Esto es lo que pasaría si Bennu impactase contra la Tierra en el año 2182, según la ciencia
El valor en materiales de Bennu se estima en 90 veces el conjunto de la economía mundial. Sin embargo, su impacto podría sumergir a la humanidad en una crisis sin precedentes
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Un estudio reciente ha modelado los efectos que podría causar el impacto del asteroide Bennu en la Tierra, un evento que, aunque improbable, no está completamente descartado. Según datos de la NASA, este cuerpo celeste tiene una probabilidad de 1 entre 2.700 de colisionar con nuestro planeta el 24 de septiembre de 2182. Con un diámetro aproximado de 500 metros y una masa de 74 millones de toneladas, su impacto desencadenaría una serie de efectos catastróficos.
Un equipo de científicos ha desarrollado modelos climáticos para comprender las repercusiones de una posible colisión. Aunque Bennu es significativamente más pequeño que el asteroide que provocó la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años, su impacto generaría un invierno global que afectaría la producción de alimentos y el equilibrio ecológico.
Here's What Would Happen If Asteroid Bennu Hit Earth https://t.co/O8vBVrzB0t
— Gizmodo (@Gizmodo) February 5, 2025
El choque de Bennu liberaría millones de toneladas de polvo y aerosoles en la atmósfera, bloqueando la luz solar y reduciendo la temperatura media global en hasta 4 °C. Además, se estima que las precipitaciones disminuirían un 15 %, lo que comprometería gravemente la fotosíntesis de las plantas y afectaría la seguridad alimentaria a nivel mundial.
Una alteración drástica del clima
Las simulaciones realizadas por el Instituto IBS de Física del Clima en Corea del Sur, que se pueden consultar en la revista Science, han determinado que este fenómeno climático podría durar más de cuatro años. Los investigadores comparan este escenario con la erupción del supervolcán Toba hace 74.000 años, un evento que causó un drástico enfriamiento global.
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Si el asteroide impactara en el océano, se generarían tsunamis de gran magnitud y una alteración en la composición de la atmósfera. La gran cantidad de vapor de agua liberada podría provocar una reducción del 32 % en la capa de ozono, aumentando la exposición del planeta a la radiación ultravioleta y afectando a la biodiversidad.
Sin embargo, no todos los efectos serían negativos. Los científicos han descubierto que el hierro presente en el polvo expulsado por el impacto podría favorecer la proliferación de algas en los océanos, especialmente en regiones donde este mineral escasea. Esto podría impulsar el crecimiento del fitoplancton y, con ello, beneficiar a la cadena trófica marina.
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A pesar de la amenaza que representa Bennu, la NASA y otras agencias espaciales han desarrollado estrategias para mitigar el riesgo de colisión. La misión OSIRIS-REx permitió estudiar el asteroide en profundidad y obtener muestras de su composición, lo que facilita la planificación de futuras misiones de desviación.
Un ejemplo de esto es la misión DART, que en 2022 logró modificar la trayectoria de un asteroide mediante el impacto de una sonda. Este tipo de tecnología podría aplicarse en el futuro para alterar la órbita de Bennu si se determinara que su curso representa un peligro real para la Tierra.
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Un estudio reciente ha modelado los efectos que podría causar el impacto del asteroide Bennu en la Tierra, un evento que, aunque improbable, no está completamente descartado. Según datos de la NASA, este cuerpo celeste tiene una probabilidad de 1 entre 2.700 de colisionar con nuestro planeta el 24 de septiembre de 2182. Con un diámetro aproximado de 500 metros y una masa de 74 millones de toneladas, su impacto desencadenaría una serie de efectos catastróficos.