Una playa española amanece llena de pulpos: es el resultado de un fenómeno poco habitual

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La playa del municipio de Porto do Son, en A Coruña, está siendo protagonista de un fenómeno bastante inusual, como ha mostrado Rogelio Santos Queiruga en su cuenta de X. El patrón de pesca, agricultor y divulgador, como él mismo se define, ha publicado unas imágenes en las que aparecen multitud de pulpos varados en la arena, lo que ha causado sorpresa en los vecinos y alerta en los expertos en biología marina.

Aunque la magnitud del suceso ha despertado dudas sobre sus causas y posibles implicaciones para el ecosistema, todo parece indicar que es el resultado del intenso tren de borrascas que asoló Galicia durante la semana pasada. Es cierto que los efectos de los temporales en la costa pueden provocar la llegada a tierra de diferentes especies marinas, pero que sean cefalópodos no es habitual.

La fuerza del oleaje, los cambios en la salinidad y la profundidad en la que se encontraban estos ejemplares pudieron haber contribuido a este episodio. También se habla de cómo las intensas marejadas registradas en los últimos días han provocado alteraciones en el ecosistema marino, generando corrientes inusuales que pueden haber desplazado a los pulpos hasta la orilla.

Las claves del fenómeno y advertencias de consumo

Además, las variaciones en la temperatura del agua pueden afectar a estas especies, puesto que son especialmente sensibles a los cambios bruscos en su entorno. En su mayoría, se trata de ejemplares jóvenes que podrían haber quedado atrapados en aguas someras sin posibilidad de regresar a zonas más profundas, lo que ha acabado traduciéndose en su muerte en plena playa.

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R. Badillo

Por su parte, las autoridades han recomendado precaución ante la presencia de estos pulpos en la playa y han advertido sobre los riesgos de su consumo. Se desconoce si su muerte ha sido provocada por causas naturales o si ha intervenido algún factor externo que podría representar un peligro para la salud, por lo que en ningún caso se deben consumir.

Casos similares se han documentado en el pasado, como en Vigo en 2023, cuando una brusca bajada de la salinidad del agua provocó una elevada mortalidad entre los cefalópodos. En 2010, un episodio similar tuvo lugar en la costa portuguesa, lo que sugiere que estos eventos pueden estar relacionados con alteraciones ambientales más amplias.