Una 'antena' a 36.000 km: el hito espacial español más importante está a punto de despegar
A finales de mes, España se podrá codear con potencias como EEUU, Reino Unido, Francia e Italia, las únicas que ofrecen comunicaciones satelitales seguras a la OTAN
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De los 32 países que integran la OTAN, solo hay cuatro miembros capaces de ofrecer un servicio de comunicaciones seguras por satélite: EEUU, Reino Unido, Francia e Italia. A este selecto grupo se va a unir España este mismo año gracias al “hito más importante de la industria espacial” de nuestro país. El 28 de enero, un cohete Falcon 9 de SpaceX —la compañía de Elon Musk— podrá en órbita el satélite SpainSAT NG I desde Cabo Cañaveral, en Florida. Cuando esté operativo, en el segundo semestre de 2025, será el más avanzado de Europa.
“Hay muchas razones por las que concluimos que, efectivamente, es el lanzamiento más importante que hemos llevado a cabo en la industria espacial española”, afirma en declaraciones a El Confidencial Miguel Ángel García Primo, CEO de Hisdesat, el operador gubernamental de satélites. El SpainSAT NG I pesa más de seis toneladas, tiene 7,2 metros de altura y una envergadura que supera los 40 metros si contamos los paneles solares que se desplegarán en órbita. Sin embargo, lo más importante es que supone un proyecto de I+D sin precedentes en este país que ha involucrado durante los últimos cinco años a casi todas las entidades públicas y privadas del sector espacial.
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El nuevo satélite forma parte de un ambicioso programa que tendrá un volumen económico de unos 2.000 millones de euros e incluye un segundo lanzamiento para el próximo otoño, el SpainSAT NG II. Ambos cubrirán la mayor parte de la superficie terrestre y ofrecerán sus servicios durante los próximos 15 años, hasta 2040. “Son comunicaciones de uso gubernamental para aplicaciones militares, pero también para situaciones de emergencia”, explica el experto, “tanto para España como para sus aliados”. Ante el despliegue de fuerzas armadas en cualquier parte del mundo, “es muy importante mantener unas comunicaciones seguras” y esto quiere decir que “no van a poder ser interferidas, cortadas ni anuladas”.
Dos gemelos en órbita
El primer satélite se situará en una órbita geoestacionaria, es decir, a casi 36.000 kilómetros de distancia, y girando a la velocidad de rotación del planeta, de manera que desde el punto de vista de un observador terrestre estará ubicado siempre en un arco fijo sobre el meridiano 29 este, que atraviesa la parte oriental de Europa y África. Esta posición permite cubrir estos dos continentes, además de Asia, el océano Atlántico y el océano Índico. En resumen, ofrecerá comunicaciones “desde Brasil hasta Singapur”.
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Por su parte, el SpainSAT NG II, será un “satélite gemelo” situado sobre el meridiano 30 oeste, que atraviesa todo el océano Atlántico, desde Groenlandia hasta la Antártida. Juntos permiten dar servicio a más de dos terceras partes de la Tierra. La zona de menor cobertura será el océano Pacífico, que, desde el punto de vista de la Defensa, en estos momentos, tiene menos interés para España. Otro elemento clave de este proyecto es el nuevo Centro de Control de Satélites de Hoyo de Manzanares (Madrid), que Hisdesat ha puesto en marcha a finales de 2024 y que también cuenta con instalaciones tecnológicamente avanzadas para operar y monitorizar todo este programa espacial.
Los nuevos satélites se cuentan entre los más avanzados que existen en materia de comunicaciones gubernamentales, de manera que ofrecen la máxima disponibilidad ante todo tipo de circunstancias. Por ejemplo, están preparados para “geolocalizar y rechazar cualquier interferencia de un potencial enemigo”, comenta García Primo. Incluso están protegidos contra el pulso electromagnético que generaría una hipotética explosión nuclear (como se ha comprobado en las pruebas atómicas, estas detonaciones inutilizan todos los aparatos electrónicos en un amplio radio de acción, incluyendo las capas altas de la atmósfera).
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En conjunto, el sector espacial español se encarga del 45% de la tecnología de estos satélites, pero “por primera vez, la industria española se ha hecho cargo de toda la carga útil, los equipos de comunicaciones”, destaca García Primo. Airbus DS España ha desarrollado la antena activa en banda X. Por su parte, Thales Alenia Space se ha encargado de las bandas Ka militar y UHF. A estas contratistas principales se suman otras empresas y centros de investigación relacionados con el sector (18 entidades en total) de manera que el programa ha empleado anualmente, en su fase de desarrollo, a unos 500 ingenieros; mientras que, a partir de ahora, en la fase de explotación serán más de un centenar cada año.
Una potencia en antenas activas
“Son las antenas activas más avanzadas de Europa por tamaño y prestaciones”, asegura el responsable de Hisdesat. Denominadas DRA, se trata de antenas inteligentes de transmisión y recepción inteligentes que multiplican las capacidades de las convencionales y, además, son mucho más flexibles. Según explica, no es casualidad que España haya realizado una apuesta tan importante, ya que “estamos muy bien situados en esta tecnología”. La historia de la investigación nacional en este campo se remonta a 1992, con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y la antigua empresa CASA, líder de la industria aeronáutica, al frente. “Desde entonces, hemos mantenido la inversión y ahora somos líderes en Europa y en el mundo”, afirma.
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Varios hitos anteriores han marcado el camino. Hace ya 20 años del lanzamiento del satélite XTAR-EUR, un proyecto conjunto con EEUU con el que España comenzaba a destacar en el mundo de las telecomunicaciones seguras. La antena IRMA, a bordo del satélite Spainsat, lanzado en 2006, fue otro de los principales logros en este campo. Lo mismo ocurre con el satélite PAZ de observación de la Tierra, que se puso en órbita en 2018 para recopilar imágenes relacionadas con vigilancia y cartografía. Ahora, “en este entorno geopolítico, tenía lógica proporcionar servicios a las Fuerzas Armadas con los exigentes requisitos de la OTAN”, destaca.
Sin embargo, si España quiere lanzar satélites tan potentes como estos, depende del exterior en otras cuestiones. La más evidente son los lanzamientos, para los que ha sido necesario contratar a la compañía de Elon Musk, tanto en el caso del primer satélite (despegará el 28 de enero a las 23:00 de Florida, 05:00 del día 29 en la hora peninsular) como en el caso del segundo (septiembre u octubre de este año). Aunque el magnate ha entrado en conflicto con Europa, por sus injerencias en la actualidad política nacional de varios países, hoy por hoy, el cohete reutilizable Falcon 9 resulta imprescindible porque marca la diferencia. Otra parte esencial que no se puede hacer en España es la integración completa de un satélite de estas características, ya que es necesario simular el vacío térmico y otras características del espacio exterior. Este trabajo se ha llevado a cabo en la sede de Airbus, en Toulouse (Francia), lugar de referencia en Europa.
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En cualquier caso, el programa Spainsat NG llega en un momento crucial para la industria espacial y España busca su hueco, no solo a través del desarrollo de satélites de comunicaciones avanzados, sino también en el campo de los lanzamientos, con el éxito de la empresa PLD Space y sus cohetes Miura, o aglutinando actores y dinamizando el sector con la creación de la nueva Agencia Espacial Española.
“El espacio es estratégico, es uno de los sectores industriales que más va a crecer de aquí a 40 años”, comenta el CEO de Hisdesat. Algunas estadísticas indican que “crecerá un 9% todos los años y sin freno porque es un campo muy nuevo con unas oportunidades enormes”, añade. La mejor prueba es que, ya en la actualidad y sin que apenas nos demos cuenta, cualquier persona llega a utilizar indirectamente más de 30 satélites en actividades rutinarias como consultar el tiempo, ver un partido o utilizar el navegador del coche. “Nuestra vida diaria depende del espacio y eso no va a hacer otra cosa que incrementarse”, afirma.
De los 32 países que integran la OTAN, solo hay cuatro miembros capaces de ofrecer un servicio de comunicaciones seguras por satélite: EEUU, Reino Unido, Francia e Italia. A este selecto grupo se va a unir España este mismo año gracias al “hito más importante de la industria espacial” de nuestro país. El 28 de enero, un cohete Falcon 9 de SpaceX —la compañía de Elon Musk— podrá en órbita el satélite SpainSAT NG I desde Cabo Cañaveral, en Florida. Cuando esté operativo, en el segundo semestre de 2025, será el más avanzado de Europa.