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En 1986, la Voyager 2 llegó a Urano: hoy sabemos que ocurrió algo bastante extraño
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Datos de su magnetosfera

En 1986, la Voyager 2 llegó a Urano: hoy sabemos que ocurrió algo bastante extraño

Un reciente estudio explica el origen de una extraña anomalía recogida por la sonda, que actualmente se encuentra más allá de los confines del Sistema Solar

Foto: Representación artística de Urano (Freepik)
Representación artística de Urano (Freepik)

La Voyager 2 es una de las misiones espaciales más ambiciosas de la historia de la NASA y uno de los hitos más significativos en la exploración del Sistema Solar. Lanzada en 1977 como parte del programa Voyager, la sonda tenía como misión principal explorar los planetas exteriores, proporcionando por primera vez datos detallados sobre Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

La Voyager 2, junto con su gemela Voyager 1, revolucionó nuestra comprensión de estos gigantes gaseosos y sus lunas. Eso sí, a diferencia de su predecesora, consiguió sobrevolar tanto Urano como Neptuno, brindando observaciones únicas de estos planetas. Gracias a esta misión, se descubrieron anillos, nuevos satélites y detalles desconocidos de sus campos magnéticos y atmósferas.

La Voyager 2 pasó cerca de Urano en 1986 y, en lugar de registrar las condiciones esperadas, detectó una anomalía en la magnetosfera del planeta. Este fenómeno fue provocado por un intenso evento de viento solar, que alteró el campo magnético de Urano en un momento inusual, según un reciente estudio publicado en Nature Astronomy. Esta investigación indica que la magnetosfera de Urano quedó comprimida debido a la interacción con el viento solar, algo que ocurre solo un 4% del tiempo, haciendo que los datos recopilados fueran únicos y extraordinarios.

Urano, un planeta con ciclos magnéticos únicos

Los resultados revelaron características sorprendentes en la magnetosfera de Urano, incluyendo la presencia de intensos cinturones de electrones energéticos y una notable carencia de plasma, aspectos que difieren significativamente de otros planetas del sistema solar. Los investigadores, liderados por Jamie Jasinski del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, explicaron que la Voyager 2 alcanzó Urano en el "momento equivocado" debido a este evento de viento solar. De hecho, si hubiera pasado una semana antes o una semana después, habría registrado condiciones radicalmente diferentes.

Foto: desvelan-por-que-neptuno-es-mas-azul-que-urano

El estudio también sugiere que Urano, debido a su inclinación extrema y la variabilidad del viento solar, experimenta ciclos en los que su magnetosfera alterna entre estados "abiertos" y "cerrados", lo que lo hace sensible a las perturbaciones solares. Este comportamiento, único en el Sistema Solar, plantea interrogantes sobre cómo los ciclos de viento solar afectan la dinámica magnética del planeta, haciendo de Urano un entorno altamente dinámico y propenso a cambios en su estructura magnética.

Además, los datos recopilados sobre las lunas de Urano, como Titania y Oberón, aportan indicios sobre la posibilidad de océanos subterráneos en su interior. Estas lunas orbitan dentro de la magnetosfera de Urano, lo que facilita la detección de posibles interacciones entre el campo magnético y el agua líquida. La resolución de este enigma se suma a los argumentos de los científicos planetarios para enviar una nueva misión que permita estudiar el planeta en detalle.

La Voyager 2 es una de las misiones espaciales más ambiciosas de la historia de la NASA y uno de los hitos más significativos en la exploración del Sistema Solar. Lanzada en 1977 como parte del programa Voyager, la sonda tenía como misión principal explorar los planetas exteriores, proporcionando por primera vez datos detallados sobre Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

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