En 2014, un misterioso cráter apareció en Siberia. Ahora ya sabemos qué lo produjo
El agujero alcanzaba los 50 metros de profundidad y los 30 metros de ancho. En un principio, se barajó la hipótesis de que fuese provocado por un misil o un meteorito
- Resuelto el misterio de 'Seahenge', uno de los más antiguos de Inglaterra
- Ni un terremoto ni una tormenta: están arrasando la Tierra y nadie sabe aún por qué
A principios del mes de julio de 2014, un piloto de helicóptero descubrió un enorme cráter mientras sobrevolaba la península de Yamal, en la zona noroeste de Siberia. En total, alcanzaba los 50 metros de profundidad y los 30 metros de ancho. Al verlo con sus propios ojos, lo primero en lo que pensaron los científicos era que podía deberse al impacto de un meteorito o de un misil lanzado por el ejército de Rusia.
Sin embargo, ninguna de esas dos fueron las causas que originaron la formación del cráter. Y es que, más de 10 años después, por fin tenemos la respuesta exacta. Se puede encontrar en un artículo científico publicado en la revista Geophysical Research Letters, el cual ha sido elaborado por Ana Morgado, Luis Rocha, Julyan Cartwright y Silvana Cardoso.
Terrawatch: mystery of Siberian explosive craters solved https://t.co/IQaAlN0rqV
— Guardian US (@GuardianUS) October 23, 2024
La explicación es un tanto compleja. Los científicos cuentan que, si se perfora el suelo congelado durante el invierno, se llega a una capa de permafrost arcilloso. Entre ella y la propia superficie se forman depósitos de agua con un alto porcentaje de salinidad llamados criopegs, los cuales a su vez se ubican debajo de estanques de agua dulce y metano cristalizado. Las elevadas presiones y las bajas temperaturas hacen que se mantengan estables.
La acción del calentamiento global
El cambio climático, que está provocando el incremento de las temperaturas y una mayor duración de los veranos, está provocando que cada vez se descongelen capas más profundas del hielo siberiano. Cuando el deshielo alcanza los citados criopegs, la presión del agua hace que aparezcan grietas en la parte superior. Al abrirse, dichas grietas provocan el efecto contrario, es decir, una repentina caída de la presión, la cual desestabiliza el depósito de metano y libera una burbuja explosiva.
Con el paso del tiempo, en las penínsulas siberianas de Yamal y Gydan han aparecido más cráteres como este, lo que ha servido a los científicos para demostrar su teoría. En el estudio también señalan que las explosiones liberan grandes cantidades de metano a la atmósfera, lo que agrava el problema del calentamiento global.
- Resuelto el misterio de 'Seahenge', uno de los más antiguos de Inglaterra
- Ni un terremoto ni una tormenta: están arrasando la Tierra y nadie sabe aún por qué
A principios del mes de julio de 2014, un piloto de helicóptero descubrió un enorme cráter mientras sobrevolaba la península de Yamal, en la zona noroeste de Siberia. En total, alcanzaba los 50 metros de profundidad y los 30 metros de ancho. Al verlo con sus propios ojos, lo primero en lo que pensaron los científicos era que podía deberse al impacto de un meteorito o de un misil lanzado por el ejército de Rusia.