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Resuelto el misterio de la altura del Everest: “sigue creciendo” por este motivo
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Gracias al rebote isostático

Resuelto el misterio de la altura del Everest: “sigue creciendo” por este motivo

Se sabía que la montaña más alta de la Tierra crecía a un ritmo de 2 milímetros por año. Sin embargo, hasta ahora no existía una explicación convincente de por qué

Foto: Por fin hay una explicación lógica a la elevación del monte Everest (iStock)
Por fin hay una explicación lógica a la elevación del monte Everest (iStock)

El monte Everest, el pico más alto del planeta, sigue sorprendiendo a la comunidad científica. A pesar de su imponente altura actual de 8.848,86 metros, recientes estudios han revelado que el Everest continúa elevándose, impulsado no solo por la colisión de placas tectónicas, sino también por la acción de un fenómeno geológico menos conocido.

Prueba de ello es un reciente estudio publicado en la revista Nature Geoscience, que ha revelado cómo un fenómeno geológico relacionado con el río Arun está contribuyendo al aumento de la altitud del monte Everest. Un proceso que se suma al impulso generado por la colisión de las placas de Eurasia e India y que explicaría por qué crece a un ritmo mayor de lo previsible.

El rebote isostático, un fenómeno en el que la corteza terrestre se eleva al liberarse de la carga que la presiona, es clave en este proceso. El río Arun, ubicado a unos 75 km de la montaña, ha erosionado una gran cantidad de roca y sedimentos durante miles de años. Este desgaste ha reducido la masa de la corteza en la base del Everest, permitiendo que el pico se eleve. Los científicos estiman que la montaña ha ganado entre 15 y 50 metros de altura en los últimos 89.000 años, unas cifras que superan las proyecciones iniciales.

El proceso de "piratería de drenaje"

Hace miles de años, el río Arun cambió su curso y se conectó con el sistema del río Kosi, lo que incrementó su capacidad erosiva de manera significativa. Al profundizar el valle del Arun, la corteza terrestre respondió elevando el Everest y otros picos vecinos como el Lhotse y el Makalu. Este fenómeno, que los científicos han denominado “piratería de drenaje”, ha generado un crecimiento constante que sigue siendo medido por instrumentos GPS, los cuales confirman un aumento de aproximadamente 2 milímetros por año.

Foto: El lago Roopkund, en las grandes altitudes del Himalaya, donde se encontraron los huesos. (iStock)

El citado rebote isostático no es un fenómeno exclusivo del Everest. En otras partes del mundo, como Groenlandia, la pérdida de hielo ha provocado un efecto similar, elevando la superficie terrestre. En el caso del Himalaya, el río Arun actúa como desencadenante de este proceso, profundizando su valle y eliminando grandes cantidades de roca, lo que reduce el peso sobre la corteza y permite que el terreno se eleve.

Las mediciones actuales sugieren que el Everest continuará creciendo mientras el río Arun mantenga su actividad erosiva. Así lo afirma Adam Smith, autor principal del estudio, en un comunicado publicado en EurekAlert!: “el Everest es una montaña extraordinaria, llena de mitos y leyendas, y que sigue creciendo”. Un hallazgo que demuestra que, aunque la tectónica de placas siga siendo el principal motor de elevación del Himalaya, la erosión fluvial también está jugando un papel fundamental.

El monte Everest, el pico más alto del planeta, sigue sorprendiendo a la comunidad científica. A pesar de su imponente altura actual de 8.848,86 metros, recientes estudios han revelado que el Everest continúa elevándose, impulsado no solo por la colisión de placas tectónicas, sino también por la acción de un fenómeno geológico menos conocido.

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