Es noticia
En 2011, un satélite fotografió una 'manopla' en Groenlandia: parte del misterio sigue vivo
  1. Tecnología
  2. Ciencia
Foto obtenida por el Landsat 8

En 2011, un satélite fotografió una 'manopla' en Groenlandia: parte del misterio sigue vivo

Hay una teoría que explica cómo se formó, pero no cuál fue la causa exacta. También se sabe que se está recuperando, aunque no se conoce completamente la forma

Foto: Así es 'la manopla' que sigue causando el interés de la ciencia (Landsat 8/NASA Earth Observatory)
Así es 'la manopla' que sigue causando el interés de la ciencia (Landsat 8/NASA Earth Observatory)

Flade Isblink es una superficie glaciar con una extensión de 8.550 kilómetros cuadrados que se ubica en la costa más septentrional de Groenlandia. Tal y como informa el Observatorio de la Tierra de la NASA, los satélites lo sobrevolaron el 16 de agosto de 2011 sin encontrar nada raro. Tres semanas después, el 6 de septiembre, volvieron a capturar imágenes del lugar. Los científicos quedaron absolutamente perplejos al comprobar que se había formado una enorme depresión con forma de 'manopla'.

El 26 de abril, cuando las condiciones meteorológicas fueron lo suficientemente buenas como para enviar un vuelo de investigación, la NASA dio comienzo a la Operación IceBridge. Así descubrieron que 'la manopla', como fue oficialmente bautizada, tenía tres kilómetros de longitud, dos kilómetros de ancho en su punto más amplio y nada menos que 70 metros de profundidad. Una cifra que equivale a la de un edificio de 22 plantas.

placeholder Vista aérea de 'la manopla' tomada durante la 'Operación IceBridge' (NASA Earth Observatory)
Vista aérea de 'la manopla' tomada durante la 'Operación IceBridge' (NASA Earth Observatory)

En un artículo publicado en la revista Nature en 2015, un equipo de científicos expuso su teoría: la depresión se formó debido al increíblemente rápido drenaje de un lago subglacial, lo que hizo que una cueva subterránea se derrumbase de manera casi inmediata. Según sus estimaciones, el escape alcanzó una intensidad de 215 metros cúbicos por segundo.

Según Kelly Brunt, experta en glaciares del Laboratorio de Ciencias Criosféricas de la NASA, “fue el primer caso registrado de un drenaje tan rápido de un lago subglacial. Al menos, en Groenlandia”. Además, agregó que todos los lagos subglaciales de la región eran considerados como muy estables, por lo que el suceso fue bastante sorprendente.

Los 'misterios' en torno a 'la manopla'

A pesar de que en 2019 se produjo un evento de drenaje más pequeño, lo cierto es que el lago subglacial está recuperando su masa de agua. Así lo certificó un estudio de seguimiento publicado en 2022, el cual informó de que las partes más profundas de 'la manopla' se habían elevado 15 metros. Es decir, solo alcanzaban los 55 metros de profundidad.

En un primer momento, los científicos pensaron que el agua que estaba volviendo a entrar procedía del deshielo de las capas superficiales del glaciar. Sin embargo, los cálculos realizados indicaban que esta fuente podía suponer, como máximo, el 65 % del caudal total. De dónde procede ese restante 35 % sigue siendo un 'misterio' y un desafío para la ciencia, al igual que el hecho que provocó un drenaje tan extraordinariamente rápido.

Las hipótesis más plausibles están relacionadas con el calentamiento global. En la Antártida se han producido colapsos parecidos en los últimos años, aunque no tan rápidos. Además, los científicos temen que el agua que escapa de estos lagos subglaciales pueda acelerar la pérdida de hielo en otras muchas zonas.

Flade Isblink es una superficie glaciar con una extensión de 8.550 kilómetros cuadrados que se ubica en la costa más septentrional de Groenlandia. Tal y como informa el Observatorio de la Tierra de la NASA, los satélites lo sobrevolaron el 16 de agosto de 2011 sin encontrar nada raro. Tres semanas después, el 6 de septiembre, volvieron a capturar imágenes del lugar. Los científicos quedaron absolutamente perplejos al comprobar que se había formado una enorme depresión con forma de 'manopla'.

El Futuro de la NASA Ciencia Cambio climático
El redactor recomienda