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Llevaba 23 años sin ocurrir: el Sol rompe este récord y las inusuales auroras boreales fueron una señal
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Ciclo Solar 25

Llevaba 23 años sin ocurrir: el Sol rompe este récord y las inusuales auroras boreales fueron una señal

Las auroras boreales que se pudieron ver en España en el mes mayo fueron un efecto de lo que está ocurriendo a 150 millones de kilómetros de la Tierra

Foto: levaba 23 años sin ocurrir: el Sol rompe este récord y las inusuales auroras boreales en España fueron una señal.(Antonio Sevilla/X/@MeteOrihuela)
levaba 23 años sin ocurrir: el Sol rompe este récord y las inusuales auroras boreales en España fueron una señal.(Antonio Sevilla/X/@MeteOrihuela)

La actividad solar de los últimos años ha despertado cierta inquietud entre la comunidad científica. Y es que los expertos han observado que la actividad del Sol está llegando a su máximo, adelantándose así a la fecha prevista para su periodo de mayor movimiento. Las auroras boreales que se pudieron ver en España en el mes de mayo, así como en otras zonas donde es inusual su presencia, fueron un efecto de lo que está ocurriendo a 150 millones de kilómetros de la Tierra.

El Sol ha alcanzado un récord que no se veía desde hace 23 años. Durante el mes de agosto de 2024, se registraron más de 215 manchas solares diarias de media, algo que no sucedía desde 2001, cuando el promedio superó las 230, según el Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Este fenómeno ha generado una gran expectación entre los astrónomos, ya que sugiere que nos acercamos a un periodo de alta actividad solar dentro del Ciclo Solar 25.

El Ciclo Solar 25, que comenzó en 2020, ha sorprendido a los científicos debido a la intensidad de su actividad. Se esperaba que este ciclo fuera más débil y se retrasara hasta 2025, pero los datos recientes indican lo contrario. La presencia de tantas manchas solares no solo rompe expectativas, sino que también alerta sobre posibles tormentas solares y eyecciones de masa coronal, fenómenos que pueden afectar a las telecomunicaciones y la infraestructura tecnológica en la Tierra.

¿Qué nos espera a partir de ahora?

Las manchas solares son áreas oscuras en la superficie del Sol que aparecen debido a concentraciones de actividad magnética. Este incremento en el número de manchas suele estar relacionado con un aumento en las erupciones solares y las eyecciones de plasma, que al interactuar con el campo magnético terrestre pueden generar tormentas geomagnéticas. Estos eventos son los responsables de las auroras, pero también pueden causar daños en satélites, sistemas de telecomunicaciones y redes eléctricas.

Un ejemplo claro de esto se vivió en mayo de 2024, cuando varias tormentas geomagnéticas golpearon la Tierra, produciendo auroras en lugares poco habituales. Los expertos advierten que, a medida que nos acercamos al pico de este ciclo solar, es probable que aumente la frecuencia y la intensidad de estos fenómenos.

Foto: Gráfico que muestra la evolución del registro desde 1880 (X/NASA Climate)

Aunque las manchas solares son un indicativo del pico de actividad, no se puede determinar con exactitud cuándo ocurrirá, ya que esto solo se podrá confirmar cuando se produzca un descenso. Lo que sí está claro es que las tormentas solares seguirán sucediendo con mayor frecuencia y potencia durante este ciclo. Estas tormentas no solo afectan al clima espacial, sino que también pueden causar apagones de radio y problemas en las comunicaciones por satélite, con consecuencias que pueden sentirse en distintas partes del mundo. Además, este ciclo podría incluso igualar o superar los récords de ciclos anteriores, como el de 1957, cuando se registraron más de 350 manchas solares al día.

La actividad solar de los últimos años ha despertado cierta inquietud entre la comunidad científica. Y es que los expertos han observado que la actividad del Sol está llegando a su máximo, adelantándose así a la fecha prevista para su periodo de mayor movimiento. Las auroras boreales que se pudieron ver en España en el mes de mayo, así como en otras zonas donde es inusual su presencia, fueron un efecto de lo que está ocurriendo a 150 millones de kilómetros de la Tierra.

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