No, no fueron los extraterrestres: por fin se ha resuelto el misterio de la “señal Wow!”
Se trataba de uno de los grandes misterios de la astrofísica moderna. Un equipo de investigadores puertorriqueños parece haber dado con una explicación razonable
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Durante la noche del 15 de agosto de 1977, el radiotelescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio captó la señal de radio más potente y enigmática de la historia del programa SETI. Jerry Ehman, al comprobar el registro, hizo una anotación en la hoja con la expresión Wow!, dando a entender su enorme sorpresa. Este es el motivo por el que, a lo largo de los últimos 47 años, se la ha conocido con el sobrenombre de “señal Wow!”.
Evidentemente, no fueron pocos los que consideraron que esta señal era una comunicación emitida por una civilización extraterrestre. Otros, en cambio, apuntaban a fenómenos astronómicos lejanos. En cualquier caso, sobre la mesa solo se habían colocado hipótesis indemostrables que no terminaban de convencer a los científicos. Hasta ahora. Y es que un reciente estudio ha propuesto una nueva explicación que sí parece ser plausible.
En concreto, el estudio ha sido dirigido por el astrobiólogo Abel Méndez, de la Universidad de Puerto Rico, y se puede consultar en arXiv. En él llega a la conclusión de que la “señal Wow!” fue producida por una extraña interacción en el espacio profundo. En concreto, afirma que fue el resultado de una poderosa ráfaga de radiación emitida por una estrella de neutrones, un objeto estelar extremadamente denso que es el remanente de una supernova.
Se debió a un fenómeno natural
Según su teoría, la cual ha sido explicada también en un comunicado oficial, esta ráfaga de radiación habría atravesado una nube de hidrógeno frío, generando un fenómeno conocido como “máser”, una especie de láser de microondas natural que produjo la señal captada en 1977 por el radiotelescopio de Ohio. La prueba más importante que sustenta esta afirmación es que la frecuencia de la señal era de 1.420 MHz, la cual coincide con la longitud de onda característica del hidrógeno.
The Arecibo Observatory Reveals New Explanation for the Wow! Signal: https://t.co/4yF0aeHD3W
— Ken Gusler (@kgusler) August 16, 2024
Esto último era algo que ya se sabía y que llevó a especular con que podría haber sido una transmisión deliberada de una civilización avanzada. Sin embargo, la nueva teoría sugiere que esta frecuencia fue simplemente el resultado de una emisión natural, descartando la intervención de inteligencia extraterrestre. Al ser un fenómeno extremadamente raro, explicaría por qué nunca se ha vuelto a detectar otra señal tan intensa.
Siendo más precisos, la hipótesis del equipo de investigadores de Puerto Rico se centra en la posibilidad de que una llamarada de un magnetar (un tipo de estrella de neutrones con un campo magnético extremadamente fuerte) haya causado la emisión de radiación que estimuló la nube de hidrógeno, creando así la señal "Wow!". Este nuevo enfoque sugiere que lo que durante mucho tiempo se consideró un misterio relacionado con la búsqueda de vida extraterrestre, en realidad, puede ser un raro pero natural fenómeno astrofísico.
Las observaciones realizadas entre 2020 y 2023 por el equipo de Méndez encontraron señales similares, aunque mucho menos intensas, lo que reforzó la idea de que la captada hace casi cincuenta años fue un fenómeno natural y no una comunicación extraterrestre.
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Durante la noche del 15 de agosto de 1977, el radiotelescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio captó la señal de radio más potente y enigmática de la historia del programa SETI. Jerry Ehman, al comprobar el registro, hizo una anotación en la hoja con la expresión Wow!, dando a entender su enorme sorpresa. Este es el motivo por el que, a lo largo de los últimos 47 años, se la ha conocido con el sobrenombre de “señal Wow!”.